Duda y confusión.

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(Capitulo corregido)

Ya van tres días de estar aquí en Demacia.

El primer día fue sobre todo dormir, el segundo fue cuando me pusieron la prueba de entrenamiento, aunque no hice nada después de eso, fue más dormir que otra cosa, y hoy... Pues no se que tengo que hacer hoy.

Si el rey quiere hablar conmigo me manda a traer o incluso viene él mismo a verme, cosa rara en una figura de autoridad tan grande, pero el tipo es humilde, me cae bien.

Y hablando de eso, llegué a una clase de pseudoamistad con Jarvan Tercero, digamos que más que ser rey y súbdito, nos tratamos como dos compañeros de escuela que empezaban a conocerse mejor, algo que aparentemente provoca la ira de junior, ya que cuando hablo con el rey, parece asesinarme de más de 10 formas diferentes en su imaginación.

No me importa, pero tampoco es que me guste estar aguantando miraditas pendejas todo el tiempo.

Estoy ahora mismo acostado sobre mi cama, debo aprovechar cada segundo para poder descansar y alimentar a mi yo olgazán, parecía que estaba sobre una nube, de verdad me pienso llevar está cama de aquí.

Toc! Toc!

Mierda! ya que... de todas formas no puedo andar de flojo todo el día, debo mantener mi físico, o algunas personas me van a reclamar por eso.

Me levanté y camine hacia la puerta, la abrí y un soldado me recibió dándome un mensaje.

Aparentemente solicitaban mi presencia en una especie de junta?

Jarvan me había dicho que mi presencia era secreta para los consejeros y otras personas que no fueran los que presenciaron mi prueba o los que me habían encontrado cerca del Freljord, así que esto es medio sospechoso.

Yo solo me fuí a poner mis zapatos que logré comprar con lo que me quedaba de mi dinero, también me compré dos cambios de ropa algo sencillos, y esa es otra razón por la cual me miran mal, pues siempre soy visto por gente de alta sociedad, y lucir como un simple peatón pues...

Pero no tenía más dinero!

Había perdido todo mi dinero en aquella batalla, aunque fue también parte de mi culpa, como no tengo una "guarida" siempre llevo mis cosas de valor conmigo, esas dos bolsas llenas de dinero fueron completamente destruidas, lo último que me quedaba era lo que alcanzó a sobrevivir en mis bolsillos del pantalón, por suerte eran monedas de oro, así que me alcanzó para lo que pude comprar.

Además, Jarvan me concedió un traje de batalla Demaciano, el cual odiaba el color, así que ni bien tenga la oportunidad, lo pintaré de negro, porque me gusta mucho ese color, eso y me gusta sentirme cálido todo el día, el negro absorbe mejor la luz del Sol.

Caminé durante un buen rato, me hubiera perdido de no estar siguiendo a aquel soldado, pero finalmente  llegamos a una puerta grande en algún lugar del enorme palacio, siendo sincero cada que me paso por aquí es como si estuviera en un laberinto de paredes blancas que solo lastiman mis ojos, estar por las calles de Noxus era mejor para mis pobres retinas.

Aunque no planeo volver a ese lugar todavía, si pongo tan solo un pie en Noxus, me van a clavar una daga en las bolas, pero también fue otra vez mi culpa, nunca hagas enojar a una mujer, que además es noble, que además es asesina, y que además es pelirroja!!

Temo por mi hombría si regreso a Noxus, pero tendré que hacerlo tarde o temprano, después de todo tengo que disculparme seriamente con ella, en retrospectiva se podría decir que yo soy el malo de la historia, pero por ahora mejor dejaré de pensar en eso.

El soldado acaba de abrir la puerta por lo que tuve que regresar a la realidad.

Ni bien entré y ya puedo sentir una cantidad enorme de miradas en mi persona, no se supone que las reuniones de este tipo son solo con unos cuantos consejeros y esas cosas?

El Eclipse [A League Of Legends History]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora