Dragón Púrpura

Capítulo 6

W: señorita adelayn, vera usted se la ha tirado de chistosa en mi clase, por lo que esta usted castigada, ayudará a organizar a la biblioteca, por una semana.

-que? Enserio. Dije sorprendida, pero era de esperarse un castigo.
W:quiere que se lo repita señorita...
-no, si entendí.
W: bien no pierda el tiempo y vaya  a la biblioteca ya está informada la bibliotecaria. Así que buena suerte.
Me puse de pie, iba a abrir la puerta pero tenia seguro, ¿en que momento le dio seguro? Y ¿por qué lo hizo?
W:disculpa no quería interrupciones. Se puso de pie y camino hacia mí como cuando un león va a su presa, me recoste sobre la puerta, no quite la mirada de venable ni ella de mi, sus pasos tan coquetos, ah por Dios, mi respiración se aceleró. Se paro cerca de mí estábamos a unos centímetros su aroma fue directo a mis fosas nasales era tan escalofriante tenerla cerca.
W: me gusta verte así, pegada a la puerta, pero si quieres que la abra debes quitarte de allí.
Esta mujer me hace comportarme como una estúpida total. Me retire un poco de la puerta.
W: bueno ya puedes correr por tu libertad. Dijo irónicamente.
A:acá dentro es más interesante que estar afuera. Que tenga buen día, me fui rápidamente de allí. Llegué a la biblioteca, era bastante grande y acogedora, una señora de unos 50 estaba allí.
-hola, soy la alumna castigada por la profe venable.
-ok, sigueme. Me dio instrucciones de como ordenar los libros, y fue agradable ya que era mejor que estar en casa, encontré un libro que se llama amar o depender, de walter riso, cada vez más  era mejor estar aquí, había acabado de organizar pero me hallaba sentada en el piso con el libro en mis manos. Estaba tan pérdida leyendo que no senti cuando alguien entro en el mismo espacio que yo. Alce mi mirada y me encontré con una venable que no había visto, ¿curiosa?
W: no parece que te desagrado el castigo. Dijo tan tranquila.
-no estan malo, es mejor que estar en casa.
Ella solo guardo silencio.
W: ya es bastante tarde, vamos, te llevaré a tu casa. Me puse de pie y la segui como siempre no pude decir nada ya que no fue una sugerencia, fue una orden.
- voy a tener que seguir portandome mal, dije mientras ya estaba en el auto, mierda, pense en voz alta.
W: yo gustosa te pongo los castigos que quieras, pero que no te agraden, así me gusta más.
-bueno si usted lo dice, yo recibiré todos los castigos suyos feliz, para no darle la dicha de verme refunfuñar.
W: eso ya lo veremos, ahora podrías decirme tu dirección, se que mueres por ir a mi casa, pero no te llevaré.
Le digo mi dirección le pedí que me dejará una cuadra antes y ya estábamos allí.
W: te vas a quedar a vivir en mi coche o te vas a ir a tu casa. Dice burlesca.
-oh verdad, me acerco y le doy un beso en la mejilla, su piel estan suave, y su aroma están agradable. Me separó lentamente y me voy.
El coche arranca rápidamente y allí quede yo, más pérdida en lo que dije que no volvería a caer.

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