All along | Tokyo Revengers (OC x Mikey + Baji + Chifuyu + Koko )

11 | Valhalla

Takemitchi y yo nos recostamos en las escaleras mirando a la luna. Él un nivel más abajo.

—¿Qué ocurrió esta vez? ¿Por qué regresaste? —pregunto.

—Exactamente lo mismo que la vez anterior —dice. Suena tan deprimido que me alineo con su humor. Lo miro.

—¿Hina está...

—Sí —me interrumpe. Traga saliva, sus ojos se llenan de lágrimas—. La vi morir frente a mis ojos.

—Takemitchi...

—Daijobu —dice, secándose las lágrimas—. Le prometí que la salvaría y lo haré a como dé lugar.

—Y yo te ayudaré a hacerlo.

—Arigato, Rina-san.

—Iie, Takemitchi. Te dije que eso haría y no me echaré para atrás. Así que comienza a decirme, ¿qué tenemos que hacer esta vez? —No responde—. ¿Takemitchi?

—Etto... Puede que haya vuelto sin tener un plan formado... —balbucea.

—Claro, debí suponerlo.

—Demo... Naoto-kun y yo creemos lo mismo: Tetta Kisaki es el causante de todo. Si logramos que Mikey lo expulse de ToMan...

—Él no podrá pudrirla desde dentro —termino—. Sate, continuamos con el trato con Mikey. Traemos de vuelta a Kei-kun y él saca a Kisaki. El problema es, que Kei-kun es terco como una mula cuando se le mete algo a la cabeza. Si dijo que se uniría a Valhalla y pelearía contra ToMan, ten por seguro que eso hará.

—¿Es un caso perdido? —Niego con la cabeza.

—Puede que no. Tengo mis sospechas de por qué actuó como lo hizo. Pero para confirmarlas, necesito hablar con él... Ese sería nuestro primer paso, ¿cierto? Averiguar la razón.

؏

Días después, camino a casa luego de la escuela, Chifuyu me intercepta. Luce agitado cuando me dice que Kei-kun le pidió ir a cierto lugar. Me muestra el mensaje y me pongo igual. Solo una dirección y la palabra ven.

—¿Qué harás?

—Ir, por supuesto.

—¿Solo? Ni hablar, iré contigo.

—Demo...

—Chifuyu-kun —lo interrumpo—, estoy igual de preocupada que tú por él. Voy contigo —insisto. A regañadientes, acepta.

Después de hacer nuestro trayecto en su moto, caminamos el último tramo hacia una zona solitaria que no me da buena espina. Él se detiene cuando la calle termina, choco con su espalda por estar baboseando hacia los lados.

—Rina-san —dice, dirigiendo mi atención hacia donde sus ojos ven. En frente de nosotros hay una sala de juegos abandonada con un ángel sin cabeza grafitteado en la pared.

Estamos en la base de Valhalla.

—Esto es una mala idea —le digo—. Vámonos antes de que algo suceda —aconsejo, tomándolo del brazo para que retroceda. No lo hace.

—Si Baji-san está ahí adentro, voy a entrar. Rina-san, tú puedes quedarte afuera. —Sin esperar mi respuesta, continúa caminando.

—Como si afuera estuviera más segura sola —murmuro, antes de seguirlo.

Me duele el estómago tan solo de respirar el mismo aire que todos estos tipos. Huele a cigarro y testosterona. El ambiente se siente tenso. Aquellos que me miran, me recorren de arriba abajo, aunque nadie se me acerca. Probablemente sea la primera vez que una chica entra a este lugar y no saben qué hacer. Eso juega a mi favor para poder seguir a Chifuyu, pero por más que me apresure no puedo darle alcance. Sigo lejos cuando él llega a un espacio abierto, Kei-kun frente suyo.