🦋/🍩PADRES⚡/🥃 - VOLKACIO AU

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Volkov entró con paso firme a las instalaciones del departamento policial, al instante varios ciudadanos que se encontraban dentro lo saludaron, y él, de forma seca pero respetuosa, correspondía a los saludos como le era costumbre.

V se adentra al edificio y camina hacia el mostrador, da algunos pasos para ir hacia el pequeño ordenador que se encontraba arrinconado en la pared y entra de servicio para comenzar con su jornada laboral. Da la vuelta y regresa hacia la parte principal del recinto, tranquilamente camina hacia la sala de armería y toma algunos objetos que requerirá para comenzar con su labor.  

Seguidamente, el comisario se dirigió hacia su despacho, mismo que permanecía en el piso donde se encontraba, estando ahí se sentó en su escritorio y comenzó a ponerse al tanto de cómo estaba organizada la radio con los agentes disponibles. Rápidamente se ocupó de reorganizar a la maya y de organizar un poco del papeleo que se encontraba en su oficina.

Después de algunos minutos y con todo perfectamente en orden, salió hacía la parte principal de la comisaría y ahí se encontró a Conway, a quien no dudó en saludar:

—Привет, ¿Qué tal se encuentra? —cuestionó Volkov, en forma de saludo.

El mayor continuó caminando hacia la sala en la que se encontraba los vestuarios, entró y al estar frente a su taquilla contestó:

—Igual que siempre, con la migraña hasta las pelotas y unas ganas inmensurables de morirme—habló con un tono amargo, casi como un gruñido. Posteriormente, el Jefe de la policía se colocó un chaleco antibalas arriba de su camisa blanca de vestir, el comisario solamente se mantuvo junto a la puerta, observándole.

—Bueno lo primero lo entiendo, a mí me pasa igual casi siempre, pero lo segundo no entiendo su razón para tener ganas de acabar con su vida, sinceramente—respondió Volkov ante la contestación del contrario.

—Estoy jugando, Volkov. No lo decía en serio—aclaró el mayor—, sabes que mi tiempo aquí es ilimitado, solamente me iré cuando así sea requerido.

—Entiendo... —contestó el ruso un tanto pensativo.

Conway se dio la vuelta hacia su subalterno y continuó caminando, saliendo de la sala en la que se encontraban. 

Al estar en la parte principal del edificio cuestionó:

—¿Organizaste a la maya? 

—10-4, me encargué personalmente de asignar a todos los agentes disponibles en sus respectivos canales de radio, están actualmente organizados—informó el comisario, a la vez que seguía al mayor hacia la parte lateral de la edificación.

—Bien—contestó su superior—. Vamos a patrullar, que la ciudad no se va a limpiar sola.

—10-4—dijo el ruso sin perderle el paso a su jefe.

Sin más, ambos salieron de la edificación, encaminándose hasta el garaje donde tomaron un coche patrulla y comenzaron con su patrullaje ordinario.

*

Pasó una hora, en la que el Jefe de la policía y el comisario atendieron varias alertas en la ciudad, desde avisos de droga hasta robos de vehículos, intervenciones que salieron exitosas con dos de los altos mandos de la comisaría operando. Entregaron multas y condena pertinente antes de volver a recorrer la ciudad nuevamente.

Conway se encontraba conduciendo, mientras Volkov permanecía de copiloto marcando las alertas para el contrario. Justo regresaban de una falsa alarma y retomaron la conversación que anteriormente habían tenido.