Capítulo 26

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Mi mamá salió no me dijo nada, prefiero que me diga todo lo que quiere decir, me tiro a mi cama, empiezo a llorar de nuevo hasta quedarme dormida. Mi fin de semana fue horrible mi mamá ni siquiera me miraba y yo me sentía como una basura, en la noche del domingo me escribe un chico que creo que yo le gusto, es de nombre mateo.

M: hola cómo estás adelayn? Tiempo sin saber de ti?
- hola, excelente y tú, bueno yo estoy en casa.
- te parece si recordamos viejos tiempos, cómo cuando por primera vez probaste una cerveza conmigo, salgamos un rato, yo invito, no importa.
- ah, ok esta bien, a que hora y donde?
-a las 19:00 en el  nuevo bar que queda cerca del que donde tomamos juntos, allí se dice que inaguraron y que es un buen servicio asi que quien mejor compañía que tu para que vayas conmigo.
-claro, allí nos vemos entonces.

Fin del chat

Me aliste para salir y ahora quiero avisarle a mí  mamá, para que no me espere.

- mamá, voy a salir con mateo, me invito a comer.

- ve con quien te de la gana. Se paro de su asiento y se fue.
Yo también me fui, iba escuchando música en mis auriculares, yo llevaba puesto de ropa un jean una blusa de color gris y una chamarra negra. Me puse un poco de maquillaje y así quede lista. Llegué al lugar donde acordamos y ya estaba mateo allí, me recibe con un abrazo y un beso en la mejilla.
M: siempre tan linda, y elegante, eres tan diferente a las chicas de aquí, hasta para vestir, eso te hace más interesantes y a mi un privilegiado.
- gracias, dije con simpleza, y una vacía sonrisa.
Buscamos una mesa que diera vista a la ciénaga, dejando apreciar una gran luna roja que parecía que salía del agua. Solo faltaba que en ves de mateo, estuviera venable, tomarla de la mano y decirle que ni el rojo de esa esplendorosa luna podía opacar su glamurosa belleza.
Pronto mi teléfono suena y es un mensaje de un número que ya conozco bien. Mi cara se empalidece al ver una foto mía con mateo en la mesa en donde estamos.
Con un mensaje; vaya veo que no pierdes tiempo, a mi tampoco, espero que la pases bien. Y recuerda a tu amor, zulma.

Allí termina el mensaje, empiezo a mirar a todos lados y no veo a zulma por ningún lado  mi respiración se agita.
M: adelayn, estás bien? Te veo pálida.
-estoy bien, vamos a pedir mejor algo de tomar.
-claro. Mateo llama al tendero y trae unas micheladas.
Empezamos a tomar, me saco a bailar pero yo rechaze su pedido, le dije que no me sentía bien.

-mateo, voy al baño un momento. Digo mientras me pongo de pie.
-claro.

Hago mis necesidades y salgo a lavarme mis manos, pero al mirar al espejo siento que desmayare al verla allí parada.

Hey que tal, disculpen la demora, en mi país hemos regresado a las clases presenciales y bueno ya se imaginaran, mi tiempo se reduce, trataré de actualizar en las noches.

Dragón Púrpura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora