Capitulo 74

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Narra Kilye:
Hacia tres meses que había recordado a mi mejor amiga, puede que suene mal no haberme acordado de ella durante tanto tiempo pero, cuando llegue al internado preferí olvidarme de toda mi vida y empezar mi vida de nuevo, desde el día que fuimos al siquiatrico y hable con el enfermero no he parado de llamar a Marta al móvil pero no lo coje y a veces pienso que esta muerta o algo así.
Estoy en mi habitación y cojo el móvil marcó el número de Marta y dejo el mismo mensaje de siempre.
_ Hola Marta, soy Kilye aunque ya lo sabrás si estas escuchando esto vuelve vale, te hecho mucho de menos y quiero hablar contigo de todo lo que ha pasado, te quiero mucho enana, digo y cuelgo el teléfono, el mismo mensaje desde hace tres meses, el mismo mensaje que sigue sin tener respuesta.
_ Marcos: hola, ¿qué haces?, me dice entrando en la habitación.
_ Nada aquí que me han llamado de una empresa telefónica, ya sabes lo pesados que se ponen, le digo.
_ En el hall hay un tío moreno discutiendo con Elsa porque no lo deja entrar a ver a su novia, creo que es el novio de Clara la chica de segundo, me empieza a decir.
_ Ya sabes que, no pienso poderme la escénica de Clara, con lo mal que me cae, le digo y juntos  nos vamos hacia el hall.
Cuando llegamos al hall se escuchan los gritos de alguien cuya voz se me hace conocida, empiezo a abrirme paso entre la gente y entonces veo a Elsa discutiendo con...
_ ¿Mateo?, le digo sin poder creerlo.
_ Mi chica favorita, dice y se acerca a mi para abrazarme con fuerza.
_ Mat, te he hechado de menos, le digo y el me levanta del suelo y yo rodeo su cintura con mis piernas.
El abrazo dura unos segundos más y entonces me vuelve a dejar en el suelo.
_ Elsa, Mateo es mi mejor amigo y llevo mucho sin verlo nos puedes dejar hablar un rato en mi habitación - le digo y ella asiente dudosa - gracias, gracias, le digo y me marcho con Mateo.
Por el pasillo las miradas de la gente son inevitables ya que no es lo habitual ver a un chico como Mateo en el internado.
_ Joder no se como me has encontrado, le digo.
_ Siendo la hija de Sandra Pazos y Andrés Novoa, solo he tenido que leer muchas revistas, me dice.
_ Dios parece que hubiera pasado una eternidad desde la última vez que nos vimos, le digo.
_ Ya no estás con Hugo, yo tampoco con Marta, ella me puso los cuernos, me dice.
_ A mi Hugo también, le llame por teléfono y bueno había una tía con el, la oi, le digo.
_ Pensaba que lo sabías pero, ellos estaban juntos y cuando el volvió a buscarte Marta se rompió se sintió traicionada porque Hugo seguía queriéndote a ti y ella solo era su distracción, me dice.
_ Me han dicho que se fue, tu sabes donde puede estar, le digo y el niega.
_ No, la he buscado pero nada, no aparece desde hace meses, me dice.
_ Yo la llevo llamando todo el verano al móvil pero, nunca contesta es como si se la hubiera tratado la tierra, le digo y el me da la mano.
_ Cuando Marta desapareció yo no estaba en el barrio y su padre me llamo quería matarme pensaba que nos habíamos escapado juntos, yo volví lo más rápido que pude y comenzamos a buscarla por todos sitios, su madre empezó a deprimirse y su padre comenzó a beber de más, abandonaron su búsqueda pocos meses después y la dieron por muerta pero, te juro que yo nunca pare de buscarla a ella y a Hugo, que también desapareció poco después de que viniera a verte, ¿tu sabes a donde fue?, me pregunta y me entran una especie de nervios.
_ Hugo vino a verme, no hablamos mucho pero, si hay algo que te puedo asegurar es que ya no me quería, su mirada era la de una persona perdida e intentó convencerme de que me fuera con el  pero yo no quise y se marcho, me llamó un par de veces después de aquello pero no conteste y no tengo ni idea de donde esta, le digo.
_  Menuda mierda, ha pasado mucho tiempo desde que no están y hecho de menos cuando estábamos los cuatro juntos antes de que todo se jodiera, me dice.
_ Yo también lo hecho de menos pero, las cosas igual que empiezan acaban, le digo y entonces la puerta se abre.
_ Ivan: pequeña, ¿quién coño es este?, me dice algo enfadado.
_ Ivan este es Mateo mi mejor amigo y Mateo este es Ivan, mi novio, le digo Mateo se levanta de mi cama.
_ Mateo: ya decía yo que estabas cambiada, encantado, le dice a Ivan.
_ Ivan: igualmente, le dice.
_ Mateo: yo ya me voy, te llamaré si me entero de algo por ahí y tu llámame cuando quieras - dice y yo le doy un abrazo - te voy a hechar de menos enana, me dice.
_ Y yo, cuidate y no corras con la moto, llamame cuando llegues ¿vale?, le digo y el asiente.
_ Hasta pronto Kilye, me dice y se va.
Algo dentro de mi vuelve a nacer y es como si algo en mi interior se encendiera, ver a Mateo me ha hecho recordar cosas que daba por olvidadas.
_ ¿Estás bien?, me pregunta Ivan poniéndose delante mía.
_ Si, es que verlo me ha hecho recordar muchas cosas que daba por  olvidadas pero, me ha venido bien era mi mejor amigo y lo he hechado de menos, le digo.
_ Siento que no lo hallas visto en tanto tiempo, dice y yo lo abrazo.
_ Por cierto, ¿tu estabas celoso?, le digo separandome del abrazo y mirándolo a los ojos.
_ Yo no, si se que soy el dueño de tu corazón, me dice con una sonrisa pícara.
_ Ya claro, el dueño de mi corazón, le digo y el asiente para después besarme.

El internado laguna negra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora