All along | Tokyo Revengers (OC x Mikey + Baji + Chifuyu + Koko )

20 | Takao

La reunión termina después de eso, ya que Mitchin nos dice que intentará arreglar esto por medio de esa charla. Parece dispuesto a cumplir su palabra en ese mismo momento y, dado a que Chifuyu-kun y Takemitchi van detrás de él y Hakkai, tengo la intención de hacer lo mismo. Después de todo, yo también estoy involucrada. Sin embargo, Mikey me lo impide al tomarme por el brazo. Al mirarlo, su cara está tan cerca que siento mis mejillas acalorándose de inmediato.

—Tienes tiempo libre ahora, ¿cierto?

—¿Eh?

—Ven conmigo.

Así como así, me arrastra con él a la salida pasando al otro grupito. Miro a Chifuyu-kun para intentar decirle que los veré más tarde, pero ni eso puedo hacer antes de que nos separe la puerta. Mikey no me suelta hasta que llegamos a la entrada del edificio, donde me sube a su Vavoom y me ordena que me ponga el casco mientras hace lo mismo. Apenas estoy terminando de hacerlo cuando arranca y lo tomo por la cintura por reflejo. No quiero tener más experiencias cercanas a la muerte.

Él conduce un buen rato hasta sacarnos del distrito y seguir hacia el oeste. No habla durante todo el camino, por lo que no sé a dónde me lleva hasta que estamos ahí, en el monte Takao.

—¿No es muy tarde para comenzar una excursión? —pregunto.

—A la mierda. Solo hay que subir, ¿o no? —dice con una sonrisa—. Vamos.

—Hai —digo obedientemente. Porque si soy sincera, la idea de estar rodeada de naturaleza en esta época del año, hoy, me emociona mucho. Tanto que decido olvidar el hecho de que se supone que estaba evitándolo.

Ambos subimos la primera mitad de la montaña en los telesillas. Ya que Mikey parece demasiado callado mirando hacia los árboles, en vez de intentar platicar con él me permito disfrutar de la sensación de estar sobre el suelo moviendo mis piernas de enfrente hacia atrás mientras canto lo primero que se me ocurra, desde algo de los Beatles hasta los openings de mis animes favoritos. De vez en vez, finjo ponerle un micrófono cerca de la cara esperando que me siga la corriente. Al principio, lo hace desganado cuando la letra es en japonés, mas después de un rato lo disfruta y canta con mucha emoción incluso al pronunciar un inglés mal hablado. Comenzamos a reír y la tensión que últimamente había entre los dos parece esfumarse, dejando solo al par de chicos que desde años disfrutan pasar tiempo juntos.

—¿Puedes soportar llegar hasta la cima? —me pregunta a la mitad, donde los telesillas nos dejan.

—¿Me estás subestimando?

—¿Cómo está tu herida?

—Como si nunca me hubieran botado los puntos. —Me muevo un poco para comprobar mi respuesta. Sí, todo parece indicar que no tendré problemas así que subimos por la ruta más famosa, caminando entre el follaje otoñal.

—Me preocupé mucho cuando me dijeron que te lastimaron, ¿sabes? —me confiesa un rato después—. Comencé a cuestionarme si realmente fue buena idea meterte a ToMan.

—¿Hah? ¿Qué pasó con eso de creer en mí y en que puedo lidiar con esto?

—Lo sostengo. Pero ahora más que nunca, no quiero que te lastimen. Ser una de nosotras te pone en constante peligro y no siempre hay alguien que pueda cuidarte.

—No pienses tanto en eso, Mikey —aconsejo—. Me gusta estar en ToMan. No me arrepiento de haber aceptado. Y tú, mi mejor amigo~ —digo, entrelazando nuestros brazos—, solo tienes que estar orgulloso de mí.

—Wakatta~ —acepta. Caminamos un poco más antes de que le pregunte lo que ronda en mi cabeza desde que Takemitchi me lo mencionó.

—¿Es cierto que te molestaste cuando supiste lo que me hicieron? ¿Más que por Takemitchi?