CAPÍTULO 20.

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—El ejercito levantó estas vallas para que la gente pudiera venir—explica Daryl al hombre recién llegado al grupo en cuanto llegamos—la semana pasada cuando lo descubrimos había un puñado de caminantes tras la alambrada como perro guardianes, no se podía entrar.

—¿Y se han ido todos?—pregunta el hombre.

—Escucha eso—contesta Sasha.

—¿Los sacasteis?—pregunta Michonne.

—Encendimos un equipo de música.

—Conectado a dos baterías—continúa Glenn, esta vez Maggie no había venido.

Daryl nos invita a caminar y asegura que mañana volveríamos con mas gente para coger mas cosas. Paramos frente a la puerta del centro comercial a la espera de que algún caminante se asome por las grandes ventanas. No sabíamos con certeza si estaba todo limpio por dentro, la seguridad ante todo.

—Creo que ya lo tengo—habla de la nada el novio de Beth.

Daryl le mira y yo vuelvo a burlarme mentalmente. El chico no se cansaba nunca y el cazador era popular.

—¿El qué?—pregunta Michonne.

—Intento adivinar a que se dedicaba Daryl antes de todo eso.

—Lleva intentándolo seis semanas—afirma incrédulo.

—Voy a mi ritmo. Una idea al día.

—Dispara.

—Por cómo eres en la prisión, estás en el consejo, sabes seguir rastros, ayudas a los demás, pero continúas siendo algo... hosco. Voy a adivinar; eras poli de homicidios.

Sin querer Michonne y yo nos reímos a la vez.

—¿Qué os hace tanta gracia?

—De nada—contesta ella—te pega mucho.

—Pues tienes razón, era secreta.

El chico se queda de piedra y balbucea:

—¿He acertado?

—Sí, no me gusta recordarlo porque aquello era una mierda, ¿sabes?

—Tío, no jodas, ¿en serio?

Todos sabemos que es mentira. La conversación da por finalizada en cuanto vemos a un caminante golpear la ventana. No es difícil acabar con los pocos que hay dentro.

Voy a mi paso recorriendo los pasillos del lugar con un carrito de compras y me encargo de coger lo necesario. Llevo un bolso colgado sobre mis hombros y allí guardo una pequeña cámara, un par de zapatos para Dylan, vitaminas para Alissa y un par de cosas para compartir con Rick. Las cosas comunes para el resto las sigo guardando en el carrito.

Un ruido hace me sobresalta y me alejo para ver que demonios ha pasado. Resulta que una estantería de alcohol ha caído encima del nuevo. Daryl, Tyreese, y el novio de Beth, Zack, levantan la primera estantería pero en hay otra en la que su pie ha quedado atrapado.

—Es que iba muy rápido y choque con los estantes.

—Has tenido suerte—le dice Tyreese—si te hubieran pillado peor al caer...

Un jodido caminante atraviesa el techo y queda colgado por sus tripas.

—Deberíamos irnos ya—aconseja Glenn, llegando con Michonne.

—Bob está atrapado—contesto, señalando la estantería—hay que sacarlo de allí.

—Iré a avisar a los demás—avisa Michonne.

La otra familia: vuelve a mí. [Rick Grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora