All along | Tokyo Revengers (OC x Mikey + Baji + Chifuyu + Koko )

56 | Búsqueda

Me esperaba muchas reacciones viniendo de Takemitchi después de escucharme. Sorpresa al ver mi repentino cambio de postura respecto al tema. Incredulidad tal vez o quizá incluso emoción al tener a su vieja aliada con él de nuevo. Jamás hubiera contado con que lo que me encontraría sería... nada.

—¿Doushite, Takemitchi? —pregunto, comenzando a preocuparme.

—Rina-san... —Él por fin levanta la cabeza para mirarme, con una sonrisa—. Gomen, tenías razón. Mikey-kun decidió su propio camino. Ya no es necesario encontrarlo.

—... ¿De qué hablas?

—Ninguno de nosotros seguirá involucrándose en los asuntos de Bonten. Es el deseo de Mikey-kun —dice, dándome la espalda y comenzando a caminar. Me apresuro a detenerlo tomándolo del brazo.

—¿Qué fue lo que decía en ese video? —inquiero—. ¿¡Por qué te hizo cambiar de opinión de esa forma?! —Me mira a los ojos y su sonrisa se ensancha.

—Dijo que estaba preocupándome por nada. Mikey-kun me pidió que dejara de hacerlo y no les causara problemas porque él está bien.

—... ¿Y entonces por qué se fue?

—Por miedo a que le rompieras el corazón. —Ríe, rascándose la nuca—. Él me golpearía si supiera que te dije después de asegurarse que no lo escucharas. Le daba vergüenza admitirlo frente a ti. Pero descuida, Rina-san. Mikey-kun prometió volver cuando se sintiera listo para verte de nuevo. —Me quedo procesándolo tanto tiempo en silencio que vuelve a tomar la palabra—. ¿Quieres ir por un parfait? Será mi disculpa por no hacerte caso antes.

Antes de que pueda negarme o aceptar, toma la delantera y camina a la salida.

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El día de la prueba final del vestido llega pronto. Le enseño a Yuzuha cómo ayudar a colocarlo con mis dos amigas para que ella pueda ayudarme a mí sin problemas. Los chicos esperan del otro lado de la cortina así que Emma es un manojo de nervios y Hina está rebosando de emoción. Yo, por mi parte...

—Tienes la cabeza en las nubes.

—Sí, exactamente eso... —le contesto a Yuzuha vagamente.

—Rina.

—¿Mm?

—¡Espabila! —dice, golpeándome en la frente. Funciona, así que no se disculpa. No me enojo, pues tenía razón.

—¿Cómo van las cosas, Nee-chan? —pregunta Mitchin del otro lado. Sonrío al recordar las muchas veces que nos comunicamos entre cortinas cuando éramos jóvenes.

—Yuzuha es mala vistiendo novias, pero estaré lista en un minuto.

Le señalo a mi amiga los detalles que se le pasaron mientras Emma y Hina siguen esperando pacientemente, entretenidas al ver el proceso. Luego le doy el visto bueno y ella corre la cortina para que nuestros prometidos puedan vernos.

—¿Y bien? —pregunta Emma.

—¿Qué tal nos queda? —Hina incluso da una vuelta al hablar.

Nuestros prometidos se deslumbran al vernos. Como imagino que ellas hacen, me concentro en ver a quien será mi esposo. Sus ojos brillan, sus mejillas están sonrojadas y su boca entreabierta. Es la misma expresión que tiene cada que me visto para una ocasión especial, pero es genuina y jamás me cansaré de verlo con ella. Me hace sentir por demás admirada, confirmar que es a quien quiero amar toda mi vida. Sonrío de oreja a oreja antes de hacer una inclinación de princesa.

—Las tres se ven más que hermosas. Pero ninguno de ustedes dos, chicos, es tan afortunado como yo que tengo el premio mayor —dice embelesado.

—Oi, ¿qué mierda estás farfullando? —inquiere Draken con el mismo tono—. Sin ofender a Rina, pero ¿has visto a mi chica?