9 | Recuerdo

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Siento a Draken y Takemitchi a mis espaldas preparándose. Hago lo mismo subiendo mis puños y tragando saliva. Sin embargo, nunca llegan. Un pelirrojo sale de entre los arbustos y golpea al idiota del cuchillo. La sorpresa los para en seco.

—¿Akkun? —lo llama Takemitchi. Ubico ese nombre. Es su amigo del parque, el del cabello bonito.

—¿Nanda? ¿Vas a llorar? —responde—. Héroe llorón.

Nunca había escuchado ese apodo, pero al ver que Takemitchi rompe en lágrimas me doy cuenta de que le queda como anillo al dedo. Y verlo llorar me hace querer hacer lo mismo. Vinieron a ayudar. Aún hay esperanza.

—¡Aquí vienen los de la Secundaria Mizo No. 5! —grita el siguiente chico, haciendo un intento de pose de karate que más bien lo hace ver como un mono con rabia y el alto a su lado es la grulla.

—Chicos... —Se ve que Takemitchi está conmovido tanto como yo aliviada.

Ellos aseguran que pueden hacerse cargo de la situación y por un momento les creo. Luego me doy cuenta que lo que más tienen es seguridad porque saben pelear tanto como Takemitchi y yo. Cuando el cuarto llega al suelo, llego a la conclusión de que solo pueden ganar tiempo. Y ya que son cuatro contra cinco, una más empareja las cuentas.

Antes de que Draken reaccione a mis acciones, me acerco al idiota sobrante y utilizo mi impulso para asestarle un golpe en la cara. Luego intento patearlo, pero mi yukata me lo impide. Maldigo entre dientes y retrocedo unos pasos mientras juego frenéticamente con el moño detrás. El hecho de que Mitchin me ayudara me pone en desventaja porque lo ató perfectamente. El idiota comienza a recuperarse con una mirada llena de enojo cuando el obi por fin cede.

Graciosamente, lo que me salva de ser golpeada es justo el hecho de que me ve desvistiéndome. En otras circunstancias me habría reído. Seguro jamás ha visto a una mujer desnuda y es por eso que no hace nada mientras termino con las otras dos cintas. Desafortunadamente para él, que mi hermano me vistiera implica que no quedo en paños menores, sino que llevo camiseta y pantaloncillos. Ahora, sin tanta tela impidiendo levantar mis piernas, le propino una certera patada de la que Mikey estaría orgulloso. Sin embargo, solo es un golpe de suerte. La verdad, no soy tan buena.

A golpes, patadas y empujones, lo que intento es mantenerlo ocupado lejos de Draken. Estoy segura de que los demás hacen lo mismo, mas no me detengo a mirar. Por el momento, solo es el tipo que tengo enfrente y yo. No puedo darme el lujo de desconcentrarme. Sobre todo, cuando empiezo a recibir los golpes también. Un jaloneo me tira al suelo cayendo en mi brazo que duele horrible, no hablemos de los puñetazos. Siento que el alma se me sale del cuerpo con cada uno y comienzo a reconocer verdaderamente la resistencia de Takemitchi, quien soportó tantos. Los insultos misóginos tampoco podían faltar. En un momento, creo escuchar a Draken decir mi nombre, pero puede que sea mi imaginación.

No sé cuánto tiempo pasa hasta que se oyen las sirenas que me salvan de otro golpe. Escucho que Hina y Emma están de vuelta anunciando la llegada de la jodida ambulancia y la policía. Me dejo caer rendida en el pavimento mientras los otros huyen como los cobardes que son. Necesito recuperar el aire y las fuerzas antes de hacer el intento por levantarme. Cierro mis ojos, provocando que mi oído se agudice. Además de las sirenas, puedo escuchar hablar a Takemitchi.

—He estado gastando el tiempo haciendo cosas en las que no soy bueno Pero nada de eso fue una pérdida de tiempo. Porque les hice verme —dice. Ahí tirada en el suelo, sonrío.

Esas palabras también pueden encajar para mí.

Los chicos comienzan a cantar victoria, pero Akkun los devuelve a la realidad. Tiene razón, hay que llevar a Draken a la ambulancia. Es entonces cuando las chicas parecen percatarse de mi persona tirada a unos metros. Hina grita mi nombre. Como puedo, levanto una mano como si estuviera diciendo hola.

All along | Tokyo Revengers (OC x Mikey + Baji + Chifuyu + Koko )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora