Esa noche al volver a casa, arrastré mi futón desde mi parte de la habitación hasta la de Mitchin, llevando conmigo el osito que alguna vez cosió para mí; una clara señal de que quería quedar bien con él. Estuvimos en silencio por mucho tiempo hasta que por fin pareció dispuesto a hablar.
—¿Por qué Mikey? —me preguntó, casi susurrando para no despertar a las niñas.
—¿Por qué no? —repliqué.
—¿De verdad, Nee-chan? Mikey sería el peor novio de todos. Hace berrinches como niño pequeño —argumentó.
—Con los cuáles sé lidiar.
—Olvidaría lo que le dices un día después.
—Te sorprendería lo que ha llegado a recordar tratándose de mí.
—Nunca serías su prioridad.
—No necesito serlo.
—No le importaría si llegaras a molestarte. Olvidaría ir a sus citas. Se aburriría a la semana...
—Wakatta, wakatta —lo detuve—. Ya lo sé, Mitchin. Demo... no es algo que elegí, ¿sabes? Solo pasó. —Suspiró.
—¿Se lo dirás?
—No lo sé.
—No lo hagas —aconsejó—. Si solo pasó, puede que lo superes de igual forma.
—Tal vez —admití. Honestamente, parte de mí espera lo mismo. Mikey-kun podrá ser un excelente amigo, pero ¿una relación amorosa? Olvídenlo. Mitchin no exageraba al decir que sería el peor. Si él se aburriera en una semana, yo tardaría lo mismo en hartarme por todo. Mis estándares son difíciles de llenar gracias a Kei-kun. Así que lo más prudente es conservar a mi mejor amigo e ignorar cómo me siento.
—Nee-chan —volvió a llamarme, poco antes de que me quedara dormida—, ¿sabías que Baji no ha salido con nadie desde ti? —Es como si Mitchin me hubiera leído la mente y supiera que había comenzado a pensar en él. Me levanté un poco, recargándome de mi hombro para ver su cara y asegurarme de que decía la verdad—. Todos creemos que estaba esperando que volvieras. —Mi corazón dio una triple mortal.
Yo lo intenté. Ser la chica nueva y además extranjera me hacía ganar puntos con los chicos. Pero como ya lo dije, ninguno daba la talla. Y aquí estaba mi hermano, diciéndome que el único chico que realmente he querido estuvo esperándome estos dos años.
—Sate, ¿nan-de... —comencé a preguntar, sin encontrar bien las palabras. Él pareció comprenderme. Volvió a suspirar y agarró mi cara para volver a ponerla en mi cabecera.
—Para ser una chica tan inteligente, a veces eres muy lenta, Nee-chan.
—Esa no es una respuesta.
—Chifuyu.
—... ¿Ahora vas a ponerte a decir nombres al azar?
—Baka. —Se acomodó en su futón y cerró los ojos—. Dejaré que te des cuenta sola. Descansa, Nee-chan.
Ese fue el final de nuestra conversación, la cual me dejó con muchas dudas, mismas que incluso ahora no me saco de la cabeza. Y como cereza del pastel, más cosas que no me dejan dormir surgieron cuando Pachin fue detenido por apuñalar al comandante de Moebius y ToMan comenzó a tener una mini guerra civil.
La facción de Mikey, la facción de Draken... Carajo, ¿por qué no simplemente pueden aceptar que ambos tienen un punto, pero no por eso deben separar a toda la condenada pandilla con ellos? Están siendo unos inconscientes peleando como si no fueran el ejemplo de todos. Intenté hablar con ellos. Con Draken-kun primero, ya que es el más razonable de ambos, pero esta vez no dio su brazo a torcer porque sabe, al igual que yo, que está en lo correcto. Después fui con Mikey. Traté de todas las formas que se me ocurrieron, pero al final me exasperé y puede que lo mandara a la mierda. Incluso Emma se ha visto afectada con el asunto. No deja de llorar al pensar en lo que podría pasar, ni siquiera dejó de hacerlo cuando visitamos a Hanagaki en el hospital (a donde fue a parar el mismo día del incidente de Pah). Ese fue el día en que oficialmente nos presentamos.
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All along | Tokyo Revengers (OC x Mikey + Baji + Chifuyu + Koko )
Fanfiction¿Qué pasaría si hubiera una chica en ToMan? ¿Una entrometida que siempre se mete donde no la llaman? Rina Mitsuya ha vuelto a Japón luego de dos años. A pesar de que su hermano menor se rehúsa a dejarla entrar en su círculo de amistades por completo...