El sonido del timbre provoca que me remueva en sueños. La segunda vez estiro mi mano hacia la cortina tras la que se encuentra mi hermano y la aparto un poco para llamarlo. La tercera, me levanto y voy con él para despertarlo.
—Mitchiin, están tocando —le digo, echándome encima—. Ve a ver quién es. —No me hace caso y se escucha una cuarta vez. Lo jaloneo—. Mitchiiiin.
—Ve tú, ya estás levantada —balbucea, enterrando la cabeza en su almohada—. Debe ser Kaa-san que olvidó algo. —Suspiro. No quisiera, pero debido a la insistencia del timbre, salgo del cuarto para ir a abrir, tomando de paso una manta porque hace frío.
Al abrir, no encuentro a Kaa-san volviendo por algo que olvidó.
—¡Mikey!
—Ohayo~. —saluda. Me froto los ojos para espabilarme.
—¿Qué rayos haces aquí a las cinco de la mañana?
—Anoche no pude despedirme.
—Claro, y por eso vienes a decir kiwotsukete antes de que amanezca. —Ruedo los ojos.
—Ah, sore... Vamos a verlo en el techo, ¿te parece?
—¿Eh?
No me deja ni ponerme unos zapatos. Así en pijama y con pantuflas me saca de casa y me lleva a la azotea. Es una suerte que haya tomado esa manta o moriría de frío.
—Perdiste la cabeza, ¿cierto? —digo, envolviéndome mejor en ella cuando estamos sentados—. Ver el amanecer es algo que haces en verano, no cuando está nevando. —Me ignora completamente.
—Resulto bien. Lo de Takemitchi y Hina —informa en su lugar—. Él se puso a llorar como un bebé cuando la tuvo enfrente. Pero luego regresaron.
—Sabía que así sería... —Comienzo a formar una sonrisa—. Yokattane. Los dos tienen que ser felices juntos. —Él asiente.
—Hable con él. Sobre Aniki.
—¿Sokka?
—Son muy parecidos, ¿no es así? Incluso en su debilidad hacia las mujeres. —Río.
—No había pensado en eso. Supongo que tienes razón —acepto—. Pero su parecido más grande es su fortaleza en la adversidad. Shinichiro-san siempre te cuidaba la espalda sin importar a qué se enfrentaran. Takemitchi hace lo mismo. Lucha hasta el final por lo que es correcto.
—Hah... Rina-chan parece seguir siendo atraída por eso, ¿cierto?
—¿Mm?
—Tienes buen ojo para reconocer a personas como ellos. Y cuando lo haces, te les pegas como sanguijuela.
—¿Me estás insultando? —Ríe negando.
—Rina-chan, eso es lo más brillante de ti. Tienes carácter, inteligencia, sensatez, insubordinación... Naciste para ser líder, pero vas en contra de tu naturaleza. En vez de eso, le cedes voluntariamente el lugar a alguien más, alguien que se gana tu admiración como Takemitchi, y... ¿Recuerdas cómo fueron los últimos meses con Aniki? Si por casualidad llegaba con nosotros cuando estabas, te olvidabas de Mitsuya y de mí por completo, también de Baji.
—Y eso lo ponía celoso —recuerdo con una sonrisa.
—Con Takemitchi eres igual. Desde lo que pasó con Kenchin, empezaste a ser como su mano izquierda.
—La metáfora es con la derecha, Mikey —menciono.
—Como su mano izquierda —repite, lanzándome una mirada que advierte que no lo contradiga—. No eres la cabeza porque rechazas ese puesto. Tampoco eres su sombra, oculta detrás sin poder brillar. La mano derecha es el principal apoyo, pero cuando no es suficiente, la izquierda está ahí para poder continuar. Siempre está y puede parecer irrelevante, aunque al final también puede hacer una diferencia. Ese es tu lugar por elección, Rina-chan, y eres la mejor en él.
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All along | Tokyo Revengers (OC x Mikey + Baji + Chifuyu + Koko )
Fanfiction¿Qué pasaría si hubiera una chica en ToMan? ¿Una entrometida que siempre se mete donde no la llaman? Rina Mitsuya ha vuelto a Japón luego de dos años. A pesar de que su hermano menor se rehúsa a dejarla entrar en su círculo de amistades por completo...