El Eclipse [A League Of Legends History]

Sin dejar nada atrás [Partiendo de Jonia (final)]

Las últimas estrellas de la noche se desvanecían conforme el Sol se levantaba en el horizonte.

Su cálida luz iluminaba de a poco la tierra mágica de Jonia, pintando el paisaje de colores tan bellos que ni el mejor pintor podría recrearlos.

Y ahí, en medio de un denso bosque lleno de magia, había dos figuras.

En medio de un espacio grande y majestuoso, una tenue luz azul era la que iluminaba los alrededores dándole un gran aspecto místico al lugar, las flores y el pasto eran bellos, y en medio del lugar, había una gran roca sobre la cual dos personas estaban sentadas.

Damian:Se siente extraño volver a estar aquí. Habló con cierta nostalgia.

A su lado se encontraba sentada una mujer de aspecto zorruno con sus nueve colas blancas libres y moviéndose felizmente.

Ella solo mostró una sonrisa cálida en su bellos rostro.

Ahri:Pues yo estoy aquí muy seguido, desde que te fuiste, venir aquí era la mejor forma de relajarme, de recordar.

Damian:Vaya que esté lugar significa mucho para ti.

Ella se volteó a verlo aún con su gran sonrisa.

Ahri:Para nosotros, puede que no haya sido un buen primer encuentro, pero aquí mismo fue donde nos conocimos por primera vez... Es un lugar donde pedo revivir esos recuerdos.

El hombre dió una corta risa burlona.

Damian:Recordando como casi me dejas vacío de escencia a besos?

La mujer se cruzó de brazos y giró la cabeza hacia otro lado al momento de cerrar los ojos, haciendo un puchero, sus mejillas estaba rojas de la vergüenza y sus orejas cayeron, algo que le pareció muy adorable al peliblanco.

Ahri:No tienes porque decirlo así, sabes cuál era mi estado en ese entonces, creí que ya me habías perdonado.

Ambos solo estaban jugando, pero el estilo de Ahri siempre fue el de hacer drama, así que al peliblanco se le ocurrió algo.

La Vastaya aún con los ojos cerrados sintió como era tomada delicadamente por el mentón y su cara era llevada en dirección contraria a dónde estaba, abrió sus ojos color ámbar y se encontro con un abismo oscuro el cual la dejó hipnotizada.

Ambos estaban muy cerca el uno del otro y ella parecía haber perdido toda voluntad de moverse, o más bien nunca la llegó a tener.

Damian:Te perdoné desde entonces, solo te estoy molestando, sabes que nuestro primer encuentro significa mucho para mí, te volviste mi amiga y confidente, podía decirte cosas que nisiquiera a Irelia me atreví a decirle en ese entonces, eras junto con ella las únicas dos personas con las que me sentía seguro.

El hombre se fue acercando más y más a sus labios, ella empezó a relajar todos sus músculos y fue cerrando sus ojos.

Damian:'Además, considero que morir haciendo esto no sería tan malo'.

Susurrando su última frase finalmente selló el beso entre ambos.

La mujer sentía como su corazón parecía llenarse con cada segundo que pasaba, llevó sus manos detrás de la cabeza del hombre y empezó a acariciar su cabello.

Él también empezó a acariciarla, llevó sus manos en distintas direcciones mientras sus dedos pasaban suavemente por sobre la ropa.

Al final, terminó con su mano derecha acariciando la cabeza de la Vastaya muy cerca de sus orejas, y la izquierda tomándola de la cintura para pegarla más a él.