CAPÍTULO 21.

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Mi estabilidad emocional por el día de hoy me supera, estoy agotada.... y dolida. La persona en la que creía poder apoyarme siempre va y me dice que estorbo por mis malditos ataques. ¿Qué puedo hacer yo para dejar de tenerlos y pasar página? Hablé con cientos de psicólogos y ninguno sirvió de ayuda. Hasta recurrí a la iglesia pero mi poca fe en ella no sirvió de mucho. No quiero estar cavando en el pasado y mucho menos afectar a los demás. Esto no se trataba de algo simple, no se puede borrar de la noche a la mañana, ni siquiera a lo largo de los años. Lo que me habían hecho siendo una cría no tenía perdón. ¡No puedo perdonar!

Mi vista se levanta y me cruzo con la de Rick. Cualquier rastro de tristeza queda reflejado por el enfado puro. Él intenta detener mi huida pero en cuanto le grito que se aleje, me deja ir. Ni siquiera él tiene idea de la razón real por la que huí. La única es Alissa y se me escapó después de ponerme como una cuba, sino el secreto se iría conmigo a la tumba.

Me cruzo con Carol y me pide que la siga. Por los cientos de pasillos de la prisión, entramos y escuchamos los gritos de Tyreese. Rick y Daryl se nos unen enseguida.

—¿Los has encontrado así?—le pregunta Rick.

Desvío la mirada y hago una mueca de sorpresa al ver dos cuerpos quemados.

—Venía a ver a Karen—explica el hombre—y vi la sangre por el suelo. Luego los olí. ¡Alguien los arrastró hasta aquí y les prendió fuego! ¡Los mataron y los quemaron!

Tyreese se encara a Rick y a mi me da un mal presentimiento. Él no tiene la culpa. Pese a mi enfado no podía permitir que le atacase.

—Eres poli. Descubre quién lo hizo y traemelo, ¿de acuerdo? ¡Traemelo a mi!

Daryl como buen amigo esta atento a cualquier movimiento bruso de Tyreese.

—Averiguaremos quién fue—le dice el cazador para después poner una mano sobre su hombro, este reacciona mal y se la aparta de un manotazo.

—¿Tengo que repetirtelo?

—No—niega Rick—sé lo que sientes. Yo he estado así, tú me viste. Es peligroso.

—Karen no se merecía esto. David no se lo merecía. ¡Nadie se merece esto!

Daryl intenta tranquilizarlo y cogerlo pero este reacciona peor y termina por acorrarrarlo contra la pared del patio.

—¡No iré a ninguna parte hasta que averigüe quien lo hizo!

Daryl no hace una señal para que no hagamos nada.

—Estamos de tu parte—responde Dixon, sin dejarse intimidar pese al cabreo de Tyreese.

—Escucha—le habla Rick—yo sé lo que estás sufriendo. Todos hemos perdido a alguien. Sabemos bien lo que estás sufriendo, pero tienes que tranquilizarte.

No sé en que momento Rick decidió volver a tocar el hombro de Tyreese, no tarda en empujarle mientras le grita que le deje en paz.

—Ella no querría verte así.

Le lanza un puñetazo que termina en el suelo. Carol se pone delante de Rick y a mi no me queda otra que sacar mis garras y proteger a los míos. La pistola está firme entre mis manos y le apunto directamente a la cabeza.

—Vuelve a tocar a mi maldito marido y te juro por mis antepasados que te vuelo la cabeza—gruño entre dientes como si de una perro rabioso se tratase. Veo el vacile reflejado en sus ojos, debatiendo si morir antes de descubrir quién asesinó a su novia.

—Alexa—me llama Rick.

Le ignoro. El muy cabrón quería avalanzarse sobre mi con tal de llegar a Rick. Lo siguiente que sé es que he disparado pero no a él... porque el jodido loco ha impacto su puño contra mi rostro.

La otra familia: vuelve a mí. [Rick Grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora