10 | Imprudente

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Dos meses después de despedirme del Takemitchi del futuro, el nombre de Tetta Kisaki se escucha en mis oídos nuevamente. Esta vez, de los labios de Kei-kun.

Permanecí encerrada en casa (a excepción de cuando iba a la preparatoria) hasta hoy. No quería preocupar más a Kaa-san después de lo que hice así que decidí hacerle caso y esperar a que ella misma me autorizara volver a mi rutina normal. Mientras tanto, las encargadas de que siguiera las reglas eran irónicamente mis dos hermanitas. Por las mañanas estaba con ellas y las llevaba a la escuela. Al sonar el timbre, se aseguraban de que ya estuviera ahí por ellas y volvíamos las tres juntas a casa. Ahí cocinaba para mis hermanos y yo. Luego hacíamos tareas y a la cama después de la cena. Comúnmente, Mitchin y yo nos encargaríamos de hacer esto juntos; pero a Luna se le ocurrió que sería un peor castigo si yo lo hacía sola y se hizo como dijo.

Así que, después de obedecer dos meses enteros como buena hija, Kaa-san por fin cedió y me dejó salir. Mitchin me dijo que Mikey-kun y Kei-kun pelearon y el último fue vetado de las reuniones de ToMan, por lo que vine a su casa para averiguar qué pasó. Solo me ha querido decir dos palabras hasta el momento y fueron ese nombre.

Detengo mis manos, que hace poco estaban trenzando su cabello y me pongo a pensar. Takemitchi mencionó ese nombre. Dijo que era el subcomandante de la Tokyo Manji en el futuro. Sin embargo, eso era en su presente original. Aquél donde Draken había muerto en el festival del 3 de agosto. Ahora que eso no pasó, no hay manera de que ese tipo llegue a corromper a ToMan.

¿Verdad?

—Kei-kun, ¿qué fue lo que pasó exactamente? —pregunto, reanudando mi trabajo. Él solo bufa en respuesta. De nuevo—. Kei-kun~.

Para evitar contestar, me toma de la muñeca y me jala hacia su regazo desde la derecha para comenzar a hacerme cosquillas. Lo logra como por una milésima de segundo porque los anillos de mi mano izquierda se atoran con su cabello del mismo lado y el tirón lo atrae conmigo también. Termino quedando con mi brazo entero rodeándolo por detrás. Nuestros rostros quedan muy cerca, congelándonos a los dos en el momento.

Kei-kun mira mi rostro tan meticulosamente que trago saliva.

—Eso te pasa por querer pasarte de listo —comento, para romper la tensión. Miro el problema y me dispongo a trabajar en él. La complejidad de mis accesorios y lo largo de su cabello no me lo dejarán fácil—. No te muevas, ¿quieres? —pido.

—Rii-chan.

—Mate, lo haré rápido.

—Rii-chan.

—Solo tardaré un segundo.

Rii-chan —repite con más insistencia. Me doy por vencida y lo miro. Él retira con delicadeza el mechón que se escapó de mi oreja a mi cara y pasa después sus dedos a mi barbilla—. Tengo que hacerlo, aunque solo sea una vez.

Lo siguiente es un beso. Uno que compensa la ausencia de cualquiera durante nuestra previa relación. Sus labios se mueven poco a poco, alentando fácilmente a los míos a hacer lo mismo, y cada vez más. No hay prisa alguna y a pesar de eso, la intensidad va en aumento. Mi mano se enreda más en su cabello. La otra lo jala por el cuello. Las suyas me atraen a él igualmente. Nuestras respiraciones se agitan y mi corazón late rápidamente. Siento un calor originándose en mi vientre bajo.

—Keisuke, hij...

Todo pasa en un instante. La señora Baji suelta un gritito de sorpresa llevándose las manos a los ojos. Kei-kun y yo intentamos separarnos por acto reflejo pasando por alto el hecho de que mis anillos siguen atorados en su cabello. Así que la fuerza que utilizamos para apartarnos es la misma con la que regresamos al otro y nos pegamos en la frente. Él se soba la suya, yo le presto más atención a mi lengua, que terminé mordiendo. Ambos estamos rojos hasta las orejas.

All along | Tokyo Revengers (OC x Mikey + Baji + Chifuyu + Koko )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora