RHYSS. [AKDR #4]. ©

U.E

DESCONOCIDO.

—¿Que sucede? —no deja de mirar a un punto fijo y su expresión me dice que está viendo algo, como la vez pasada que la visité. —¡Que ves!

Sohara es el nombre de esta pequeñísima población que no supera los 150 habitantes. Viven unidos por una creencia poco conocida, viven en selva, en casas de madera de una sola planta y en este lugar lejano para no ser encontrados.

—Señor... —jadea aterrada, la vieja bruja que puede ver supuestamente el futuro, indicios o pedazos de lo que puede suceder después, se mantiene aterrada.

No creía en esto pero mi abuela cree en esta mujer y a los que le siguen a su creencia. Vidente, bruja o lo que sea pero es eficiente y claro, no es la primera vez que le pregunto sobre lo que ve en una persona.

—No puedo decírselo. —se niega e intenta huir de mi, pero es imposible ya que tengo el área rodeada, aunque Coraline me haya robado parte de mi fortuna, mejor dicho MI VIDA en el pasado, mantengo mis fuentes.

Siempre supe que la maravillosa idea de mi difunta abuela, sobre tener escondidas en varios puntos; cajas fuertes con parte de nuestro dineral, serviría para algo.

—Tienes que obedecer a tu amo. —aprieto su mentón entre mis dedos y evita querer mirarme. —Dame una buena razón por la que no quieras revelarlo.

Así que, a eso se debía el que estuviera empacando, tiene muchas cosas típicas de brujas y no podía guardar todo. Algo me dice que me veía venir pero no fue hace mucho tiempo.

—Hace dos días tuve la visión... —las viejas y arrugadas manos intentan soltar mis dedos de su mentón, dejo que siga con su explicación. —En ella te vi y tengo que irme, ¡Decirte es convertirme en tu cómplice!

Le hago una seña a mi musaeid, la deja caer sobre su pequeño sillón y desliza sus manos por su arrugado rostro.

—No es solo como antes, pidiéndome que te diga si la misma niña es hija de la mujer por la que tienes un amor enfermizo. —me toma de la cara y el asistente se pone a la defensiva. —Ella no es su madre. ¡No debes seguir viéndola como la ves! Tienes que entender que la que fue la Dama de más de 4 mafias y apodada Reina Kadupul está muerta.

Me suelto de su agarre, detesto que mencione esos títulos, en especial el Kadupul que es algo que recuerdo y mantengo como sagrado.

—Solo vi que a través de mi sabrías de esto... Por eso correrá mucho dolor y sufrimiento en el linaje Thyssen.

—¿Que viste? —aferro mis dedos alrededor de sus muñecas. —No estoy de bromas, no soy un emir piadoso. Puedo eliminar a los tuyos que tienen familia a solo metros de aquí.

—No. Yo no...

—Dímelo. —la suelto cuando ella insinúa con la mirada que lo haga, llevo mis nudillos a su mejilla y el filo de mi sortija le deja un leve corte.

Entierra su mirada en la mía, somos de costumbres diferentes y si no lo fuera me tomaría esa mirada como un reto.

—No importa lo que haga, igual lo sabrás. —casi grita de horror, es una mujer que no quiere ver futuros dolorosos, me lo advirtió.

Cuando la busqué me gritó que ya no estaba de servicio ni disponible.

—¿¡Que viste, Naissa!? —le grito perdiendo la paciencia.

—¡Dos corazones sin latir! —lagrimas desbordan de sus ojos. —Harás algo terrible. ¡Tienes que morir!

Me empuja e intenta llegar a donde tiene un cuchillo, el musaeid le entierra una bala en la pierna logrando que caiga.

—¡Tienes que morir! ¡Son tres vidas inocentes! ¡Ya le has hecho mucho daño! —se arrastra por el suelo y sus palabras no me convencen, siento que miente.

—No es todo lo que viste. ¿Verdad? —retrocede más rápido. —¡Responde, maldita marginada!

—Hay sangre que no me deja ver más, solo la veo mirando una parte donde hay dos corazones en una máquina.

—¿Una ecografía?

—Si, no puedo ver más. Sabes cómo es esto... Es diferente, mi don es diferente y poco común, lo sabes...

—¿Que más? ¡Habla!

—Alemania. Ella lo...

Ve la hemorragia y cae inconsciente.

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Heeeey. ¡¡Se viene, se viene!!

Dudé mucho sobre subir este plus.