CAPÍTULO 50.

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¿Qué mas podía salirnos mal? Nada más ir por la zona en la que podrían haberse llevado a Gabriel, nos vimos rodeados por una gran cantidad de personas

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¿Qué mas podía salirnos mal? Nada más ir por la zona en la que podrían haberse llevado a Gabriel, nos vimos rodeados por una gran cantidad de personas. Esas mismas nos habían llevado hasta lo que parece ser una enorme estancia de basura, y no exagero al decir que es enorme, aquí podría entrar miles de persona, claro que no es el mejor sitio para vivir rodeado de basura y chatarra.

Nos vemos rodeados por todos ellos, y una mujer de pelo corto se hace paso entre todos.

—¿Sois una coperativa o hay un jefe?—pregunta la mujer.

Otra señora no tarda en darle un empujón a Rick, para hacerle saber que hay un líder en el grupo.

—Hola, soy Rick.

—Nos debéis la vida—continúa la mujer, con aires de grandeza—. ¿Queréis recuperarla? ¿Tenéis algo?

—Tenéis a uno de los nuestros, Gabriel. Antes quiero verle, luego hablaremos.

Me sorprende que no quiere rebatir la petición y acepte.

Lo único que puedo observar es el alivio en su rostro al vernos.

—Robasteis las cosas con un bote—continúa la mujer ante el silencio—lo vimos y cogimos el resto. Después a él.

—Sabes que no tenemos nada con que comprar nuestra vidas—contesta Rick—y pronto vosotros tendréis lo mismo. Nada. Porque mi gente y yo somos propiedad del grupo que se llevó todas las provisiones. Se llaman los salvadores, ellos son nuestros dueños. Si nos matais, consideraran que les habéis robado y vendrán a buscaros.

El otro grupo se mantiene en silencio y Rick les sigue poniendo las cosas claras.

—Para los salvadores solo dan dos opciones; matarte o esclavizarte. Pero hay una salida, ayudadnos a luchar contra ellos.

—No—responde la líder con gracia.

Hace una señal y no demoran en venir hacia nosotros. Solo sé que mis puños se mueven solos a cualquier ataque, y de fondo escucho a Rick pedir que paremos todos.

—¡Dejarnos marchar o acabo con su vida!

El grito de Gabriel nos hace pausar a todo el mundo. Allí sujeta a la misma mujer que dijo que Rick era el líder, con un cuchillo contra el cuello. Vaya, si que ha cambiado.

—Apartate de Tamiel, vamos—le pide la jefa sin dejarse intimidar.

—Los salvadores tienen otros puestos—sigue Gabriel sin moverse de su amenaza—otras comunidades. Tienen cosas; comida, combustible,  vehículos, armas. Todo lo que podáis desear.

La mujer vuelve a hacer otra seña con la mano y su grupo se aleja de nosotros. Parece ser que le llama la atención lo que está diciendo Gabriel.

Le vuelve a pedir que se aparte de la señora y este duda, hasta que Rick le hace una señal para que lo haga.

—Si nos ayudáis y vencemos juntos, os quedareis mucho de lo que tienen—continúa Gabriel tras soltar el machete en el suelo—vuestra ayuda será recompensada, más de lo que os imagináis.

La otra familia: vuelve a mí. [Rick Grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora