🦋/🍩PADRES⚡/🥃 - VOLKACIO AU

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/15/07/202X\

=12: 10 p.m.=

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Aparcó debidamente en el hueco, que si bien parecía estrechó, gracias a las impecables maniobras del moreno aquel espacio le quedabas grande.

Con una sonrisa en los labios, quitó las llaves del contacto y las tomo entre su mano derecha. Se quitó el cinturón y procedió a abrir la puerta de su plaza, salió lentamente de su automóvil, como le era común.

Una forma un tanto peculiar si lo veías desde otra perspectiva.

Dio un leve empujón al acceso por el que había salido, para después abrir la puerta trasera donde se encontraba su niña. Metió medio cuerpo hacia dentro y procedió a sacar la pañalera, la mochila de su bebé y a la misma pequeña.

La cargo en brazos para después sacar la parte de su cuerpo e incorporarse.

Cerró la puerta, presionó el botón para bloquear su coche y se giró, todo esto casi al mismo tiempo.

Frente a sus ojos, a algunos metros de distancia, se encontraba su Floristería; el local con colores como el verde y dorado, además de un poco de blanco, dándole un aspecto lindo y acogedor.

Tan sólo separado a una calle de la misma, ya que había aparcado frente al recinto, allí podría observar su coche desde dentro de su negocio por lo que tenía aquel espacio estrictamente reservado.

Rodeo su vehículo blanco forzosamente, puesto que el lugar en el que aparco siempre quedaba junto a la calle por la que pasaban varios coches.

Comenzó a caminar por la acera, siguiendo el camino peatonal hacia la esquina de la calle conjunta, se detuvo al estar frente al semáforo, y cuando estuvo en verde para los peatones, camino por el paso cebra.

Miraba hacia los lados, estando a alerta para cualquier situación, además de que acercaba más a su pequeña hacia su propio cuerpo. Concentrado en sus pasos, las personas a su alrededor y los coches que se posaba por todas partes.

Pronto, su concentración se vio interrumpida por la voz de su hija:

—¿Vamos a cuidar las rosas de la abuela Julia? —pregunto la niña que se aferraba con sus brazos al cuello de su papá. Cuestión que nació al ver hacia donde se dirigían.

El contrario le miro al escuchar aquel nombre.

—Mhjum—afirmó—. Sí, mi amor… —le dijo con voz suave.

Sonrió.

—Okay—contesto con una leve sonrisa la contraria.

Miró hacia el frente nuevamente, dando los últimos pasos para poder de nuevo incorporarse a la acera de la calle que daba hacia su local.

Entró por la puerta de cristal provocando que la campaña sonara y, de alguna forma, demostrando su presencia en la tienda.

—Buena tardes—saludó en voz alta para sus empleados y clientes que yacían en el recinto. Saludo que fue correspondido por varios de los ya mencionados.

Horacio se adentró en el recinto y caminó hasta el mostrador principal, donde se encontraba una mujer que era empleada suya.

—Hola, Jefe—lo recibió una pelinegra. 

—Hola, Kate—le respondió el saludo. Dejo sentada a su niña en el mesón y esta gateo hasta la mujer de cabello oscuro.

—¿Qué tal el día? —pregunto a la vez que cargaba a la pelirroja de ojos verdes.