*Henar*
+No sé que ponerme, joder, ¿qué me pongo? -había sacado absolutamente todo de mi armario, de mis cajones, de todos lados, incluso de la habitación de mi madre y aún no sabía que ponerme. Sara me miraba desde el marco de la puerta negando con la cabeza- ¿podrías ayudarme no? Para eso has venido.
+Puedo irme si quieres... -dijo dándose la vuelta.
+No, lo siento, tía es que estoy muy nerviosa, he tenido muchas citas con Shawn pero la de hoy sonaba importante y ai, no sé -ella se metió en mi habitación y empezó a rebuscar entre el desastre que había montado. Yo no paraba de hablarle pero ella no contestaba.
Después de 10 minutos sonrió satisfecha levantando un vestido negro corto y un cinturón blanco con un detalle dorado. Lo puso sobre la cama y empezó a rebuscar entre los tacones hasta sacar unos negros.
+¿Esta ropa es mía? -dije cogiendo el vestido, me encantaba.
+Tus nervios no te dejan ver con claridad eh. Ahora espérame aquí, voy a buscar unas cosas a mi casa ¿vale? Vete vistiéndote -vi como desaparecía por la puerta de mi habitación.
Me desvestí y me puse el vestido, con su cinturón. Me encantaba, en estos momentos quería aún más a Sara y a su capacidad de buscar conjuntos increíbles. Me miré al espejo, me gustaba, me gustaba como me quedaba, era precioso. Me puse los tacones y seguí mirándome, se me veía en la cara, nunca había estado tan nerviosa y no sabía ni siquiera el por qué. Era una cita, una simple cita con el chico del que estoy enamorada. Suspiré y me di la vuelta al oír la puerta de mi casa cerrarse.
+Oh, Henar, estás preciosa cariño -dijo mi amiga sonriéndome desde la puerta- toma, te quedaran genial con el vestido -y me puso un reloj blanco, un collar con un cristal blanco y unos pendientes, también blancos- lista, llevas tu cartera blanca y ya estás preparada, vamos a maquillarte.
En una hora ya estaba lista para que Shawn viniera recogerme.
+Hola preciosa -me dijo él nada más llegar, cogiéndome de la cintura y dándome un dulce beso en los labios. Cuando se separó me sonrió y cogió mi mano, llevándome al coche. Hoy notaba algo diferente en él.
+¿Dónde vamos a cenar?
+A un restaurante –rodé mis ojos y miré por la ventana, no me sonaba el lugar.
+Guau, cada día te vuelves más inteligente Raul -me miró mal por haberle llamado por su tercer nombre y se rió.
+¿A qué se debe la cita de hoy?
+Henar, cielo, ¿por qué estás tan nerviosa?
+No estoy nerviosa...
+Cuando estás nerviosa preguntas mucho, más de lo habitual -me volvió a sonreír y yo le saqué la lengua. 15 minutos después habíamos llegado. Shawn se bajó del coche y me dio la mano ayudándome a mí a salir. Entró en un restaurante dando su nombre. El metre nos llevó hasta el final del edificio, abriendo una puerta que daba a una especie de patio, en el medio de esta había una mesa para dos personas, con sillas decoradas. Alrededor habían arboles también decorados con luces preciosas y farolillos y encima de la mesa velas. Miré a Shawn sin creérmelo, ¿había hecho esto sólo para mí?
Tiró de mi mano y me llevo hasta la mesa
+Shawn, esto es precioso... pero, ¿por qué? -miré a mi alrededor, allí no había nadie más, sólo él y yo.
+ ¿No puedo hacerle un pequeño detalle a la chica de la que estoy enamorado? -noté como me sonrojaba y cogí su mano por encima de la mesa, definitivamente hoy Shawn estaba diferente -Henar, casi te pierdo una vez por no demostrar lo que sentía, no voy a cometer el mismo error dos veces.