Capítulo 46 Pt.2

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Sadismo...

Advertencia: Contenido escenas +21 poliamor, con actos peligrosos y sadismo (Ni se les ocurra hacer esto, por favor. Aprendan a separar la ficción con la realidad). Contiene actos peligrosos y delicados para algunos, se recomienda discreción.

Aviso; Capitulo Largo.

———

Stefany Renaldy.

Me mentalicé en lograrlo, en tenerlo, en escucharlo y no me quedaría quieta hasta escuchar la redención de ambos. Sus miradas inyectando veneno, sus cuerpos tensos y sus mandíbulas apretadas están frente a mi. Unas sonrisas siniestras se plasman en sus rostros y aún teniéndolos contra la pared, ni se por donde empezar.

Me deshice de la ropa que me quedaba y ahora solo encuentro miradas hambrientas ante mi. Mi hermoso cuerpo queda a la vista de ambos, y percibo la sed que nace por los colmillos que se afilan con solo verme.

—Castigo para Adrein —Recordé con una leve risa—. Escupe tu mano y masajeate, por favor.

Pedí falsamente controlando su mente. Acató la orden, con sus ojos lanzando esa mirada asesina que sabía que todo el odio que inyectaba era más que real. Escupió su mano, hilos de saliva saliendo de sus perfectos labios húmedos y después cayendo en la palma de su gruesa mano. Sus ojos viendo con asco la escena, y sentí el temor de pensar que estaba haciendo algo que no le gustara.

—Pídelo —Objeté dejando de usar mi poder—. Pídelo, Adrein —Volví a decir.

Sus ojos demostrando malicia y una sonrisa se dibujó en sus labios.

—Sabes bien que cualquier cosa que me hagas, me gusta. No lo dudes, y estoy de acuerdo con esto. Además de que tienes mi consentimiento, por supuesto —Murmuró calmando mis ansias y una sonrisa tierna apareció, la cual borró—. Agh, eso sonó cursi.

Adriel giró sus ojos azules, tomando su frente y riéndose.

—Esas son las cosas que debemos decirle, zoquete.

Ambos se sacaron la lengua con odio y oculté la sonrisa que quería salir. Si, definitivamente me voy a casar con dos hombres que parecen niños pero son bastantes peligrosos.

—Empieza, princesa —Sentí mariposas cuando Adrein me llamó así. Mi estómago se encogió en aquella sensación de cosquillas dentro de él. Mi corazón se puso pequeño y solté un suspiro, más enamorada que antes.

<<Pero empieza, mensa>>. Me recordé cuando vi mi cuerpo todavía desnudo y a ellos pegados en la pared, siendo controlados por mi.

Me acerqué a Adrein, fijando mis ojos en él. Una dilatación oscura recorrió sus orbes, y me lanzó un besito sin tocar mis labios, solo insinuando que quería hacerlo. Acaricié su mejilla y apoyé mi frente con la de él.

—Te amo —Solté en un susurro.

—Gracias por esto. Por todo. Por ser parte de mi retorcida vida y hacerme sentir vivo otra vez —Besó mi mejilla y su aliento acariciaba mi labio inferior con detenimiento—. Juro que no te merezco. Me haces feliz, realmente lo haces y tengo sentimientos tan grandes por ti que temo el día el cual me dejes. No sería capaz de sobrellevarlo.

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