Capítulo 5

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Yo me quede estatica, venable, parece que ha visto un fantasma.
W: adelayn, susurra suavemente, veo ese brillo en sus ojos que tanto extrañaba.
De repente me lleno de ira, dejo el pedido en la mesa y me dispongo a marcharme, venable camina detrás de mi, escucho su bastón chocar contra el piso mientras me persigue.

W: adelayn escuchame, por favor.

- yo no tengo nada que hablar contigo.

W: te debo una explicación.

- debiste darme esa explicación cuando te la pedí, cuando mi corazón estaba destrozado, pidiendo un poquito de ti, tu solo desapareciste, digo mientras seco mis lágrimas.

W: escuchame por favor, escucho como su voz se quiebra.

- no, para qué? Para que me dejes de nuevo, repleta de mentiras, y te marches. No claro que no. Miro a mi al redor y veo la atención de todas las personas sobre nosotras. Sigo caminando y Justo en ese momento aparece juliane.

J: hey cariño, cómo estás? Dice cuando llega a mi lado, venable esta al frente viendo todo, yo tengo mis ojos mirando al piso. - alzo mi mirada y juliane lo nota. -  cariño, que tienes?

- bésame, y abrázame.
Ella me mira confundida, me abraza muy fuerte, y se separa un poco, besa mis labios con tanta ternura, juliane no se ha percatado de venable. Nos separamos lentamente. Mis ojos se dirijen a los de venable y veo como llora, de alguna manera me parte el corazón, si es que se puede más.

W: esto no se va a quedar así. Dice con evidente odio y dolor. Ella se marcha, la veo salir con la otra mujer con la que vino.

J: quién es ella?

- nadie, es solo alguien del pasado, sin importancia.

J: será?

- si, ve a sentarte, ya te llevo tu café, te llevaré lo mismo de ayer.

J: bueno cariño.

Yo le llevo su café, tomo el dinero que dejo venable en la mesa, mis pensamientos están lejanos. Termino de atender los clientes, y mi turno acaba, juliane no puede venir a recogerme, me voy caminando, viene un coche negro detrás de mí, tengo la sensación que me sigue, pero no caigo en detalles del coche.
Entro al edificio y saludo al vigilante que muy amablemente me saluda, tomo el ascensor y subo a mi apartamento.

Apenas llego, pongo a llenar la tina, y me relajo, pero mis lágrimas empiezan a salir, de alguna manera me duele recordar esos ojos de venable, duele mucho, salgo de allí, mi pecho duele.

Me en vuelvo en la toalla y me iba a dedicar a dormir, pero el teléfono suena.

- hola.  Es el vigilante del edificio.

X: señorita, hay una mujer que dice ser amiga suya y que desea verla.

- cómo se llama?

X: dijo que no usted la conoce bien.
Yo me imagine que era juliane tratando de tomarme del pelo, y sonrió.

- es una pelirroja?

X: si.

- déjala pasar.

Me quedo en toalla, para que juliane pueda quitarmela con facilidad. Escucho que tocan la puerta, me dirijo a ella con una sonrisa muy fingida.
Pero sorpresa o sorpresa no es juliane.

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