CAPÍTULO 23.

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Después de que se fuera Rick me quede plasmada en el mismo lugar, no sabía que hacer ni que decir. Una voz interrumpe mi momento de crisis existencial
Según Hershel me encontró inconsciente a mitad de camino por deshidratación por lo que inyectó suero en mis venas. No sé si tener esperanza en sobrevivir, no sé en que aferrarme para creer que voy a salir de esta.

Levanto la vista y me topo con la mirada del granjero.

—¿Cómo te encuentras?

—Mal.

Me regala una sonrisa y vuelve a poner un paño húmedo sobre mi frente, aquel gesto me remueve el corazón por el acto y cariño paterno que me trasmite.

—Trata de descansar, Alexa, las cosas pueden mejorar.

—¿Realmente crees que eso pasará? La gente no para de morir en este lugar. Pero gracias por estar aquí, Hershel. Sin ti probablemente ya estuviera muerta.

—Soy un buen veterinario.

Su comentario me hace reír e intento mantener mis sentidos despiertos. Estoy agotada.

—Alexa—me llama, hago un sonido gutural haciéndole saber que le escucho—. Anoche escuché como llamabas a tu hermano.

Cierro los ojos.

—Está muerto, ¿sabes? O eso quiero creer yo. No sé que has escuchado, no recuerdo nada.

Hershel se sienta en el suelo, justo al lado de donde estoy acostada. Su silencio me pone más nerviosa por lo que vuelvo a cerrar los ojos, con la esperanza de que el dolor de cabeza cesara.

Cuando creo que estoy por quedarme dormida escucho como relata con cuidado cada palabra que he soltado sin estar por completo en mis cabales. Mis dedos se aferran a mi camisa y hago todo lo posible por no echarme a llorar. Lo único que hace eco en mi cabeza es ella.

—La busque por todos lados—sollozo y tapo mi boca para no molestar a los demás—pero no logré ni una sola pista. Me robaron a mi hija y yo no fui capaz de hacer nada. Es mi culpa. 

Hershel agarra mi mano con fuerza, dandome apoyo con la mirada y no dice nada en cuanto vuelvo a llorar. Estoy tan cansada y rota.

—No es tu culpa, después de tanto tiempo y todo lo que ha pasado, no puedes seguir machacandote con eso. Debes cerrar esa etapa, Alexa, sino no podrás continuar. 

—Lo intento... te juro que lo intento. Solo me paro a pensar que hay una niña por ahí de casi la edad de Carl sin saber que tiene otra familia. ¿Cómo sé si ella aún está viva? Tendré que vivir con ello para siempre, no la protegí. 

—Solo eras una niña—recuerda con un deje de compasión—una niña que sufrió y no tuvo quién la protegiera. Tienes que dejar ir todos esos malos recuerdos, a la larga van a jugar en tu contra y no vas a acabar bien. Fuiste la victima de esos canallas y por su culpa sufriste mucho. Te aseguro que la vida los habrá puesto en su lugar por esas atrocidades. Siento de todo corazón que hayas perdido a tus gemelos. Y en el nombre de Dios espero que puedan descansar en paz y en un futuro muy lejano puedas reunirte con ellos. 

No necesité nada más, escuchar las palabras de consuelo por mi gran perdida tranquilizan mi alma y permite que pueda cerrar los ojos una vez más. Hershel había sido capaz de quitar un gran peso sobre mis hombros, quitando esa culpabilidad de mi tortuoso corazón. Yo no tenía la culpa de nada, solo había sido una pobre niña con unos padres malvados. Y con ello, parecía que el sol en mi mundo volvía a asomarse, la oscuridad se iba quedando atrás con ese enorme rayo de luz. 

Ellie, te busque hasta en el lugar menos imaginable, quise ser una buena madre para ti y fallé. Espero que algún día puedas perdonarme. 

Elliot, lamento no haberte ayudado mientras morías lentamente a mi lado. Aún me quema el corazón al recordarte. Espero que puedas perdonarme y descansar toda la eternidad. 

La otra familia: vuelve a mí. [Rick Grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora