🦋/🍩PADRES⚡/🥃 - VOLKACIO AU

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La reja se abrió, dejando caminó para que el comisario entrara del todo con su coche, la puerta se cerró detrás del automóvil a la vez que el ruso aparcaba correctamente.

Habían entrado por la parte trasera de comisaría, ya que era más cómodo y privado. Ya que Volkov trataba de guardar un poco la integridad de su hijo, sí bien se sabía por la ciudad que el "Comisario de Los Santos" tenía una bendición él intentaba proteger la privacidad del pequeño.

Y seguramente se ahorraría los comentarios de parte de los ciudadanos —si es que había de estos en la recepción principal del edificio—.

Apago el coche y salió rápidamente de este, se dispuso a sacar al castaño de la parte trasera y a cargarlo en brazos. Con una mochila en la mano y al menor en la otra, intento bloquear el auto correctamente, cosa que logró después de unos intentos.

Bajo los escalones correspondiente para entrar a la edificación por la amplia puerta trasera, comenzó con un breve recorrido por la zona de atrás de comisaría; donde tuvo que pasar forzosamente por las celdas. Ahí se encontraban algunos reos; que al ver al imponente comisario se quedaron callados, aunque no ignoraron el hecho de que llevaba consigo a un menor en brazos.

Al salir de aquel espacio, subió las escaleras para ir al piso central del departamento policial, se cruzó a algunos agentes a estar en recepción que lo saludaron cordialmente y él hacia lo mismo. Cuando llegó por fin a su oficina, dejo a Gael en el sofá marrón que se encontraba de lado derecho de su escritorio, se incoó frente al mueble y dejo la mochila junto a su hijo.

—¿Quieres hacer algo? Puedo jugar contigo si quieres... —propuso el comisario.

El castaño se quedó pensando unos segundos, en silencio tomo la maleta que su padre había cargado con sus cosas, la abrió y comenzó a hurgar en esta. A los segundos saco algunos colores y hojas de papel, el mayor pudo interpretar lo que pretendía.

—¿Me ayudas con un trabajo? —puestiono el pequeño un con un tono de voz suave—Tengo que dibujar una cosa, pero no creo que me salga bien... y si tú también haces uno tal vez lo pueda presentar en ves del mío.

—¿Y porque no querías mostrar el tuyo? —pensó en voz alta Volkov.

—Porque no dibujo muy bien—-contesto el menor mientras bajaba lentamente su cabeza apenado.

El ruso sonrió levemente ante la acción del infante, pronto y al denotar el nerviosismo del menor se incorporó, removió los marrones cabellos de Gael y exclamo:

—Venga te ayudo, pero vas a entregar tú dibujo, seguramente el mío salga peor.

El castaño rio ante su comentario.

—Pero antes, voy a ponerme de servicio—anuncio mientras se alejaba y caminaba hacia la puerta—, ya vengo.

Al estar fuera, cerró el acceso y se dispuso a caminar hacia la parte trasera de la recepción. Registró nuevamente su entrada, denotando su disponibilidad laboral por segunda ocasión en el día, al instante tomo la radio del bolsillo de su pantalón —que anteriormente tuvo que guardar por ir a las carreras por su hijo—, y la encendió.

—Aquí Comisario Volkov—hablo por el aparato al presionar el botón.

—Buenas tardes señor—se escuchó la voz de uno de sus agentes.

—Informo, me he vuelto a colocar de servicio y me encargaré de tomar mando nuevamente—dijo a la vez su comenzaba a dar pasos para alejarse del lugar.

—10-4, Señor. Informo que hay actualmente 11 agentes, incluyendo mi persona, de servicio.

—10-4. Procederé a resignar a los compañeros y a usted también, compañero.