Chicas!!!! Sólo quería deciros una cosa. Durante este capítulo estuve escuchando mayormente Shadow de Austin Mahone, así que si queréis oírla mientras lo leéis, mejor que mejor!!! Espero que os guste xx
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-Honey-
Henar había salido corriendo de allí y Shawn la había seguido hace casi media hora. Esperaba que todo fuera bien entre ellos, ya que tardaban mucho en llegar. Estuve esa media hora prácticamente pegada a Aaron y Matt. Las cosas con Jack parecía que no iban bien y me sentía incómoda ya que él estaba allí adentro haciendo como si yo no existiera. "Voy a salir un rato" le dije a Aaron levantándome de allí. "¿Voy contigo?" negué con la cabeza, le dediqué una sonrisa y salí de allí. Me llevaba genial con todos, pero me había acercado a Aaron muchísimo, era una persona increíble.
Después de dar vueltas por aquel enorme lugar y desesperarme porque no sabía hacia dónde me dirigía, encontré la salida. Había anochecido y hacía algo de frío pero no tenía ganas de volver adentro a buscar mi chaqueta. Me dediqué simplemente a abrazarme a mi misma mientras caminaba casi en círculos dándole vueltas al tema de Gilinsky. Después de aquello durmió conmigo y pareció que las cosas iban bien entre nosotros, pero no. Al día siguiente fue como si todo lo que llevabámos construido en este poco tiempo se derrumbara de golpe. Estábamos fríos, distantes e incluso incómodos el uno con el otro y por lo que a mi respecta rechazar a un chico cuando lleváis 4 días no es para tanto, pero se ve que lo que tenemos, o teníamos Jack y yo no es tan fuerte como para eso. Miré mi reloj, las 22:30, "¿enserio es ya esta hora"?. Miré la puerta de aquel edificio, no quería volver ahí, así que me di la vuelta, quizá caminara, o no sé..
-¿Quieres que demos una vuelta?- ¡joder! casi se me sale el corazón por la boca al oír de repente su voz casi a mi lado. Me di la vuelta y lo miré. Ya no me apetecía estar a malas con él. Al menos no hoy, así que asentí y sin decir nada más empezamos a caminar.
Estuvimos así unos 15 minutos más o menos, sin hablar, simplemente caminando, pero no era incómodo y eso era lo que me gustaba de él.
-¿A dónde me llevas?- dije parándome en medio de la ¿calle? esto ya ni parecía una calle, no había acera, habíamos empezado a caminar por césped y estaba notablemente mas oscuro por aquella parte.
-¿No confias en mi? No soy un asesino en serie..- dijo él sonriendome y sin saber por qué sonreí yo también, su sonrisa me transmitía calma. Seguimos caminando hasta llegar a lo alto de una colina, apenas se veía nada desde ahí.
-¿Me has traído a... mmm la mitad de la nada?- dije cruzandome de brazos, allí hacía más frío. Él puso los ojos en blanco, me cogió los hombros y me guió un poco más arriba. Cuando terminó de subir toda aquella pendiente me giró y fue precioso lo que empecé a ver. Se veía prácticamente todo desde allí arriba. Se veía todo tan pequeño y tan bonito, todo iluminado. Abrí los ojos aún más, enserio, aquellas vistas eran impresionantes. Era precioso.
-Suelo subir aquí a pensar- lo miré, se estaba rascando la nuca mientras miraba distraído aquellas hermosas vistas. Sonreí y volví a abrazarme a mi misma.
-¿Tienes frío?
-¿Qué? Oh, un poco, pero no importa, tenía la chaqueta adentro y no quise volver a entrar...- y en ese momento se quitó la sudadera que llevaba y me la dió después de decirme "póntela", y eso hice.
-¿Por qué me has traído aquí Cameron?- dije rompiendo un silencio que había durado unos 10 minutos.
-No lo sé.. bajé a buscarte porque no te vi con los demás y por impulso te dije que fueramos a dar una vuelta. Cuando estábamos caminando me acordé de este sitio y me dirigí hacia aquí. Nunca había traído a nadie aquí..- dijo eso último casi en un susurro y yo tragué saliva tan fuerte que pensé que me oiría, al igual que mi corazón latir contra mi pecho.
-¿Como estás Honey?- me dijo de repente, y me tomó totalmente por sorpresa. Le miré entre confundida y divertida.
-¿Qué?- reí un poco -pues bien, ¿no me ves?- me miró y no apartó su mirada de mi.
-Es que.. has pasado por mucho Honey, tú misma me lo contaste. ¿Alguna vez te han preguntado cómo estabas ante todo eso?- casi me había olvidado de aquellos mensajes.
-Te deben mandar muchos mensajes por día Cam.. y sí, claro que me lo han preguntado, constantemente.
-Pero normalmente no como los tuyos, ¿realmente.. te salvé?- asentí sin mirarlo y él sonrió -¿tú que les respondes?
-Pues.. que estoy bien
-¿Y lo estás?- entonces lo miré.
-Supongo que sí, no lo sé, que mas da- dije encogiéndome de hombros. Entonces él sonrió.
-Grítalo
-¿Qué?
-Que lo grites, he visto que eso desahoga, o algo por el estilo, venga prueba- empecé a reírme, hasta que me di cuenta que hablaba enserio, ya que estaba mirándome, esperando algo.
-No voy a gritar Cameron, estás loco, no, que verguenza.
-Venga y yo gritaré lo que tú quieras. ¿De que tienes miedo? ¿Que te da verguenza? Deberías salirte un poco de tu molde.. Gallina
Oh no, eso si que no.
-No soy ninguna gallina- lo miré y vi como empezaba a imitar las alas de una gallina, no me lo podía creer.
-Está bien, para, para, eres un crío, infantil- agarré sus brazos y los dos reímos -yo gritaré que estoy bien, pero tu gritarás que eres un idiota- puso los ojos en brazos y negó suspirando.
-Vale- volvió a reír y se giró, quedando de frente. Rió una vez más, cogió aire y gritó "SOY UN IDIOTA" a lo que yo respondí con una risa casi tan alta como su grito, no podía creer que lo hubiera hecho.
-Ahora, te toca a ti, grita que estás bien y convéncete a ti misma- deje de reír e hice lo mismo que él, me giré y empezaron a pasarse por mi mente un millón de momentos. Todo el mundo preguntandome como estaba, las cientos de noches sola, aquella casa vacía. Mi padre.. suspiré y cogí aire y grité tan alto como pude, pero no grité lo que él me pidió, en su lugar un altísimo "VOY A ESTAR BIEN" salió de mi boca. Después de eso sonreí y me giré.
-No me puedo creer que haya hecho esto, por tu culpa- me abrazó de repente durante unos segundos y me miró de frente.
-No es lo que esperaba, pero confío en lo que acabas de decir- entonces, cogió mi mano y nos quedamos así durante un tiempo que pareció eterno, mientras yo apoyaba mi cabeza en su hombro.
No entendía nuestro cambio repentino, pero con él tendría que estar acostumbrada. Un día me sonreía y al otro día nos estábamos gritando, todo a su lado era como una montaña rusa. Ahora sólo me apetecía estar así, gracias a lo que había hecho en ese momento por mí, pero quizá mañana me apetecería tirarlo de todo a la cabeza y no volverle a ver jamás. ¿Valía la pena estar al lado de aquel chico?