You used to be my idol [Cameron Dallas]

sorpresa

+ Maya, todo va a salir bien ¿Vale? ¿Por qué no hablas con él?

+ ¿Estás loca? No, aún no... quiero ver que pasa.

+ Maya, yo que tú hablaba con él ya, sólo... piénsalo ¿vale?  -ella asintió y se separó de mi.

+ Mejor vayámonos ya, los demás se estarán preguntando donde estamos y debo disculparme con Marie.

Después de que Maya hablara con Marie y se disculpara estuvimos allí unos 20 minutos más hasta que decidimos irnos. 

+ ¿Queréis hacer algo? Ir al cine o no sé... 

+ Yo tengo hambre  -dijo Maya, a lo que mi prima asintió. 

+ Yo quiero irme ya a casa, me espera el señor Potter, mi bonito sofá y comida allí, adiós  -dijo Leyre y se fue sin más. Esta chica era curiosa, me caía muy bien. 

+¡TACOBELL!  -dijeron a la vez Lucia y Jacob, mirándose y riéndose después. 

+ Pues bueno, parece que la parejita ha elegido ¿no?  -dijo ahora Aaron. 

+ Honey y yo tenemos cosas que hacer, así que nos vamos ya  -miré curiosa a Cameron ya que en ningún momento me había dicho que teníamos planes-  ¿hacemos algo mañana?  -ellos asintieron y se despidieron de nosotros. 

+ ¿A dónde vamos? No quiero más sorpresas .

+ No es ninguna sorpresa, ¿no ves que no te estoy tapando los ojos?  -reí recordando que en las dos sorpresas que me había preparado me había tapado los ojos.

+ Oye... Nash es tu mejor amigo, ¿que piensas de lo que pasó en la fiesta? Desde que lo conocí lo tenía como un chico que se intentaba alejar de los problemas todo lo que pudiera y más si esos problemas implican a uno de tus mejores amigos...  -le pregunté mientras caminábamos a dónde fuera que me estaba llevando. Tenía mucha curiosidad por saber que pasaba con Nash, no me había atrevido a preguntarle a él, y mucho menos a Marie, que era lo que pasaba con ellos, y no creía conveniente preguntárselo a Aaron.

+ Bueno... Nash conoció a Marie cuando Aaron nos la presentó, hará unos nueve meses ahora. Desde el primer momento se encaprichó de ella, e incluso estuvo a punto de meterse entre ellos dos para que nos acabaran juntos, pero una amiga de él, Sofía, lo evitó. Sofía es amiga de la prima de Nash, Leyre y siempre está cuidando de él, más de una vez ha evitado que se meta en líos. El caso es que Nash meses después seguía encaprichado y se enteró de que Marie iba a estar en no se qué fiesta, así que fue. Intenté detenerle, Aaron es su amigo, pero él me dijo que no haría nada, que sólo estaría allí para cuidar de ella. Por lo visto la besó y desde entonces Marie le retiró la palabra. Se lo contó a Aaron en la fiesta, y eso, más que Nash no paraba de provocarlo pues pasó lo que pasó. Conocemos a Aaron desde hace ya bastante tiempo y nunca lo había visto así, quiere a su novia y la quiere de verdad.

Me quedé repasando todo aquello que Cam me había soltado... vaya, si que se callaban cosas estos chicos.

+ ¿Han hablado? 

+ ¿Marie y Aaron con Nash?

+ Sí...  -él negó y me miró.

+ Aaron no quiere que Marie se acerque a Nash. Y me temo que pocas serán las veces que los verás en la misma habitación a los tres juntos y ahora Nash está bastante jodido.

+ ¿Crees que se le pasará pronto? 

+ Quien sabe, es Nash Grier, nunca sabes lo que va a hacer hasta que lo hace.  -los dos reímos, y tras estar andando durante otros 10 minutos llegamos a una especie de aparcamientos que parecían sacados de una película de terror, el coche de Cameron se encontraba en medio de estos. Miré a mi novio con el ceño fruncido.

+ ¿Vas a violarme?  

+ Bueno... no hay nadie  -dijo cogiéndome por la cintura y empujándome suavemente hasta la pared-  Y si gritas nadie te podría oír  -dijo ahora subiendo mis manos hasta mi cabeza y acercándose a mi cuello. Pero de repente paró y se alejó de mi-  pero no, voy a enseñarte a conducir.

+ ¿Qué? ¿Estás de broma? 

+ Honey, sólo tienes un año menos que yo y yo llevo conduciendo dos años ya, así que ya es hora.  cogió mi mano y me llevó hasta su coche-  perdón por lo que te pueda hacer  -dijo acariciando el capó de su coche y metiéndose en el asiento del copiloto-  bien, empecemos. 

*Lucía*

+ Creo que voy a reventar, no puedo ni caminar  -agarré mi barriga, hinchada y me paré en medio de la calle, había comido demasiado. En realidad siempre que iba a tacobell lo hacía, esa comida era mi debilidad, si pudiera, me casaría con ella. 

+ Siempre te pasa lo mismo Lucía, deberías aprender que ahí no cabe mucho  -dijo mi novio señalándome de arriba abajo, aunque para ello no necesitara ni un segundo, ya que con sólo un movimiento de mano de él abarcaba todo mi cuerpo. 

+ Nadie tiene culpa de que tú seas una torre  -dije y seguí caminando mientras los demás reían divertidos. 

+ Oye ven aquí, ¿te vas a enfadar por decir la verdad?  

+ No estoy enfadada, estoy hinchada y llena de comida, necesito tumbarme en mi cama y no moverme de ahí en días.

+ ¿Y eso es algo nuevo?  -me giré a Jacob mirándole con los ojos entrecerrados. 

+ ¿Hoy es tu día de "molestemosaLucia"? ¿No tienes otra cosa que hacer señorito ladosblancos?  -le dije en español, sabiendo que eso más que molestarle le haría reír, porque así era él, nada le molestaba. Y en efecto el se rió y se acercó a mi. 

+ Va, ¿me perdonas? 

+ No, déjame, o bueno... te perdono si me llevas a caballito hasta casa  -dije parándome frente a él y sonriendole. 

+ Tengo algo mejor... ¿Aaron, se lo decimos ya? Así mi novia me perdonará...  -Aaron asintió y yo me quedé mirando a Jacob, que sacaba algo de su bolsillo. Marie y Maya se ponían a mi lado, ya que Paula se había marchado también, Hayes la había pasado a buscar. 

+ Yo esto lo haría mejor en casa...  -dijo Aaron, pero antes de que Jacob intentara poner de vuelta en su bolsillo lo que fuera que tuviese, yo se lo quité de las manos.

No. No. No puede ser, miré a mis amigas y de nuevo a lo que tenía entre manos. Esto tenía que ser una broma.

+ ¿Me estás vacilando?  -y empecé a llorar mientras seguía mirando aquellos papeles. 

Jacob sonreía mientras Maya y Marie me miraban confundidas, intentando mirar lo que yo tenía entre manos.

+ Lucía déjanos mirar, ¿eso que es? ¿que te pasa?  -Maya me quitó un de las manos y sus reacciones no fueron muy diferentes. 

Marie se tapó la boca con una mano y Maya parecía que había dejado de respirar, sin quitarle la vista a lo que tenía en su mano.