All along | Tokyo Revengers (OC x Mikey + Baji + Chifuyu + Koko )

37 | Cacería

Unos días después estoy saliendo de clases cuando Takemitchi me envía un texto. Quiere que vaya con él y Chifuyu a la estación de Shibuya. Me siento un poco reacia a hacerlo ya que tengo que ir a la biblioteca. Sin embargo, dice que es algo importante así que cancelo mi clase y voy para allá. Llegando, no me cuesta trabajo encontrarlos, pues traen puesta la chaqueta de ToMan al igual que yo. Me uno a Chifuyu, diciendo hola con la mano. Él me sonríe un poco haciendo lo mismo.

—Sate... ¿De qué se trata? —le pregunto, mientras seguimos al tercero.

—No estoy seguro —responde y se dirige a él—. ¡Oi! Mate, Takemitchi. ¿A qué te referías con la cima del mundo de los delincuentes?

—Chifuyu, ¿no te das cuenta aunque tú tienes la biblia?

—¿Biblia? —pregunta confundido. Takemitchi se da cuenta que ya estoy ahí y me sonríe.

—Me alegra que te nos unieras, Rina-san —me dice.

—No te alegres demasiado. Me debes ¥10,000 por esto —le respondo cruzándome de brazos—. Te cobraré por mi tiempo desde ahora.

—¡¿Eh?! Etto... —balbucea, sacando su billetera y buscando en ella.

—Estoy bromeando, baka —lo tranquilizo—. Pero sí perdí esa cantidad por venir justo ahora, así que espero que valga la pena.

—¡La valdrá! ¡Chifuyu! —lo llama—. La biblia. Lo que Shounan junai gumi y Bukkomi no taku nos han enseñado. La respuesta siempre estuvo ahí —dice, como si hubiera caído en una revelación. Conozco los mangas a los que se refiere, pero no entiendo nada de cualquier forma.

—¿De qué carajos hablas? —pregunto.

—¡Todo se lleva a cabo en Kanagawa! Para ser el mejor en el mundo de los delincuentes, ¡simplemente necesitamos derrotar a los de Yokohama!

¿Por esto cancelé mis planes?

—¿Eres estúpido? —dice Chifuyu, compartiendo mi irritación.

—¡Vamos a Yokohama! —exclama con emoción. Por su cara puedo ver que va en serio.

—Nos vemos —le responde él—. No tengo nada que hacer allá aparte de ir a Chinatown y comer bollos de cerdo.

—Además, el pasaje es demasiado caro —digo yo, en acuerdo. Takemitchi nos mira con indignación.

—U-u-¡ustedes!... ¡Bien! ¡Iré yo solo! —anuncia, marchándose.

—No lo hará —le apuesto al otro.

—No, no lo hará —concuerda y levanta la voz para que nuestro amigo lo escuche—. ¡Tráenos recuerdos, por favor! —Río—. Es un imbécil.

—Lo sé —respondo. Él me mira.

—¿Qué harás ahora, Rii-san?

—Iré a la biblioteca. Ya perdí mi dinero, pero aún puedo estudiar antes de tener que ir a casa.

—¿Te acompaño?

—¡No! —digo de inmediato. Me arrepiento en el momento porque se escuchó grosero de mi parte y en realidad me haría feliz poder estar con él un poco más. Es solo que las palabras me salieron por inercia. Y pensándolo bien, lo mejor sería sostenerlo. Koko estará ahí y no le agrada—. Gomenne, es solo que...

—Iie. Iré a casa a dormir —decide. Me rompe el corazón ver cómo finge que no le dolió. Pero termino asintiendo, pensando que es lo mejor.

Estamos dando media vuelta para separarnos cuando alguien grita.