El Eclipse [A League Of Legends History]

Solo dame ésta noche.

[ Aviso, este capítulo tiene contenido sexual, última advertencia, y disfruten ;) ]

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Sus labios chocaron con los de él, un sabor dulce y lleno de amor es lo único que sentía el peliblanco.

Ambos estaban abrazados sobre la cama, el abajo y ella estando arriba, muy pegada a él.

Al principio fue incluso tierno, como una confesión de amor pero sin palabras, cada uno de los besos que se daban representaba las ansias de estar juntos, pero al final, todo empezó a subir de intensidad.

No eran adolescentes, eran adultos, con el control total sobre si mismos, pero incluso así, no pudieron, ni quisieron pelear contra sus impulsos.

Se separaron, Irelia mirándolo como si pidiera alguna clase de permiso, él solo le dió una tierna sonrisa como respuesta, eso fue suficiente para que ella lo volviera a atacar.

Sus labios volvieron a unirse, pero está vez el contacto fue más pasional, moviendo sus labios y haciendo ligeros ruidos lascivos mientras disfrutaban por completo la sensación creciente de deseo y placer.

El peliblanco tomó la iniciativa y abrió la boca, ella se puso nerviosa, era la primera vez que hacía algo así, y aunque varias noches soñó con este momento, no sabía bien como actuar, pero decidió hacerle caso a sus instintos y le dió permiso al hombre de entrar.

Una sensación nueva la abrumó, el contacto de sus lenguas mientras sus labios se movían incesantemente le puso la piel de gallina, le encantaba más de lo que lo hubiera soñado.

Poco a poco la racionalidad abandonaba su cuerpo, empezó a moverse y frotarse contra él, subió sus manos por su pecho y lo abrazó por el cuello, queriendo estar cerca de él lo más que fuera posible.

Él sentía lo mismo, no era ajeno al contacto sexual, pese a que no había llegado tan lejos, ya había experimentado algunas cosas con Katarina y Caytlin, pero se dio cuenta de que con cada una es una diferente sensación, algo que le fascinaba.

Sus manos recorrieron su espalda por sobre su traje de combate, que era bastante ajustado realmente, la había observado muy bien muchas veces en este tiempo, y tenía que admitir que no solo era muy bella, si no que también endemoniadamente sexy.

Sus curvas perfectas, sus caderas anchas, muslos grandes y fuertes, un trasero enorme y redondo, pechos grandes y firmes, la figura perfecta a los ojos de cualquier hombre, y era solo para él.

Dejando de lado cualquier pudor, sus manos acariciaron sus muslos, tanteandolos cuidadosamente, como si se tratara de un frágil tesoro, para finalmente subir hasta sus nalgas.

En ese momento ella soltó un leve suspiro en medio del beso, claramente disfrutando de las caricias de su amado.

El no se detuvo, y aún siguiendo con el beso, empezó a masajear su trasero sin saltarse absolutamente ningún espacio.

Poco a poco ella empezó a hacer más ruidos, suspiros y leves gemidos que indicaban el placer que estaba sintiendo.

Después de mucho rato se separaron ligeramente con un hilo de saliva aún conectandolos, ella tenía un gran sonrojo en el rostro y sus ojos imploraban más de esas sensaciones.

Irelia:F-Finalmente, no sabes cuántas noches soñé esto.

Su voz exudaba puro placer, algo que inmediatamente disparó los niveles de excitación del peliblanco.

Damian:Yo también he pensado en ti, Ahri me había hablado que poco a poco te volvías una mujer hermosa, no pude evitar imaginarme cómo sería, si te tuviera en mis brazos.