All along | Tokyo Revengers (OC x Mikey + Baji + Chifuyu + Koko )

43 | Desesperación

Narradora omnipresente

Draken llega al hospital quemando llantas seguido de Baji. Los dos chicos recorren los pasillos para llegar hasta donde Mikey y Takemitchi se encuentran esperando. El primero parece un cascarón vacío sin decir una palabra ni cambiar su semblante. El segundo no puede ni verlos a los ojos. Es una enfermera quien se apiada de ellos y les dice todo lo que saben hasta el momento de ambas muchachas, incluyendo los peores y los mejores escenarios que esperar.

Hay un quinto chico escuchando esto por detrás de las paredes.

Baji se deja caer recargado en un muro. No sabe qué hacer ni qué pensar. En solo cuatro meses, esta es la tercera vez que Rina corre peligro mortal. Al menos las anteriores pudo estar con ella. Pero ahora los separan varios muros impidiéndole incluso verla. ¿Qué pasaría si es incapaz de volver a hacerlo? ¿Si sus ojos brillantes ya no vuelven a centrarse en él mientras de su boca sale esa risa que ha amado desde que son unos niños? No quiere volver a sentir eso jamás.

Mientras tanto, Draken se acerca a Mikey y le pide que lo acompañe afuera por un momento. Él obedece sin pronunciar palabra alguna. Detrás de ellos, Takemitchi los sigue hasta que los tres están en el estacionamiento, los dos primeros frente a frente.

—¿Qué pasó? —inquiere Draken. Mikey no responde y recibe el primer golpe, sorprendiendo a Takemitchi—. Estabas ahí. ¿Cómo pudo suceder esto? —Nada. Draken cierra los puños con fuerza—. Oi, Mikey.... ¿¡Qué mierda estabas haciendo?!

—¡¡Fue mi culpa!! —se apresura a decir Takemitchi, inclinándose hasta el suelo—. En ese momento, ¡yo era el que estaba más cerca! ¡Pero no pude salvarlas! ¡¡No es culpa de Mikey-kun!! ¡¡Todo es mi culpa!! Así que Draken-kun, ¡¡por favor!! Si hay que culpar a alguien, ¡¡es a mí!! ¡¡No deberías golpear a Mikey-kun!!

Draken no lo escucha, las emociones no lo dejan. Así que, en lugar de parar, arremete con más fuerza sin que Mikey se defienda.

—¡Creaste ToMan para proteger a los demás, ¿cierto?! —Golpe.

—¡Por favor, detente! —pide Takemitchi, intentado sujetarlo para apartarlo sin mucho éxito.

—Aun así, ¡Pachin fue arrestado! —Golpe.

—¿¡Qué estás diciendo, Draken-kun?!

—¡Mitsu-chan casi muere! ¡Kazutora fue arrestado! ¡Baji desapareció! —Con cada nombre, otro puñetazo más.

—¡Mikey-kun! —exclama Takemitchi al verlo comenzar a sangrar.

—¡¡Jódete!! —le grita a él, dándole un codazo que lo lleva hasta el suelo—. ¡Ahora Mitsu-chan está muriendo de nuevo! ¡¡Y EMMA...!! —El siguiente golpe deja a Mikey en el piso al lado del otro. Ya está. El ataque de furia acaba de pasar y las lágrimas por fin encuentran a Draken, atestando sus ojos y demandando caer—. Emma igual está...

—Contrólate, Draken-kun —pide Takemitchi llorando también—. El Draken-kun de siempre habría... Él habría... Él habría aceptado esto con calma y de frente... —Mientras que lo dice, se muerde la lengua y comienza a preguntarse, ¿realmente podría ser así? ¿No está él luchando por salvar a Hina en doce años?

La sola idea de que la persona a quien más amas muera es insoportable; la impotencia que sientes, la peor de todas. Tanto Draken como Mikey, ambos podrían perder a quien más aman esta noche y de ser así, no habrá manera de hacer algo. Ellos ya no pueden remediarlo, no pueden regresar en el tiempo.

Su desesperación es la más comprensible de todas.

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Más tarde, Mikey se encuentra nuevamente esperando, Draken y Baji cerca de él haciendo lo mismo. Takemitchi se acerca al primero. Sabe que no es el mejor momento, pero tiene que recordarle acerca de Tenjiku. Él es el comandante y ToMan necesita sus órdenes para moverse. Mikey no responde. Ni siquiera cuando el otro le repite que todo lo que está ocurriendo fue obra de Kisaki. Nada logra hacer que el chico tan solo alce la mirada.