Deseo a las estrellas

Aléjate de mi. III

Cerré la puerta del coche con toda la rabia que había estado reteniendo en mi interior desde que había puesto un pie en aquel edificio. ¡No podía seguir amándola! No debía seguir queriéndola de la manera en que lo hacía.

Durante este tiempo que he estado sin verla, he reído solo para hacer creer a la gente que soy feliz. He llorado hasta que se me han agotado las lágrimas. He conseguido fuerzas de donde no las habías. He hecho reír a la gente con mil tonterías. He tenido el valor de construir un futuro que jamás se cumplirá. Me he comportado como un niño pequeño solo para que vean que aún queda algo inmaduro en mí. Me he hecho el sordo solo para no oír lo que no quería escuchar, y el ciego para no ver lo que dolía. Me he guardado cientos de lágrimas para hacer creer que soy fuerte. He tenido momentos de locura solo para ver como la gente es feliz... Y hoy, con solo volver a verla, he sentido que todo ese esfuerzo no ha servido para nada.

Ya que... ¿Qué es fingir con los demás en comparación a ella? Para mi nada, pero al parecer no compartimos la misma respuesta.

Ahora solo me queda darme cuenta que para Eva antes está ella, luego los demás, detrás sus cosas y ya si queda espacio, estoy yo, aunque ella diga lo contrario, haciéndome sentir a mí como el malo de la película.

¿No sé da cuenta de que no soy de piedra? ¿Es que a caso alguna vez le he importado? O tal vez solo he sido el juego al que le gusta jugar cuando le queda tiempo.

Pero si algo tengo claro es que voy a olvidarla. Me costará, eso no lo niego, porqué para mí ella lo es todo, pero yo no quiero una persona a mi lado que no sienta lo mismo que yo aunque diga lo contrario. Aunque... ¿Sus últimas palabras eran de verdad o tan solo sería la primera chica que me ha roto el corazón?

Levanté la cabeza del volante, con los ojos rallados debido a las lágrimas que no quería dejar salir. Mis ojos tomaron rumbo a la guantera, el lugar donde habían unas marcas. Se trataba de una "E+H" metidas en un corazón

"Abrí los ojos al notar como había dejado de canturrear y se había quedado en silencio durante un buen rato. Estaba lloviendo a cantaros y nos habíamos quedado sumergidos en un atasco de los mil demonios, por lo menos debíamos llevar más de media hora metidos en el coche sin movernos.

Eva se encontraba apoyada contra la guantera, sin dejarme ver su cara y haciendo movimientos extraños con el brazo. Detrás del sonido de la lluvia se podía oír como si se estuviese rallando algo.

Mi novia se alejó de la guantera con una sonrisa victoriosa y con una llave en las manos. Yo observé lo que había hecho, y tardé varios segundos en darme cuenta de cómo me había rallado el coche. ¡Mi coche!

- ¿Pero tú estás loca?- me acerqué a la guantera y pasé las manos por ella para intentar que se fuesen las iniciales metidas en una corazón que había dibujado tan esmeradamente.

- Un poco- reconoció volviendo a poner las llaves en el contacto después de echarme hacía atrás.

- Es que... ¿Sabes lo que me va a costar pintar eso por tus tonterías?- ella me miró directamente a los ojos, consiguiendo que mi rabia se disipase en al aire.

- Es que no pienso dejar que lo borres... lo vas a dejar donde está... toda la vida- sonrió como si estuviese pensando que era lo mejor que había hecho en mucho tiempo.

- ¿Y eso para...?- ya no estaba enfadado, solo ella conseguía que eso pasase en mí con total frecuencia.

- Para que si algún día me dejas por otra... mires esa guantera y te acuerdes de la chica que te amó como nunca nadie lo va a hacer jamás- sentí que el corazón me daba un vuelco al escuchar sus palabras.