Dragón Púrpura

Capítulo 50

El silencio me abraza y la debilidad de mi cuerpo me aturde, poco a poco mis parpados se abren y cierran, mis pupilas se sorprenden por la luz, miro un delgado tubo transparente que está incrustado en mí con ayuda de una aguja, el líquido que se transporta en el es de color rojo, me están haciendo una transfusión de sangre. Veo la sala donde estoy y todo es blanco y solitario aquí, es bastante complicado tratar de adivinar la hora, porque es imposible que los rayos de sol penetren aquí. La puerta se abre, dejando ver el rostro de mi mamá, se nota que ha llorado pero también hay decepción en ellos.

M: hola adelayn, cómo te sientes? Se acerca a mí y besa mi frente, es un beso cargado de todo menos de lo bueno.

-bien mamá, logró susurrar ni siquiera tengo fuerza para hablar.

M: sabes, tengo tantas cosas que hablar contigo, así que no me importa tu estado, y que suerte que estás despierta, por qué necesito respuestas.

-te escucho digo tratando de esforzarme, se lo que querra saber.

M: que fue lo que hiciste, por qué te acostaste con esa mujer que esta en coma? Tienes idea de lo difícil que fue para mí, que la policía viniera y preguntara por ti, y que me dijeran que reconociera tu rostro en un maldito video para ellos afirmar el tipo de relación que mantenias con esa mujer, en donde veo a la puta que pari, con otra mujer igual o peor de abominable que tú, y que la policía dijera, señora parece que su hija era la amante de la señora zulma, parece que fueron problemas "amorosos y pasionales". No era el único video que había de ti con esa mujer, eran muchos. Tienes bien merecido ese disparó, debiste morir, eres una vergüenza para Dios y para mí.
Veo como llora - espero que te recuperes si Dios desgraciadamente te brindó una segunda oportunidad, pero a mi lado no vuelves.

Ella sale de la habitación, también tirando la puerta de golpe, trato de calmarme, pero mis ojos no se contienen. Necesito a mina aquí a mi lado, la bolsa de sangre ya se acabó, quiero a mina aquí conmigo, la necesito, me quito la aguja, trato de ponerme de pie, y salir a buscarla, siento que enloquecere, ella es mi paz en esta tormenta. Una enfermera entra en el momento.

Em: señorita por favor quédese allí, no se mueva.

-no puedo, empiezo a llorar aún más, me duele mi abdomen y de nuevo sangra. -  dónde esta wilhemina?
La enfermera se acerca y me toma a la fuerza y me aprisiona contra la camilla, ella toca un botón que esta cerca de la camilla, de inmediato llegan más enfermeros, me atan las muñecas a la camilla y siento un pinchazo en mi cuello. Y de nuevo mis ojos se cierran, queriendo ver a mi mina.

Despierto, con mis parpados cansados,  el primer rostro que veo es el rostro de mina, ella se acerca a mi y besa mi frente, trato de tocar su rostro pero al mover mi muñeca me fijo que estoy atada.

W: tranquila, pronto te soltarán, solo quieren asegurarse de que no te lastimes más.
Empiezo a recordar el por qué estoy atada y me dan ganas de llorar y lo peor de verme así. - shh tranquila, mina me abraza, - todo estará bien, yo estaré contigo.

-mina le doy vergüenza y decepción a mis padres, empiezo a llorar.

W: tú a mi no, sabes lo que causas en mí? Felicidad. Eso puedo decir. Yo estoy feliz de que hayas llegado a mi lado y no me importa lo que los demás digan, yo voy a cuidarte, así que quiero que te recuperes pronto y nos vayamos a casa.