*Marina*
Me detuve a admirar todo lo que veía a mi alrededor. Todo era tan verde, tan colorido, tan vivo... Era precioso. Miré al chico que iba caminando delante mío, metiéndome prisa.
+Sammy ¿cuanto tiempo más vamos a estar caminando?
+Queda poco, te va a encantar.
Él me dio la mano para ayudarme a pasar por unas rocas. ¿Que me iba a encantar? Si ya me encantaba, este sitio era precioso, no paraba de mirar hacia todos sitios para no olvidarme de nada.
+Nunca había traído a nadie aquí, así que por favor, siéntete privilegiada -él rió y yo le sonreí. Había tenido mucha suerte en haber conocido a Sammy, era increíble.
Seguimos caminando algunos minutos más hasta que se detuvo y se dirigió hacia mí.
+¿Confías en mi verdad? -dijo muy cerca mío. Yo asentí mirándolo a los ojos y él se colocó detrás mío, tapando mis ojos con sus manos. Yo sonreí y dejé que me guiara.
+¿Es ahora cuando me tiras por un acantilado?
+Antes de tirarte por un acantilado haría otras cosas contigo... -Sammy me susurró al oído y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. ¿Lo había oído bien?- ya hemos llegado.
Él quitó sus manos de mis ojos y me quedé sin habla. Estábamos en una especie de prado, lleno de árboles, flores.. Y en el medio un gran lago, con el agua sorprendentemente cristalina, tan clara que se distinguía el fondo a la perfección. Cerca de la orilla, justo a la sombra de dos enormes arboles había una manta y varias cosas encima.
+¿Qué es esto?
+Esto es nuestra primera cita.
+Hemos salido un montón de veces.. -dije empezando a caminar hacia la manta, sonriendo.
+Ya, pero nunca hemos tenido una cita en condiciones y quería sorprenderte... ¿Lo he conseguido?
Lo miré a unos metros de él y me mordí el labio. Este chico no pararía de sorprenderme... Me volví a acercar a él y tiré de su mano, dirigiéndole hacia la manta. Una vez sentados empezó a sacar vasos y envoltorios que contenían comida. Mantuvimos una conversación bastante relajada e incluso divertida. Ser yo misma era mucho más fácil cuando él estaba cerca mío.
+Bff, creo que no puedo comer nada más.
+Pero si casi te comes hasta las flores -me levanté y lo miré ceñuda. Mientras él estaba distraído riéndose yo le tiré un papel que habíamos dejado por ahí. Él paró de reír y me miró seriamente, pero ahora la que empezó a reír fui yo.
+Con que esas tenemos...
Sammy se fue acercando poco a poco a mi, caminando a gatas. Mi respiración se entre cortaba cada vez que él se acercaba demasiado a mi, acerco su cara a la mía... Y noté como mi cuerpo ya no tocaba el suelo.
+¡Sammy, suéltame, joder, suéltame!
+¿No querías jugar?
Y cuando me di cuenta estaba empapada de arriba abajo. Él reía muy cerca mio y empecé a echarle agua, éste aun no me conocía. Me acerqué a él mirándolo a los ojos fijamente, le sonreí y él hizo lo mismo. Agarré su cara con mis manos, me acerqué tanto como pude a su boca y antes de que éstas se rozaron le sonreí con burla. Tiré con todas mis fuerzas hacia bajo y le hundí la cabeza en el agua. Cuando consiguió salir yo no podía parar de reírme, su cara era un cuadro intentando descubrir que había pasado.
+¿Que te ha pasado Sammy?
+Vaya vaya... La niña sabe como jugar eh -levanté una ceja ante ese comentario y volví a acercarme a él, él cogió mi cintura con ambas manos y cortó la distancia que quedaba- ¿que tal si nos dejamos de juegos ya?