El internado laguna negra

Capítulo 28

Narra Kilye:
Al llegar al internado cada uno va para un lado y yo voy hacia la habitación de Paula para contarle lo de mis padres antes que a Marcos, no la encuentro en su habitación sino en uno de los sillones del pasillo jugando con Evelyn y Javier Olgado, cuando me ve salta a mis brazos.
_ Hoy por la tarde va a venir un titoritero a contarnos un cuento y dice Amelia que la historia va a ser muy chula, dice con los ojos llenos de ilusión.
_ Titiritero Paula, se dice titiritero y seguro que te lo pasas muy bien y la historia te encanta pero, ahora tengo que contarte una cosa - digo haciendo una pausa para dirigirme a los otros niños que siguen jugando agenos al mundo - chicos podéis iros un momento que tengo que hablar con mi hermana - les digo y ellos salen corriendo dejándome a solas con Paula - pequeña esto que te tengo que decir no es fácil y es que papá y mamá no van a volver a por nosotros, le digo y noto como sus pequeños ojos se humedecen.
_ ¿Es porque me he portado mal?, porque me portare bien para que mamá vuelva, me dice en un susurro.
_ No Paula, es porque están muy lejos y no pueden venir - y entonces recuerdo esas palabras de Marcos, cuando me dijo que podrían estar en una isla y al ver la cara desolada de Paula decido recular - porque están en una isla secreta en medio del océano y como no hay ni coches y tampoco carreteras pues van a tardar mucho en volver a casa, le digo limpiandole una pequeña lagrima que se le había salido.
_ Entonces van a volver a por nosotros aunque tarden mucho tiempo y nosotros les vamos a esperar aquí, dice con un tono de alegría en la voz.
_ Si los tres juntos los vamos a esperar - le digo y después de darme un beso se marcha corriendo - o más bien ellos a nosotros, digo lo último más bajo y noto como una lagrima sale de mis ojos.
Voy hacia la habitación de mi hermano aún con algunas lágrimas en los ojos que por más que intente parar no cesan de caer, cuando llegó a su habitación esta dormido y se ve tan tranquilo que por un momento pienso en no contárselo pero, sería muy injusto.
_ Marcos, Marcos - le susurro y sus ojos se abren lentamente - ven que tenemos que hablar, le digo y cuando se levanta nos vamos juntos hacia el pasillo.
_ ¿Qué pasa Kils?, me dice aún con voz de dormido y restregandose los ojos.
_ Marcos, han abandonado la búsqueda de papá y mamá - le digo y sus ojos se humedecen dejando salir un par de lágrimas -
Paula cree que siguen en la isla secreta, quien lo diría que yo Kilye Novoa no ha podido hacer algo, digo y las lágrimas vuelven a salir de sus ojos.
_ Dime que es mentira, no pueden haber abandonado la búsqueda, están vivos, tienen que seguir buscandoles - dice y se le crieba la vos y entonces yo le abrazo sin dudarlo - tienen que seguir buscandoles y seguro que les encuentran, tienes que decirles que sigan, que les pagaremos lo que haga falta pero que no paren de buscar, no pueden, seguía repitiendo mientras sus lágrimas caían y caían de sus ojos hasta su barbilla. Me dolía más que nada en este mundo ver a mis hermanos llorar y la vida me ha hecho verlo más veces de las que me gustaría haberlo hecho y entonces lo abrace con todas mis fuerzas, diciéndole que todo saldría bien, que saldríamos adelante juntos, que nunca más iban a hacerles daño y todas esas cosas que te dicen cuando tú mundo se derrumba y tu vida se va a la mierda, mientras abrazo a mi hermano no puedo evitar que mis recuerdos vuelvan al presente.
_ Kilye, ven corre a merendar, grita mi madre desde la cocina, yo voy corriendo y ella me levanta del suelo en un abrazo, me sienta en la encimera como siempre y me da un bocata de nocilla.
_ Mama, yo también quiero, dice Marcos y mi madre hace lo mismo que conmigo.
_ Cuando yo no esté vosotros tendréis que cuidar el uno del otro y también de la pequeña Paula, ahora sois los hermanos mayores, dice mi madre mirando hacia la cuna donde Paula dormía con solo un mes de vida.
_ Claro mami te lo prometemos, dijimos los dos al mismo instante.
Miles de recuerdos como ese volvieron a mi mente y en aquel instante y por muy loco que sonará sentí a mi madre cerca desde que desaparecieron.
_ Marcos mírame, cariño mírame - le dije separando su cabeza de mi pecho para mirarle a los ojos medio verdes medio azules tan bonitos - vamos a salir de esta juntos y tenemos que cuidarnos entre nosotros, se lo prometí a mamá y yo siempre cumplo mis promesas, le dije con una sonrisa, después el se fue tras darme un beso y supuse que quería estar solo para procesarlo todo. Yo también me fui a tomar un poco el aire, cuando llego la hora de la cena, estábamos todos en el comedor.
_ Mañana por la mañana antes de que todos se levanten tenemos que estar en la biblioteca para mirar los archivos de el antiguo orfanato, puede que alli encontremos alguna información sobre Irene Espi, dice Carol en tono bajo.
_ Estoy de acuerdo no sé quién será esa tal Irene pero lo que está claro es que le intentaron hacer lo mismo que ha Caye, puede que incluso la matarán, digo yo en un tono bajo al igual que mi amiga.
_ Yo he hablado con el titiritero dice que esas son historias que se contaban antes por el pueblo para qué los niños no se acercaran al bosque a curiosear, dice Vicky.
_ Me estáis diciendo que el titiritero ha contado una historia sobre las luciérnagas, ¿qué
me he perdido?, pregunto.
_ El tío ese les ha contado a los niños una historia sobre una cría que en el bosque seguía una luciérnagas, alguien se la llevaba y la metida en una jaula, en una especie de túnel o algo así era todo muy raro y la mitad de los niños se han asustado y ha acabado llorando, dice mi chico.
_ En unas jaula y si eso es lo que querían hacer con Caye, todo cuadra y es mu estaño y yo necesito descansar, dice mi hermano y se marcha.
_ Hasta mañana yo también me voy a dormir, les digo a mis amigos que siguen hablando sobre el cuento ese, le doy un beso a Iván y me voy a mi habitación, para descansar.