—¡MUEVAN EL TRASERO, SOLDADOS! —Una potente voz me hace despegar los ojos y notar que estoy sola en la cama, ya todos están despiertos menos yo.
Aparto el cabello de mi rostro y veo por la ventana el sol directo que entra en la habitación, por unos segundos pestañeo repetidas veces ante lo que tengo sobre la mesa de noche.
Me siento sobre la cama reposando mi espalda en el respaldar, mi estómago ruge al ver los platos de comida sobre la mesa de noche, como no caben están en una bandeja de madera.
Se ve tan exquisito, pero se arruina mi momento con unas inmensas ganas de vomitar todo lo que tengo, que es nada más que jugos gástricos.
Me levanto cubriendo mi boca, me envuelvo en las sabanas y corro al baño, llego para soltarlo todo, como puedo aparto mi cabello de mi rostro.
Duro varios minutos así, tanto que me arde la garganta, al finalizar y antes de comer tomo un baño rápido, al salir seco mi cabello con una toalla chica, me visto como puedo, la mordida de la pierna está curando lento, ha bajado la hinchazón por lo que me permite caminar.
Finalmente me siento a degustar la exquisita comida, con una presentación simple pero bien cocinado, veo bajo uno de los platos una nota.
Tuve que dejarte para no meterte en problemas, estaré fuera hoy por la misión que dejaron a mi cargo, no salgas que pueden hacerte daño.
R.B
Disfruto de mi antojo por los mariscos, hay tres platos variados que lo incluyen.
Sopa, pasta y arroz.
Tocan la puerta como un patrón, eso solo se le ocurriría a Carter.
—Adelante. —Cierra la puerta detrás de sí y corre a sentarse frente a mi.
—¡No sabes que sucedió!
—¿De qué hablas?
—El Sargento Costa no ha llegado, dicen que... Pues que lo secuestraron. —Observa mi comida y casi se le cae la mandíbula.
—Creo que lo hizo Rhyss. —Murmuro entregándole un plato, el de la pasta. —¿Tienes hambre? Te lo prometí. ¿No? Come.
Sonríe y lo recibe sin negarse, empezamos a comer pero parece nervioso, hace gestos de la degustación de la comida.
—Sin duda, cocina delicioso. —Murmura devorando todo lo del plato. —El Capitán...
—Se fue por su misión, su padre lo presiona mucho. —Asiente.
—Pero ahora tienes que cuidarte mucho, estaré a tu lado para que no te hagan nada, aquí acechan todo lo que se mueve que tiene curvas y buenos atributos.
Dejo el plato sobre la mesa de noche, prestándole atención.
—Se defenderme. —Mascullo poniéndome de pie. —Me apetece entrenar con ellos, aprender porqué dudo salir pronto de aquí.
Si saldré, será por mis propios medios, aunque me tome tiempo lo haré, no hay nadie que pueda sacarme de esta y soy consiente de que yo sola puedo.
Si he sobrevivido ante tantas cosas, puedo con esta y todo lo que se venga.
—Venga Carter, que quien quiera pegarse a mi se llevará un posible balazo entre ceja y ceja.
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RHYSS. [AKDR #4]. ©
Mystery / ThrillerSage se ve forzada a convivir varios meses con el desquiciado Coronel, este se queda encantado con ella al ser la única mujer entre ellos y la encierra en su batallón militar aislado de todo. Dos meses después, cuando por fin logra escapar, envenena...