Decisiones Mortales...
Adrein Walk.
Solo estaba consciente de cuanto quería soltar todo lo que tenia trabado en mi garganta. La mujer que se encontraba frente a mi lucia muy confundida y quise profundamente agarrar fuerza al hablar pero vi a mi hermano con miedo, temor.
Las decisiones que quería tomar estaban hace tiempo en mi mente. Las analizaba, las pensaba y siempre tenía la misma respuesta: Lo quiero con toda la maldita intensidad del mundo.
Sé que no puedo ser una persona normal por más que me lo proponga. Ahora menos, sabiendo lo que soy y por fin llegando a aceptarme como tal. Soy un vampiro, con... ¿poderes?.
Suena raro, muy raro.
Aclaré mi garganta y saqué la caja de terciopelo que tenia guardada en mi bolsillo. El asombro adornó los ojos miel de mi mujer y supe, que sentía lo mismo que yo.
—He pensado tanto esto que ahora no encuentro las palabras exactas —Abrí la caja dándole paso al anillo de diamante verde—. No es el momento, no es nuestro mejor tiempo juntos, no estamos sanos ni mucho menos estables. Somos malos, asesinos, despiadados y no nos merecemos todo lo malo que nos ha sucedido. Si algo tengo claro es lo que quiero, y Stefany Renaldy eres todo lo que me hace falta en mi vida.
Sus ojos brillaron en lágrimas.
—Pensaba constantemente que nunca llegaría a este punto, que nunca me daría la oportunidad de ser feliz, y justo en este momento estoy olvidando toda la mierda que tengo encima para solo centrarme en ti, ya que eres lo más importante —La miré con los ojos nublados—. Stefany, eres una mujer hermosa que me ha hecho conocer lo que significa aquellas demencias del amor. Dije que no te ofrecería matrimonio, porque me consideraba un monstruo en ese entonces pero cuando tú me miras... Joder, cuando tu me miras de esa forma siento que no lo soy, siento que solo soy un hombre el cual amas a pesar de sus errores y su pasado.
Sentí la presión en mi pecho.
—No soy un hombre el cual te traerá flores mientras me esperas en casa, soy de esos hombres que te van a poner un pedestal y bajará el mundo a tus pies si así lo quieres. No soy un buen hombre Stefany, y quiero que entiendas eso al responder la pregunta que te haré.
Ella acarició mi mejilla empezando a llorar.
—Me hiciste sentir cosas que pensé que nunca sentiría. Encendiste mi humanidad, me hiciste querer aquello que no quería pero sabía que necesitaba —Sonreí—. Eres mucho para mí y lo sé, sé que lo que menos necesitas es un esposo como yo.
Miré a Adriel.
—Pero Stefany, estoy dispuesto a demostrarte que te puedo hacer feliz cada día de mi vida si me lo propongo. Me puedo proponer a sanar, a ser mejor persona, a dejar mi pasado atrás para crear un futuro contigo —Sujeté mi mano—. No quiero que te presiones, tampoco quiero que pienses que hice esto con la mente fría. Nunca estuve tan decidido en proponerte algo hasta hace algunos días atrás.
Compartí miradas con Adriel y él se levantó del suelo.
—Adrein no puedo hacer esto —Comentó con la voz entrecortada—. Duele, pero es lo correcto. No me puedo meter en su relación, no puedo creer que esto es correcto cuando no lo es. Yo solo quiero que ustedes sean felices, más no quiero sentirme de esta forma. Ustedes son perfectos uno para el otro, y entiendo que Stefany no quiera estar contigo. Por favor, hagamos algo bien y alejenme de esto que no puedo estar de esta forma con ustedes.
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Mi Crimen Favorito
RomanceUn pueblo pequeño. Una entrevista de trabajo. Algo... Peculiar en ellos. Letalidad. Ojos mieles. Ojos azules. Ojos verdes. Ella... Solo quería un trabajo, uno que ayudara su estabilidad económica, por ello viajó al pueblo más pequeño de Georgia, don...