La otra familia: vuelve a mí. [Rick Grimes]

CAPÍTULO 53.

Segundo día en Hilltop.

—Enterramos a Rosita en Alexandria—susurro sin dejar de ver la tumba de Abraham—tendría que estar aquí para ver como acabamos con Negan.

Glenn se sienta a mi lado y pasa una mano sobre mis hombros, atrayendome hacia él. La mano sobrante la entrelazo como puedo con la mía, y disfruto del cariño de mi mejor amigo.

—Rosita nos salvó a todos—admite Glenn—probablemente se ha reunido con Abraham, eran el uno para el otro.

—Su amor seguirá más allá de la muerte.

Seguimos hablando sobre la pareja hasta que dejo de llorar y lamentarme por no haber hecho justicia mientras Rosita seguía con vida. 

Me separo un poco de Glenn y procedo a meter una mano en el bolsillo de mi pantalón. Mi amigo mira perplejo el pequeño papel y parpadea varias veces, intentando asimilar lo que ve.

—Ah... yo—balbucea con risas nerviosas—. ¿Nos alegramos o quieres detener el proceso? Apoyaré la decisión que tomes.

Mis ojos vuelven a llenarse de lágrimas.

—Creo que podemos alegrarnos.

—¡Ven aquí!

Nos fundimos en un cálido abrazo y noto que Glenn se ha echado a llorar en mi hombro. Le acaricio la espalda y espero paciente a que nuestra emoción baje.

—¿Qué ha dicho Rick?

—Me acabo de enterar esta mañana—confieso con una risa nerviosa—y con la movida de ayer con que volvió a enfrentarse a Negan, y volvió a escapar, no he sabido como manejarlo. Además, no sé si pueda llegar a tenerlo.

—¿Qué quieres decir?—pregunta borrando su enorme sonrisa.

Suspiro.

—Apenas tengo tres semanas y-

—¿Tres semanas de qué?

Glenn y yo nos quedamos rígidos ante la voz que hay a nuestras espaldas. Nos hacemos muecas el uno al otro, tratando de buscar ideas para sacarnos de esta situación.

Nos ponemos de pie de un salto y comenzamos a mover las manos en señal de nerviosismo.

—Voy a ver si Maggie ha decidido que hacer con las tres mujeres que encontró—comienza Glenn, casi sudando—es una buena idea hacer un trueque por comida y sabiduría, a cambio de discos. No piden algo imposible, solo música. Ella está al mando ahora, es emocionante, ¿saben? Bueno, eso, ahora me voy. Buenas tardes. Ah, quiero aprender a tejer, podría vender ropa hecha a mano.

Lo miro con cara de; ¿que demonios dices? Y este niega con la cabeza sin saber que mas decir, huyendo de la escena. Se gira una vez más y le veo como salta a unos metros, como si estuviera celebrando por la noticia. Sonrío. Lo veo desaparecer y trago saliva al ver el serio rostro de mi amor.