Capítulo 28

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❤️

02/11 = Cumpleaños feliz.

El comienzo de un día inolvidable.

Tipo de narrador: Omnisciente.

Alejados en la oficina, aquellos dos individuos intercambian palabras con el fin de un trato conveniente para ambos, los dos querían salir beneficiados, de modo de que pudieran quedar satisfechos. Stefany sabía lo que él quería, y podía dárselo, pero ella también quería amor, un romance que a él no le parecía muy alentador, al parecer.

—Serás mi sumisa, ¿no? —Finalizó él con una sonrisa muy descarada. Él no sólo quería sexo, no le molestaba la compañía de Renaldy, quería tenerla cerca, que solo ella fuera suya.

Pero aparte de eso, él anhelaba la entrega de Stefany; que fuera física, personal, que él sintiera que ella confiaba en él, que su cuerpo y su mente lo desearan siempre. Tenía esa necesidad de quererla tener entregada, llena de redención si de él se trataba, porque confiaba y había decidido entregarse completamente.

La sumisión implicaba diversas cosas, y aunque él no trabajara día y noche con el papel de dominante, había estudiado mucho de ello, hasta que simplemente creó sus propias reglas en el sexo, y dejó claro que siempre ese sería su papel; el de dominar, el de someter, aunque no lo usara todos los días, porque él no se negaría si Stefany justo ahora se montara encima de él y pusiera el mando con sus caderas chocando contra sus muslos.

—Tengo una condición.

Adrein frunció el ceño, confuso.

—He... Investigado, mucho, sobre cómo son estas relaciones de dominante y sumisa... Me gustaría respuestas, Adrein, si me voy a entregar a esto, debo saber sus daños, sus virtudes, en qué va a consistir nuestra vida.

Adrein respiró hondo comprendiendo lo que deseaba.

—Aunque no lo creas, aquí el poder lo tienes tú. Porque me puedes limitar, detener, cuando te sientas presionada, o angustiada. La comunicación nos construye, debemos hablar de nuestras inquietudes, al igual que nuestros limites, y además todo debe estar consensuado, y si alguna vez deseas que pare porque me he excedido o porque crees que ha sido demasiado, dirás una palabra de seguridad... No es una dinámica, Stefany, es un estilo de vida que nos vuelve íntimos, y me asegura tu entrega física y mental, mientras me encargo de darte un control, una dominación, un gusto por lo que será diferente en tu vida...

—No soy buena sumisa, Adrein, no soy buena obedeciendo... No creo que...

—Aprendes con el tiempo, Stefany. Ten claro que voy a presionar tus barreras hasta romperlas, porque quiero probarte que puedes, pero temes. Entiendo tu angustia, tus miedos, tus inseguridades, créeme que también las tengo al meterme en una relación delicada, como lo es ésta.

—Pero... Tú no sientes nada, ¿cómo podrás... detenerte?

—Stefany... Esto es difícil para mi, mucho, me cuesta demasiado abrirme con las personas y he sido un hombre difícil contigo, realmente lamento eso, pero... Quiero que comprendas, que jamás, escúchame, jamás rompería tus limites. Si dices la palabra de seguridad, me detendré.

—¿Si no la digo?

—Seguiré.

—¿No me dará miedo usarla?

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