Especial

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*Maya*

Me gustaba estar aquí, ojalá pudiera convencer a mi madre para estudiar aquí o para quedarme, pero sabía que eso sería algo difícil o más bien, imposible. Pero no quería pensar en eso, era aún el tercer día, aún me quedaban casi tres meses "viviendo" aquí. Me tumbé mirando al techo. Era tarde pero no quería dormir, y ya estaban todos acostados, eran unos aburridos...

*¿Qué haces?*  ¿Qué haría Matt despierto a esta hora?

*Mirar al techo... y tú?*

*Básicamente... lo mismo. Hacemos algo?*

*Es la 1 de la mañana Matt, ¿Qué vamos a hacer ahora?*

*Vístete, te paso a buscar, en 5 minutos estoy ahí*

Este chico estaba loco. No sabía si lo había dicho de verdad, pero me puse unos vaqueros, una camiseta y mis vans y salí de allí sin hacer ruido. Llaves, necesitaba unas llaves para entrar después. Aaron dijo que nos haría una copia pero aún no la teníamos.

Busqué con la linterna del móvil por todo el salón las malditas llaves. ¿Se puede ser más desordenado? Aaron lo deja todo tirado por el suelo, no hay manera de encontrar nada. Levanté los cojines e incluso ropa que tenía por allí tirada. Nada. Me dirigí casi a ciegas hacia la mesita del salón.

+Mierda, joder  -me tapé enseguida la boca ante el grito que había pegado. Me acababa de dar en el pie con la esquina de aquella estúpida mesa.

+ ¿Maya?  -vi a Aaron asomarse a las escaleras, con suerte como estaba todo oscuro no me vería vestida, no quería dar explicaciones ahora.

+Lo siento Aaron, bajé a coger agua y me di un golpe  -él me dijo un "buenas noches" en bajito y se fue a su habitación.

*Lo de los 5 minutos era enserio, baja*

*No encuentro las llaves Matt y me acabo de dar un golpe, llevo un rato buscando*

*No las cojas*

*¿Y cómo entro luego?

*Ellos te abrirán**Sal ya* 

Resoplé y le hice caso, pero no sabía cómo era que iban a abrirme cuando era tan tarde.

+Por fin sales, llevo esperando muchísimo

+No seas exagerado, acabas de llegar. ¿A dónde  vamos a ir?

+No sé  -lo miré levantando una ceja-  vamos, ¿nunca has caminado sin rumbo? Vamos  -y después de decir esto me cogió la mano y empezamos a caminar. Yo no paraba de mirar hacia abajo, hacia nuestras manos. Desde el día en el que nos conocimos no habíamos dejado de hablar ni un solo día, pero cuando lo vi aquí el primer día no supe que decirle, él simplemente me abrazó y todo surgió de forma natural. Matt me gustaba, me gustaba mucho pero me daba miedo abrirme mucho a él, principalmente por lo lejos que vivíamos el uno del otro y porque mi forma de ser era así, me costaba abrirme a la gente, a los chicos más bien. Sabía que Honey lo llevaba bien porque ella ahora vivía aquí, pero yo no podría hacerlo, al menos no aún.  Miré de nuevo nuestras manos.

+ ¿Te incomoda? ¿Quieres que te la suelte?  -dijo mientras deshacía su agarre, yo negué y cogí de nuevo su mano, sonriéndole.

Caminamos mientras yo dejaba que él hablase, me gustaba escucharle. Era muy ruidoso y se reía por todo y cuando lo hacía, soltaba su típico gritito, cosa que me hacía reír a mí. Le conté algunas cosas de mí, me costaba soltarme a la gente, pero con él era más fácil.

+Matt, vale que te guste caminar, pero llevamos caminando un montón

+Eres muy quejica, vamos a sentarnos anda  -y después de caminar otros 10 minutos, encontramos un banco en el que sentarnos.

 +Cuéntame cosas de ti.

+ ¿Qué quieres saber?

+No sé, cuéntame lo que quieras, pequeñas tonterías. Hablamos todos los días y no sé esos pequeños detalles de ti. Me llevas ventaja en eso  -le sonreí y pensé en qué decirle.

+ ¿Cualquier cosa? ¿Cosas como... lo que me gusta y lo que no?  -él asintió.

+ Vale pues... Mi cumpleaños es en septiembre, el 12, aunque creo que eso lo sabes. Si vas a preguntarme por mi color favorito, no lo hagas, porque no tengo.  Ehh, me gustan los champiñones, mucho.  –él sonrió ante esto y yo también.

+Sigue.

+Tengo la manía de morder cosas, así que es mejor que nunca me dejes nada tuyo porque acabaré mordiéndolo, al igual que la manía de dejarlo todo para último momento, no puedo remediarlo. Soy muy rencorosa, mucho. Me encanta la música, oírla, pero me canso rápido de las canciones. También amo cantar pero sé que no me dedicaré a ello.

+ ¿Por qué? Quiero oírte cantar  -lo miré y negué-  ¿Por qué?

+Quizá algún día...

+ Entonces... ¿A qué quieres dedicarte?

+Me gustan los idiomas... turismo, o, enseñar inglés.

+ Sé te da bien hablar inglés para ser española, ¿lo estudias?

+En el instituto, pero lo que he aprendido lo he aprendido por mi cuenta.

+ Podrías hacer turismo y luego quedarte aquí, practicando  -Matt me sonrió y yo miré al frente. Quizás.

+ ¿Algo más? Dime algo sobre temas amorosos.

+Hay poco que contar... ni siquiera me han dado mi primer beso, así que puedes hacerte una idea... -Matt me miró abriendo bastante los ojos.

+ Es coña ¿verdad?  -negué y me quedé mirando al frente para luego bajar la cabeza.

+ ¿Nunca te ha gustado nadie o...?

+Soy muy cerrada, me cuesta confiar en los chicos, no suelo contarles mis cosas y supongo que se acaban cansando de no saber nada de mí.

+Pues no saben lo que se pierden por no esperar un poco  -sonreí aún con la cabeza agachada. Matt me la levantó y me miró directamente a los ojos.

+Dicen que soy rara.

+Yo creo que eres especial  -y después de decir esto, juntó sus labios con los míos para darme mi primer beso. Mi primer beso, con mi persona favorita.  No creo que nadie podría haber superado, ni igualado, aquel beso. 

You used to be my idol [Cameron Dallas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora