Narra Kilye:
Tras mi caída fui a que María me curará la herida pero cuando llegué solo estaba Jacinta.
_ Pero que te ha pasado, me dice.
_ Nada, es que me he caído corriendo, ¿me puedes curar?, le digo y ella asiente.
_ Fermín, traeme el botiquín y algo de chocolate, dice dando una voz y el aparece con lo que Jacinta ha pedido.
_ Fermín: vaya, te la has pegado pero bien, anda toma el chocolate, dice dándome una tableta.
_ Gracias - le digo con una sonrisa - por cierto ¿qué hay de comer?, le pregunto.
_ Fermín: pues mis famosas croquetas con patatas fritas, dice y yo sonrío.
_ Veo que te estás adaptando bien, me dice Jacinta mientras me pasa un algodón por las heridas.
_ Bueno si, al principio me costó asimilarlo todo pero después hice amigos y ahora estoy bien, le digo y ella sonríe.
_Ya claro y supongo que Ivan no tiene nada que ver con que estés mejor que cuando llegaste y no pongas esa cara que quien no vea los ojitos que pones cuando lo miras esta ciego, me dice y yo me río.
_ Esto me recuerda a las charlas con mi madre, siempre que me gustaba un chico ella lo sabía, solía decirme que mis ojos eran muy expresivos, le digo y se me cae una lagrima.
_ Es normal llorar cuando tus padres mueren y eres una niña, no puedo imaginar el dolor que debes de sentir y además teniendo que proteger a Paula de todo, me dice y yo asiento.
_ No soy una niña y tampoco siento dolor, siento rabia y Paula es la que me preocupa ella si que es una niña, le digo y ella niega.
_ Tu también eres una niña y estás asustada, puede que ahora sientas rabia porque antes fue dolor y Marcos y Paula son diferentes a ti lo han pasado mal pero lo han mostrado, no han tenido miedo de llorar pero tu eres dura y no has dejado que nadie vea tu dolor, ¿a qué le tienes miedo? me dice y yo empiezo a llorar.
_ Tengo miedo de que les pase algo malo, de que Marcos se vuelva a apagar y Paula deje de hablar y me tengo miedo a mi, siempre lo he tenido y también tengo miedo a romperme, le digo y ella me abraza.
_ Kilye escúchame bien, a veces hasta las cosas más duras pueden romperse pero no pasa nada porque siempre habrá pegamento, me dice y yo suelto una carcajada.
_ Gracias Jacinta - le digo y me sonríe pero cuando me voy a ir me giro - Jacinta, cuida mucho a tu nieto aunque ahora mismo parezca que está bien, no lo está, te quiere aunque no lo diga, le digo y cuando ella me sonríe me voy.
Cuando salgo de la cocina empiezo a buscar a Iván y Marcos, los encuentro en la siguiente clase, la de mates.
_ Ivan: ha pasado algo muy gordo, tenemos que subir luego al desván, me dice cuando entro en la clase.
_ ¿Dónde está Mateo, la clase tenía que haber empezado ya?, le pregunto.
_ Ivan: eso es lo que ha pasado, tienes que ayudarnos, me dice y yo asiento.
_ Elsa: venga sentaos todos, Mateo ha salido por un asunto personal y Amelia os va a cuidar, dice y no puedo evitar ver como mi hermano mira a Amelia.
_ Amelia: poneros a hacer lo que queráis pero en silencio, dice y todos a sentimos.
Tras la clase subí al desván con Marcos e Iván y no podía creer lo que habían hecho, Mateo estaba atado en una silla y tenía una mordaza junto a una venda en los ojos.
_ Pero, ¿se puede saber qué cojones habéis hecho?, le pregunto.
_ Marcos: me cogió del cuello e Iván le pego en la cabeza por eso lo atamos, me dice nervioso.
_ Ivan: voy a quitarle la mordaza, nos dice y nosotros asentimos.
_ Pedazo hijo de puta, ¿por qué matasteis a mis padres?, le pregunto.
_ Mateo: no se de que me hablas pero si me dais el cuadro intentaré que no os pase nada, estáis perdidos, no sabéis que hacer, nos dice riendo.
_ A lo mejor si o a lo mejor no, ponerle la mordaza y la venda de nuevo, digo pero antes de que se la pongan vuelve a hablar.
_ Mateo: tienes cojones pero no los suficientes Kilye, me dice y yo me rio.
_ No sabes nada de mi y ni se te ocurra enfadarme, digo y entonces le ponen la mordaza y la venda.
_ Marcos: venga vámonos de aquí, dice tirando de mi brazo.
Cuando salimos al pasillo no puedo creer que esto halla pasado, Mateo casi mata a mi hermano y lo han secuestrado.
_ A ver, esto es una puta locura, no podemos tenerle hay encerrado de por vida pero ahora mismo tenemos que pensar con claridad y sacarle lo que podamos, les digo cuando vamos por el pasillo.
_ Marcos: no vamos a torturarle, me dice negando.
_ Ivan: Kilye tiene razón, ahora mismo podemos hacer lo que queramos con el, dice dándome la mano.
_ Necesito pensar, no sé qué vamos a hacer pero decirle al resto que a las 10 después de la cena en el desván, les digo y me marcho.
Narra Ivan:
Iba bajando las escaleras cuando derepente alguien me coje del brazo, mi padre.
_ Ivan hijo necesito hablar contigo, me dice y yo me suelto de su amarre.
_ Vale si quieres organizar una cena o algo, o mejor por qué no te largas, digo intentando irme.
_ Ivan solo quiero hablar contigo, necesito que me perdones, me dice volviendome a agarrar del brazo.
_ Pues sabes lo que yo he necesitado siempre, un padre no un tio que me pegara ostias cada dos por tres, por que no te largas, le digo.
_ No hay un solo día en el que no me arrepienta de aquello Ivan, lo siento, me dice.
_ No me vale que lo sientas, jodete, le digo y me voy.
Después de hablar con mi padre fui a mi habitación a esconder el cuadro y me encuentro a María registrando mis cosas.
_ ¿Qué llevas hay?, me pregunta.
_ Nada que te importe y ¿qué haces registrando mis cosas?, le digo.
_ Ivan, tienes que darme ese cuadro, es muy peligroso y va a venir más gente a por el, me dice.
_ Que pesados estáis con el cuadro, ¿me vas a denunciar tu también a la policía?, le pregunto.
_ ¿Qué dices?, me pregunta sorprendida.
_ Pues eso, tu novio dice que si no le doy el cuadro va a denunciarme a la policía y no le importa que lo hiciera para salvarte, le digo.
_ Fermin no va a decir nada y yo tampoco, pero tienes que darme el cuadro, me dice.
_ Pero tu esnifas el fregasuelos, que te la esta metiendo doblanda Maria, cuando tenga el dinero te va a dejar tirada, le digo.
_ Pero ese es mi problema, ¿a ti que te importa? me pregunta.
_ Y si me importa ¿qué?, te va a joder la vida, le digo.
_ Yo no quiero que te hagan daño y ya hemos sufrido mucho los dos, dame el cuadro, me dice y yo niego.
_ Largate, le digo y ella se va.
Yo escondo el cuadro detrás de uno de los corchos.
Narra Kilye:
Tras salí del desván fui a ver a Paula a su habitación, es la única que me puede distraer ahora mismo.
_ Hola enanas ¿qué os pasa? , les digo a ella y a Evelyn.
_ Evelyn: nada que el búho se ha hecho daño y ahora Paula no lo quiere soltar y yo le he dicho que se va a poner triste porque eso es como una cárcel, me dice refiriendose a la jaula.
_ Paula: no lo quiero soltar porque no quiero que le hagan daño, el gnomo salió de su cueva y lo mataron, me dice triste.
_ Ya pero yo creo que el búho sería más feliz en el bosque, si yo fuera el no querría estar en la cárcel, les digo.
_ Paula: ya pero es que no es una cárcel, Jacinta dice que es un hospital, me dice.
_ Tienes razón no es una carcel, porque la peor cárcel de todas es el miedo Paula pero, no creo que al búho le guste estar ahí encerrado, le digo.
_ Evelyn: es verdad Paula y si lo soltamos, le dice y ella asiente.
_ Paula: bueno pero que se quede un ratito más para que beba más agua y coja mucha fuerza, dice sonriendo y yo asiento con una sonrisa.
Me quedo con ellas el resto de la tarde hasta que llega la hora de subir al desván.
_ Bueno enanas yo me voy, buenas noches, les digo y me voy.
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El internado laguna negra
Подростковая литератураEsta es la historia de tres hermanos gallegos Paula, Marcos y Kilye. Que se mundan al Internado Laguna Negra tras la muerte de sus padres, pero lo que no saben es todo lo que les espera, nuevos amigos, historias de amor y una gran historia de amor...