Capítulo 37

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Narra Kilye:
_ ¿Pero qué hacíais vosotros en el autobús del colegio?, digo siguiéndolo por el pasillo hasta el comedor.
_ Marcos: salimos de los pasadizos por la puerta del bosque y de vuelta al colegio nos encontramos el autobús estrellado contra un árbol, dice bajito.
_ Ivan: pero visteis a alguien allí abajo, dice sentándose en nuestra mesa.
_ Marcos: me golpearon en la cabeza pero, le arranque esto del traje, dice enseñándonos un botón.
_ Carol: pero no le viste la cara y eso es una putada, dice mientras nos traen la comida.
_ Vicky: pero podemos saber quién es porque a su traje le faltará un botón, dice.
_ Roque: pero os estáis escuchando, que puede ser alguien del internado y vosotros tan tranquilos, dice nervioso.
Y justo después de las palabras de Roque aparece Papa Noel y trae un saco lleno de regalos y de un momento a otro se va la luz, siempre tuve un poco de miedo a la oscuridad por lo que busco la mano de Ivan mientras nos levantamos.
_ Marcos: Paula, dice caminando hacía donde estan todos los niños y abrazadola de manera protectora.
_ Paula: Marcos, tengo mucho miedo, dice asustada.
_ Jacinta: venga niños todos a la cama, los cortes de luz pasarán cuando acabe la tormenta, venga venga tranquilos, dice llevándose a los pequeños a la cama incluida Paula.
_ Ivan: Kilye ¿te pasa algo?, estás muy rara, dice susurrandome en el oído sin soltar mi mano.
_ No, estoy bien es que todavía tengo el susto en el cuerpo, si les hubiera pasado algo a Paula y Marcos yo no me lo hubiera perdonado nunca, digo y noto un nudo en la garganta.
_ Ivan: no les hubiera pasado nada, el botafumeiro sabe cuidarse solo y no hubiera dejado que le pasase nada a Paula, dice y después me da un beso en la mejilla.
_ Marcos: ese botón es de el Papa Noel, tenemos que seguirlo y así sabremos quien es, dice poniéndose en marcha, todos asentimos y vamos detrás de él.
Mientras perseguimos a Papa Noel por el internado un millón de preguntas rondan mi mente, ¿quién sera? o ¿por qué hará esto?, quien se esconde debajo del traje llega a la cocina y cuando se quita la barba y el gorro, mis ojos se abren como platos, es Héctor, Héctor mi tutor legal.
Atónitos nos marchamos de allí hacia la habitación de los chicos, por el pasillo nadie dice nada, creo que todos estamos igual de sorprendidos pero, cuando llegamos a la habitación, las palabras nos empiezan a salir.
_ Vicky: no me lo puedo creer, Héctor es un asesino, dice sorprendida.
_ Ese hijo de puta es nuestro tutor legal y en sus ratos libres asesino, digo pasándome la mano por el pelo.
_ Marcos: no me puedo creer que Héctor intentará matar a Caye, matará a la jueza y casi ahogara a mi hermana en el baño, dice enfadado.
_ Ivan: me cago en todo, voy a matar a ese hijo de puta ahora mismo, dice y coge la escopeta.
_ Carol: Ivan, ¿qué vas a hacer con eso?, dice Carol.
_ Roque: Iván tío, no puedes hacerlo, no puedes matarlo porque irías a la cárcel, dice intentando pararlo.
_ Ivan: me da igual ir a la cárcel pero, no voy a dejar que me alejen de mis amigos otra vez, dice y sale por la puerta.
_ Tenemos que hacer algo o todo acabará mal, digo preocupada.
_ Carol: venga vamos a buscarle, dice saliendo por la puerta.
Cuando vamos bajando las escaleras a toda prisa de repente se oye un disparo, lo primero que pasa por mi cabeza es Ivan y ¿qué le habrá pasado?, el pánico empieza a invadir cada centímetro de mi cuerpo, tengo miedo, miedo de perder a Iván, miedo de que le allá pasado algo, miedo de que le allá disparado a Héctor y lo metan en la cárcel.
_ Marcos: venga vamos a buscarle, vosotros por allí y yo por aquí, dice y vamos a buscarle.
Narra Ivan:
Mi intención era disparar a Héctor pero, oí a María chillar y estaba con ese tío, el le apuntaba con una pistola a la cabeza y pensaba que la iba a matar, yo no quería matarle, juro que no quería.
_ María: Ivan, tienes que irte, duchate y cambiate de ropa, yo me ocupo de todo esto, dice tirando de mi brazo pero no me muevo, estoy paralizado.
_ ¿Quién era ese tio? ¿Por qué te apuntaba con esa pistola?, logró decir.
_ María: no lo se, pero tienes que cambiarte y deshacerte de esto, dice y me levanta, me da la escopeta y cuando estoy fuera de la habitación, corro por el pasillo, el miedo de que alguien me vea aumenta a cada paso y el corazón se me para cuando choco con un cuerpo.
_ Marcos: ¿Ivan, qué has hecho?, dice cogiendome por los hombros y arrastrándome hasta el baño.
_ Yo no quería tío, ese tío apuntaba a María, la iba a matar y me entró el miedo, esta muerto botafumeiro, muerto, digo y un par de lágrimas se deslizan por mis mejillas.
_ Marcos: quítate la ropa y duchate, después nos desaremos de la pistola pero, nadie puede saber esto y mucho menos mi hermana - dice mirándome a los ojos - venga metete en la ducha y dame esa ropa, ahí que tirarla, dice y yo asiento rápidamente, me quito la camisa y meto la pistola en uno de los baños, cuando me meto en la ducha oigo la puerta abrirse, me quedo quieto, paralizado.
Narra Marcos:
Cuando la puerta del baño se abrió, mil pensamientos pasaron por mí mente hasta que oí su voz.
_ Héctor: Marcos, ¿qué haces aquí a éstas horas?, ¿estás bien?, dice y se acerca a mi.
_ Si estoy bien, solo he venido a refrescarme un poco e ir al lavabo, digo y espero que no se me  note lo nervioso que estoy.
_ Héctor: bueno pues entonces te dejo - dice dispuesto a marcharse - por cierto ¿has visto o oído algo raro cuando venías hacia aquí?, dice y entonces el disparo viene a mi mente.
_ No, nada raro todo normal, digo.
_ Héctor: bueno yo me marcho, que descanses, dice yo asiento y el porfin se marcha.
_ Ivan, venga tenemos mucho que hacer, digo y entonces el sale de la ducha.
_ Ivan: gracias botafumeiro, dice y me abraza fuerte.
_ Ponte esto y vamos a tirar la pistola al lago, date prisa, digo y hace lo que le pido, supongo que será una noche movidita,

El internado laguna negra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora