Me llevan inmovilizada hasta una pequeña iglesia que lleva miles de años abandonada y que se ha convertido en la fuente principal de miles de historias de terror que se cuentan entre amigos o familiares en las reuniones frente a las fogatas.
Me sientan sobre una silla de metal que estaba anclada al piso y me atan los pies, las manos y la cintura con mucha fuerza, tanta que siento que la sangre no circula de manera eficiente.
Las lágrimas rodaban por mis mejillas, no me dejaban hablar, ni siquiera me permitían moverme aún, seguía en un trance de parálisis que Jeannette está ejerciendo sobre mi con fuerza.
Las horas pasaban, me dolían las ataduras porque seguían firmes deteniéndome y el cielo comenzaba a oscurecer, dejando ver una luna preciosa y cientos de estrellas ayudando a iluminar la oscuridad del cielo despejado.
<< Esto no tiene buena pinta >> susurra la voz en mi cabeza
Miro a mis padres y a mi hermana, pero al parecer ellos no están escuchando esa voz, entonces confirmo que es solo producto de mi cabeza y por alguna extraña razón solo puede comunicarse conmigo.
<<No es necesario que te comuniques con palabras, puedes responder con tu mente >> me dice con seguridad
<< Estoy asustada >> susurro con una profunda tristeza en mis pensamientos
<< Lo sé >>
<< Mis padres parecen estar trastornados, no me dejan hablar, quieren hacerme daño >>
<< Puedo ayudarte a liberarte >> me dice con seguridad
<< ¿Quién eres? >>
<< La única opción que te queda >>
-¿Cómo estás mi querida niña? –pregunta mi tía Gilda mientras toma mi rostro entre sus manos con delicadeza y después agrega unas caricias a mi cabello
La miro con las lágrimas en mis ojos, suplicando por su ayuda.
-Vamos a sacar eso que tanto te atormenta, volverás a ser una niña feliz y me encargaré de borrar tu memoria y no tendrás que lidiar con todo esto
Mis padres comienzan a labrar un círculo de fuego que salen de sus manos, unas llamas ardientes, poco a poco el circulo comienza a encerrarse con mi tía y conmigo adentro de el.
Mi corazón latía desbocado sobre mi pecho y mi respiración era muy irregular.
-**Lumen ad omnia entia, quaeso et peto et sapientiæ illorum vires, ut sumerem filiam fratris dimittere mei, haec pura anima daemonium in oblectatione conatur, ut eius ut praeter eum** –comienza a hablar con fuerza y poder mi tía Gilda
(**A todos los seres de luz, los invoco y solicito sus poderes y sabiduría, para que liberen a mi sobrina, esta alma pura del demonio que intenta apoderarse de ella**)
Un ardor en el pecho se encendió como si estuvieran quemándome en vida, por lo que era hasta cierto punto insoportable.
-Déjala que grite –le ordena mi tía Gilda a mi hermana
Mi hermana hace un movimiento delicado con las manos y es cuando libero mi primer grito de dolor.
-**Aperi suo et liberabo animam eius a malo** –dice con fiereza mi tía mientras mueve sus manos y desprende un polvo blanco de sus palmas, impregnándome con el
(**Abre su alma y libérala de la maldad**)
En cuanto los polvos entraron en contacto con mi piel sentí como miles de cuchillos se enterraban y me atravesaban todo el cuerpo. Comencé a toser y a escupir gotas de sangre. Grité nuevamente de dolor agonizante cuando más polvos me tocaron.
<< ¿Quieres que pare tu dolor? >> me susurra la voz
-Sí, por favor –le suplico mientras lloro desconsoladamente y aprieto fuertemente mis manos
-No lo escuches Yaiza, no lo escuches –me ordena mi tía Gilda –No dejes que te controle, no te entregues
<< Si quieres sentir el verdadero poder y que te respeten tienes que repetir después de mí >>
-**Entia de lumine, ut omnes opus vestrum virtus mea, nepti indiget adjuvari, eam sana vulnera, et conteret omnia scandala, et solutis doloribus ea dolorem** –comienza mi tía nuevamente hablando en diferente idioma
(**Seres de luz, necesito todo su poder, mi sobrina necesita ayuda, sanen sus heridas y destruyan todo lo que provoca su dolor y agonía**)
Otra oleada de dolores y sufrimiento me hacen liberar un grito que me deja con la garganta entumecida y desgarrada. Me estaba matando. Esta era una tortura desalmada.
<< **Veni mecum in corpus meum, et praeter eum** >> me susurra la voz
(**Entra a mi y apodérate de mi cuerpo**)
Miro a mi tía Gilda y sigue lanzándome polvos blancos sin piedad, mi hermana sigue impidiendo que me mueva del cuerpo, mis padres alimentando las llamas del círculo de fuego mientras me miran como si me desconocieran, como si no fuera su propia hija.
Otra descarga de dolor se apodera de mi cuerpo dejándome más débil de lo que creía posible.
- **Veni mecum in corpus meum, et praeter eum** –digo sin aliento y en susurro
Cierro mis ojos cansada como si hubiera recorrido a toda velocidad un maratón infinito, donde todos mis músculos suplicaban piedad y mis pulmones apenas y podían llenarse del aire suficiente para mantenerme con vida.
En cuestión de segundos puedo sentir como una extraña energía comienza a recorrer por mis manos, mis pies, mi torso y mi cabeza.
Abro los ojos y de un ligero tirón logro romper las ataduras invisibles con las que me sostenía Jeannette. Me pongo de pie sintiéndome como el ser más poderoso de toda la tierra.
Lanzó un poderoso e indestructible rayo en contra de mi tía Gilda que la hace volar por los aires provocando que se estrelle contra la pared, la cual es atravesada por completo y la deja inconsciente.
-No lo hagas Yaiza –dice mi madre mientras comienza a mover las manos
Cierro mis puños con fuerza y los abro, dejando que el poder los consuma para dejarlos inmovilizados, miro hacía mi hermana con brusquedad y finjo sujetarla del cuello, comienzo a levantarla del piso y la tiro lejos sobre las escaleras gimiendo de dolor.
A mis padres los arrojo hacía un montón de sillas arrinconadas que hacen un fuerte estruendo con el impacto.
Me giro hacía lo que antes era el altar de la iglesia y levanto las palmas de mi mano, doy un grito liberador y fuertes llamas salen de las palmas de mis manos quemando absolutamente todo a su paso.
Las llamas comienzan a quemar todo el lugar así que salgo de ese lugar con paso seguro, al estar afuera cierro las enormes puertas y quemo con llamas menos abrazadoras pero si certeras, para fundir las bisagras y dejarlos encerrados.
Me doy media vuelta y camino unos pasos. Pero todo ese poder deja de fluir por mi cuerpo, la energía deja de nublar mi mente y caigo al piso de rodillas sin fuerza con un dolor punzante.
Dejo escapar un suspiro y cierro los ojos para dejarme caer por la inconsciencia sobre la tierra, mientras las llamas a mi espalda consumían todo el lugar.
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El demonio de pétalos de rosa
FantasyYaiza es la segunda hija de un matrimonio, una chica normal hasta que es poseída por un demonio, pero no uno cualquiera, sino aquel que le dará poderes y la hará sentirse poderosa e indestructible. Ella descubre que su familia viene de un linaje de...