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Primera Decepción.
Resulta que las personas que se ven
inocentes son las más podridas por dentro.Stefany Renaldy.
No me muevo.
Tengo tanta gente cerca y la musica elevada destruyendo mis tímpanos que sigo mirando y ya tengo que hacerme la idea de que es real, no puedo tener esta etapa de negación. Resulta que cuando te fías en la apariencia inocente de una persona termina siendo todo lo contrario.
—¡Mi vida!, ¿Interrumpo algo? —Digo seria sintiendo como mi corazón arde.
Es Matteo el cual se voltea con los labios rojos, e hinchados, abre los ojos impactado al verme y las lágrimas amenazan con salir, pero no dejo que salgan aún sintiendo como me muero por dentro.
Está él y la mujer que acaba de besar. Una rubia, muy simpática, la cual se separa al ver que lo veo.
—Déjame explicarte... —Matteo pone su mano en mi hombro intentando calmarme cuando me ve, pero ya es inútil quitarme la rabia que cargo encima después de verlo casi metiéndole la lengua en la garganta a la rubia.
—Explicarme —Repito. La piel me arde y mi primer impulso es abofetearlo tan duro que hago que su cara gire drasticamente—. ¡Maldito descarado, asco es lo que me das!
Le atino a la otra mejilla volviendo a girarle la cara. Las manos me arden tanto que no se cuantas cachetadas le doy, ni cuantas veces lo empujo frustrada por todo. Empiezo a empujar su pecho con un dolor en la garganta que casi no me deja respirar correctamente. Agarra mis manos y las detiene en su pecho queriendo que lo mire, pero no quiero hacerlo. Su mirada dice lo asombrado que está y yo solo pienso en como descargar la rabia, y la decepción.
—Escúchame. —Pide casi en un susurro al notar que tenemos casi a medio bar mirándonos—. Hablemos en una lugar privado...
Aprieta el agarre de nuestras manos cuando intento zafarme y le pido que me suelte, que si no lo hace no respondo e insiste con querer hablar conmigo en un lugar privado, cosa que le niego sintiendo esa presión en el pecho al mirarlo fijamente. Me canso de intentar zafarme y en un impulso le clavo mi rodilla en todo el miembro, haciendo que suelte mis manos y caiga al piso tras el golpe seco.
—¡Si te digo que me sueltes es porque realmente tienes que soltarme! —Gritoviendo como se levanta del suelo, dedicándome una mirada llena de odio—. ¡He aguantado gritos, he aguantado ser tu juguete sexual cuando me siento mal, te he cumplido cada maldito capricho, te he sido fiel y he hecho todo bien! ¡Y terminas haciendo esto en mi cara! ¡maldito descarado!
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Mi Crimen Favorito
RomanceUn pueblo pequeño. Una entrevista de trabajo. Algo... Peculiar en ellos. Letalidad. Ojos mieles. Ojos azules. Ojos verdes. Ella... Solo quería un trabajo, uno que ayudara su estabilidad económica, por ello viajó al pueblo más pequeño de Georgia, don...