La luz del día se filtra y esta vez ningún soldado está entrenando ni gritando en el descampado, me mantengo con el brazo sobre mi rostro intentando no dormir aunque muero de sueño.
Me levanto a la defensiva por el sonido de la reja y me encuentro con los ojos de Carter que se apresura a mi.
Aún tengo el labio herido y sangra a veces, el dolor en mis costillas persiste y él lo nota, aparte de que estoy en una celda de porquería con olor a muerte.
—¿Estas bien? —se acerca junto a su mochila. —¿Que pasó, muñequita?
Me entrega un paquete de chocolates y antes de que pueda preguntarle por ese otro "algo" me lo pasa rápidamente y yo lo escondo en el sujetador con el corazón latiendo a mil. Agradecida infinitamente en que lo haya encontrado, esto es lo que faltaba para largarme.
—Tuve una pelea fuerte con el Coronel y luego con el estúpido Sargento que intentó abusar y huyó cuando le di pelea.
Le sonrío.
—Me alegra que estés aquí, me sentí muy sola. —Lo abrazo sin pegarme tanto para que no sienta el bulto en mi vientre.
Aunque ese golpe en la costilla ronda por mi mente, lo evoco cada segundo pensando en si pudo afectar a mi bebé.
—Tengo que contarte algo y...
Saca un algodón y alcohol en gel para desinfectar la herida de mi labio inferior, con suavidad empieza a limpiar hasta que "alguien" se aparece, con la mirada perdida, despeinado y sigue en camuflado.
Alguien que no fue capaz de venir a verme ni siquiera para decirme porqué me trata tan distante.
Aunque ya entiendo en parte, su padre lo sabe pero eso no quita el que me haga sentir mal y peor con todos estos sentimientos que me produce el embarazo.
Sus grises se tornan oscuros al verme, ignoro su presencia y dejo que Carter siga curando mi labio el cual empieza a sangrar. Se aleja cuando se da cuenta que no estamos solos, le hago una seña con la mano que Rhyss no ve, solo para que Carter tampoco le ponga cuidado y mucho menos le hable.
—Gracias. —me levanto dejando mi mano sobre mis costillas adoloridas, ambos notan eso pero lo ignoro.
—¿Que te pasó? —pregunta intentando entrar pero Carter se lo impide cuando lo veo. —¿Que..?
—No te importa. —le contesto tajante, enfoco en Carter. —Tengo que ver al Coronel, trae a ese animal, Carter.
—¿Quieres que te revise? ¿Te golpearon muy fuerte? —Carter repara mi rostro y por un segundo deseo que fuese Rhyss.
—Eso necesito, porque estoy embarazada. —confieso ganando expresiones demasiado exageradas.
Rhyss se mantiene pero noto su comportamiento un poco extraño, ahora que le pongo atención se ve tomado e intenta disimular.
Carter sin esperar algo toma mi mano y pretende llevarme con él y en el camino Rhyss nos detiene tomando mi muñeca.
—¿Que..? —me suelto bruscamente y se tambalea. —Espera...
—¡No me toques! —me alejo como si su toque quemara. —Si te preocupa que sea tuyo, ¡Te garantizo que no lo es! Así que vete a la mierda junto con tu padre.
Intenta aferrarse con más fuerza a mi brazo, Carter lo repara y luego a mi.
—Tengo que revisarla, capitán. —logra que me suelte y nos alejamos al consultorio, entramos y Carter se da cuenta de que hubo tremendo desbarajuste anoche.
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RHYSS. [AKDR #4]. ©
Mystery / ThrillerSage se ve forzada a convivir varios meses con el desquiciado Coronel, este se queda encantado con ella al ser la única mujer entre ellos y la encierra en su batallón militar aislado de todo. Dos meses después, cuando por fin logra escapar, envenena...