Joaquín:
Me levanto cuando los balbuceos de Maddie suenan por el monitor de bebés. La cama está vacía así que miró el enorme reloj en la pared ¿Es necesaria tanta tecnología? son casi las nueve de la mañana por lo que Emilio debe ser el dueño del sonido que golpea de forma constante a fuera. Me asomo por el balcón de nuestra habitación y efectivamente está entrenando sólo y sin camisa.
No sé que vista es más increíble si la playa tras él o él.
Camino hasta la habitación de mi hija en el pasillo. Está acostada haciendo ruidos y puede que sea la cosa más linda que he oído en toda mi vida, así que la tomó en mis brazos.—Buenos días, mi niña— besos sus mejillas y ella agarra mi cara con ambas manos la saco de su cuna y vamos hasta la cocina a darle su desayuno.
Este lugar es increíble y tan pulcro que no creo que sea Emilio quién limpie este lugar, hay mubles altos llenos de trofeos y revistas que espero Maddie no quiera ir y romper.
Me encuentro con la silla de Maddie instalada en un costado y debo agradecer a Emilio por ser considerado, la siento y por algún milagro de cielo se mantiene sentada sin querer levantarse. La dejo para ir y abrir el refrigerador donde encuentro varios paquetes de lo que come Maddie. Tomó un plátano y se lo hago papilla y cojo una manzana verde para mí.
Cuando terminamos la limpio y voy a buscarle un traje de baño, le he comprado uno de sandías hace un tiempo. Es tan bonito pero no habíamos encontrado el momento de usarlo y es demasiado pronto para ir a la playa.
—Vamos a ver a papá.— le digo y patalea.—Y a probar esa piscina que se ve muy cara.
La mañana es hermosa como para no disfrutarla.
Salgo al jardín con Maddie en mi cadera y en mi mano libre una canasta con cosas para cuando la saqué del agua, volteó a ver a Emilio y ahora está hablando por teléfono en su cancha, no nos ha visto así que camino a su alrededor enseñándole a Maddie su nueva casa. Ella sonríe y agranda sus ojos cada que mira algo.
Le muestro las flores que encuentro en un rincón y quiere arrancarlas. Estoy pensando en plantar algunas más. Me detengo a estudiar el inmenso lugar que posee Emilio. Cuando imaginé mi vida con una familia venía con un cierto orden, pero realmente nunca imaginé esto, este lugar y Emilio sobrepasan cualquier cosa.
Caminamos hasta la gran piscina y tomó un bote de protector solar que encuentro en una repisa junto a una regadera supongo que la usa después de salir de la piscina me siento en la orilla de su piscina de borde infinito que se ven tan maravillosa.
Pongo a Maddie sobre una toalla y nos sentamos en la orilla con la intención de mojar nuestros pies, el agua es fresca y muy cristalina. Me unto el protector en los brazos y la cara. Maddie hace balbúseos desde donde está sentada así que la siento en mi cadera para poder untar su protector y comienzo a echarle agua en sus pies. Parece que le gusta porque está patentado con tanta fuerza que me moja toda la camisa.
—Mira bebé, esto es tan maravilloso.— la siento nuevamente en la toalla y me saco la camisa por la cabeza. Bajo hasta que el agua me cubre la cintura.
La tomó entre mis brazos y comienzo a caminar con ella. —Tú papá se pierde de un hermoso día de piscina.— le susurró a Maddie mientras veo a Emilio golpear su raqueta aún con su teléfono en la mano. Todavía no ha podido reemplazar a su entrenador y se ha vuelto más exigente. Si es que es posible.Comienzo a nadar con Maddie y su sonrisa es tan grande mientras me enseña sus dientitos que me hacen recordar cada noche dónde le pido al cielo que me alcance la vida para poder compartir todo lo que tengo con ella. Chapotea tanto que me enderezo para hacerla nadar. Estaba apunto de contarle algo a mi bebé cuando la voz de Emilio me distrae. Levantó mi mirada y me encuentro con un imágen de ensueño su cabello es un desorden demasiado atractivo.
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Mr. Perfect Match || Emiliaco M-preg
FanfictionTodo lo que quería era un bebé. ¿Sin un papá? No hay problema. Para eso están los donantes anónimos... Contenido: 🔞 M-preg 🥉AFA como "Mejor M-preg"