CAPÍTULO 04.

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Mis manos se mueven nerviosas al ver a Maggie llorar de rodillas frente a su padre. Ver aquella escena me parte el corazón, no digo nada solo me quedo apoyada en el umbral de la puerta. Ni siquiera tengo el valor de entrar y consolarla, siempre se me ha dado mal dar palabras de aliento en momentos como este. Nunca tuve un padre que de verdad me quisiera así que no sé que se siente perder a alguien de ese nivel. Pero si siento un dolor profundo en los más fondo de mi alma por la muerte de aquella mujer que nos adoptó a mi hermano y a mi. Amanda era la mujer más humilde e increíble que he conocido en mi vida, amaba con todo mi ser a esa mujer por haber abierto las puertas de su casa a dos niños que no tenían ni donde caerse muertos. Recuerdo que luchó una y otra vez contra los del orfanato para que no nos separaran. Amanda nos puso un nombre, nos dio educación, un techo en el que vivir, nos dio todo el amor que cualquier niño pudiese desear. Gracias a ella pudimos formar una verdadera familia y siempre le estaré eternamente agradecida. Así que supongo que sé por lo que Maggie está pasando, no importa que no haya tenido un padre.  Yo perdí a mi madre, a mi hermano gemelo. Recordarlos ya no me da tristeza, es un bonito recuerdo de dos personas que amé con todo mi corazón. Mirar hacia atrás es un poco nostálgico así que prefiero centrarme en mi pequeño. Dylan es el amor de mi vida, nada en el mundo se compara con lo que yo amo a mi bebé. Mi hijo fue como un pequeño rayito de sol cuando me sumergía en tremenda oscuridad, fue mi fortaleza para seguir en pie y no derrumbarme. Tenía a una pequeña persona que dependía completamente de mí y yo no podía fallarle. No olvido a Rick, en como me alejó de los malos pasos en cuanto Alex se fue de mi lado. También fue mi gran roca que me mantenía con los pies en la tierra cuando miles de cosas horrorosas pasaban por mi mente, me aferre tanto a él que no me importaba hacerle daño a nadie porque tenía miedo de volver a estar sola. De morir sola. Mi infancia y parte de la adolescencia no han sido muy buenas pero siempre trato de ver lo mejor de aquellas etapas. Ahora ya no se puede cambiar el pasado, por muchos errores que haya cometido a lo largo de mi vida, han llegado a mi personas maravillosas de las cuales ya no puedo alejarme. Como de Alissa y de Mateo, antes de que alguien les haga daño, me lío a puñetazos con quien sea. Alissa curó ese vacío de sentir lo que es perder a un hermano, como una vez me dijo; eres mi mejor amiga, eres mi hermana y puede pasar lo que sea entre nosotras pero nunca me alejaré de tu lado. Seré como un grano en tu bonito trasero, jamás me iré, te lo prometo. Adoro a cada persona que me rodea, no me importa las diferencias de edad ni la forma de pensar de cada uno, yo los adoro por igual. 

—Estas en Alexalandia—canturrea mi amiga. 

Me alejo un poco de la celda donde están Hershel y Maggie para no molestarlos. Alissa me sigue y juntas nos sentamos en el suelo. 

—Es muy triste lo que le ha pasado al granjero. 

Alissa es muy confianzuda con Hershel, se la pasan hablando como cotorras de cultivar cosas, sin duda se llevan de maravilla. 

—Lo sé—contesto tras soltar un suave suspiro. 

Me pongo de pie en cuanto veo a Carl y a Dylan entrar por una de las puertas que dan acceso fuera del pabellón. He estado tan absorta en mis pensamientos que ni me acordaban que habían ido a arreglar la comida. Mis ojos se dirigen al bolso que carga Carl entre sus manos. 

—Mirad esto—dice y deja caer el bolso al suelo donde nos deja a la vista vendas, medicamentos y un par de cosas más.  

—¿De donde lo has sacado?—le pregunta Lori. 

—De la enfermería. La he vaciado, no quedaba mucho. 

—¿Has ido tú solo?

—No, con Dylan. 

—¿Estás loco?—pregunta indignada su madre.  

Si mi mandíbula no estuviera sujeta a mi cara les juro que ya estaría en el suelo. Miró a Dylan con todo el enfado del mundo y me llevo la mano hacia mi pie donde por casualidad no llevo mis chanclas como otros días sino mis malditos zapatos deportivos. 

La otra familia: vuelve a mí. [Rick Grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora