Capítulo 11

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El sonido de la alarma, esa rutina mañanera, de la que ya estaba cansada, hoy era mi último día de castigo con wilhemina, me puse a pensar que haré después de a ver encontrado un refugio en la biblioteca, ya sé dónde pasaré mi recreo.
Me toca primera hora con zulma, llego al salón aún faltan 10 minutos para que inicie. Me siento, y espero que la tranquilidad siga un poco más, pero llega vanessa muy enérgica como siempre.
V: buenos días mundo, buenos días adelayn, te tengo un chisme, me encontré en la entrada a la profesora zulma y tiene unos moretones en su cuello, ni te los imaginas, y cuando se bajo del carro iba caminando muy raro, cuando se percató de las miradas, camino como suele hacerlo, parece que le han dado una paliza. Dice muy burlesca.
-y eso que tiene de interesante.
V: parece que alguien amaneció de mal humor, no te preocupes no molestare mucho.
- lo agradecería mucho, hoy no estoy muy enérgica que digamos. V; sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, me dio un beso en la frente y se sentó en su lugar.
Z : buenos días chicos, adelayn necesito buscar unos libros en la biblioteca, me acompañas?
- ok, empecé a seguirla y mi manera de mirarla cambio, ya había saciado mis deseos hacía ella, esa sensación de a ver hecho algo muy malo me indispone.
Z : tu debes saber donde estan los libros de Matemáticas....
- si, ya voy por ellos. No eran libros muy utilizados, era un pasillo solitario. Siento que me arruman contra los estantes haciendo que algunos libros caigan.
Z: te crees muy graciosa por dejarme esos morados en mi cuello, dice como si estuviera enojada.
-lo siento me deje llevar.
Z : no me importa, ahora lo pagarás. Besa mis labios, y baja a cuello, besa un poco y va a mi clavicula derecha y da un fuerte mordisco, ella tapa mi boca con su mano, y me besa mis labios de nuevo, puedo saborear el leve sabor de sangre que llevan. Lleva su mano a mi entre pierna y hace a un lado mi braga, masajea un poco y entra de golpe, no estoy excitada, no lo suficiente y siento que duele. Mis gemidos de dolor quieren salir pero la mano de zulma lo impide, mientras ella disfruta verme querer escapar de sus brazos.
Se empieza a escuchar unos leves golpes de tacón contra el piso y otro más. Zulma se percata y me suelta de golpe, lleva sus dedos que segundos antes estaban dentro de mi, ahora se encuentran en su boca.
Z: exquisito, dice muy coqueta, pero eso ya no funciona conmigo. Quiero llorar, siento mucho ardor, no me encontraba lista para lo que paso. Unas lágrimas escaparon, mientras iba caminando miraba al piso, hay un aroma en el ambiente que es diferente, es de venable. Miro al rededor y no veo a zulma, a donde se fue?
W: señorita adelayn, que hace por aquí tan temprano? Debería estar en clases. Dice tan sería como siempre.
- no lo sé. Susurro mirando al piso.
W: el piso no es para nada lindo, así que mírame cuando te hablo es de mala educación no hacerlo. Que le ha pasado en su clavícula, su camisa esta manchada de sangre. Me mira como si buscara la respuesta en mis ojos  ya que mis labios no la dan.
- no es nada, un rasguño solo eso. W: vamos a mi oficina. Empiezo a seguirla, y por un momento olvido lo sucedido y tengo un poco de energía al verla. Me abre la puerta, y la cierra con seguro. - desabotona tu camisa.
Me quedo pensando si hacerlo.
W: es una orden, dice mientras busca algo, que supongo que es un botiquín. Me quito un poco mi camisa y miro la zona, no es nada grave solo que bueno salió un poquito de sangre. Venable se acerca  a mi con un algodón y alcohol, no me arde cuando lo pone, su cercanía me tiene muy elevada que no siento dolor, miro una y otra vez sus finas facciones y me relajo más, encuentro la tranquilidad que tanto desee.
W: parece que quién hizo esto no entiende la palabra delicadeza, Ya está, anuncia muy bajo. Mira mi pecho y me vuelve a mirar a los ojos, la cercanía es demasiada, mi mirada se van a sus labios, tan suaves y provocativos a la vista, muerdo mi labio inferior, ella mira lo que hago y poco a poco son milímetros los que nos separan.

Hey 👋, que tal, espero que les guste... Haganmelo saber. Los leo.

Dragón Púrpura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora