Una carta emotiva

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Noxus, el imperio más fuerte en Valoran desde la caída de Shurima, la nación que desde su formación se ha vuelto más y más fuerte, conquistando territorios y expandiéndose por el mundo de forma rápida y brutal.

Una fuerza casi imparable de soldados que darían su vida solo por el honor y la gloria de ganar una batalla.

El gran e imbatible imperio Noxiano...

Era un desastre ahora mismo.

Noxus prime, la capital del imperio y el lugar donde se encontraba el bastión inmortal, ahora mismo estaba siendo usado como un centro de reunión para todos los altos mandos del ejercito.

Todos reunidos para discutir el desastroso final de la invasión a Jonia.

Usualmente esto no sucedería, no había la necesidad de juntar a las cabezas de cada rama militar, esto debido a que ya había un representante del ejercito entero.

Un Noxiano que demostró ser capáz de cargar con ese peso por si mismo y convertiste en la imagen del ejercito, en la conocida, mano de Noxus.

Pero había un gran problema, y ese era que aquel valiente y fa ero guerrero representante de la fuerza militar de la nación... Estaba en cama y apenas vivo.

El daño masivo que Darius había sufrido era demasiado incluso para un humano fuera de todos los estándares como lo era él.

Su resistencia y fuerza superior a cualquier otro soldado en todo el imperio no fue suficiente de librar el daño provocado por aquella figura envuelta en una estela blanca.

Aquél que alguna vez creyó un buen candidato a unirse a Noxus, un joven con potencial que podría llegar muy lejos en el imperio, pero que equivocado estaba.

Debió haberlo sabido, él era un chico demasiado bueno en alma como para unirse al imperio, no aprobaba en lo absoluto la violencia injustificada y pese a que Noxus ya no es lo que era antes, aún eran guerreros brutales que seguirían expandiéndose sin importar nada más que la fuerza y el poder.

Nunca creyó que ese joven sería tal mounstruo, creyeron conocer su potencial, creyeron que sería alguien grande y poderoso en el futuro, pero esto...

Darius aún sentía el miedo, el frío toque de la muerte por todo su ser, aún recordaba esos ojos, completamente blancos y brillantes, pero que incluso así parecían retener una maldad infinita.

El que creyeron que era un genio, resultó ser un mounstruo total.

Ahora, con Darius apenas y respirando, todos los líderes de las distintas ramas militares tuvieron que reunirse en el bastión inmortal, algo que provocó confusión y revuelo entre el pueblo.

Y cuando finalmente el mismísimo Swain salió a dar la noticia de la derrota de Noxus, la ciudad se volvió caótica.

Los soldados tuvieron que ejercer su fuerza para mantener a raya a las personas que exigían explicación sobre como su maravilloso e invencible imperio había sido derrotado.

Fueron semanas oscuras para Noxus, y desde la ventana de una pequeña habitación en un edificio cerca del centro de la capital, una niña veía toda la situación con ojos curiosos y algo temerosos.

"Solo espero que no tengan nada que ver en esto"

La pequeña niña de aproximadamente 10 años, cabello rojizo y corto que vestía ropas típicas de un internado miraba todo con algo de preocupación.

Abrazaba su oso de peluche gastado y cosido con algo de fuerza.

"Niños! Ya se empezará a servir la comida!"

El Eclipse [A League Of Legends History]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora