XXVI

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*** Narra Yaiza ***

Tomo mis tres respiraciones profundas concentrándome en la energía que empieza a fluir sobre las palmas de mis manos. 

Abro mis ojos y veo la expresión horrorizada de Jeannette, ella también ha sido una víctima en todo esto. Sé que le duele tanto como a mi la verdad, pero es necesario que comprenda que no puedo regresar con ellos. 

-¿Por qué? -susurra Jeannette apenas audible -¿Por qué hacerme esto? -mira a su mamá y luego a su padre 

Ambos mantienen la mirada sobre mis palmas de las manos, con sorpresa, desilusión, con angustia y miedo. 

-Siempre serás mi hermana Yaiza, no importa lo que diga el resto del mundo, eres mi hermana y siempre lo serás -dice mientras me abraza 

-¿Ya estás feliz? -le pregunta el padre de Jeannette a Meritxell

-Aún no, ni siquiera me he divertido con ustedes -dice con esa sonrisa siniestra que tanto me aterra por su oscuro humor -¿Ya empezamos o seguiremos con las palabritas?

Mi madre es quien lanza el primer estruendoroso rayo morado mientras libera un grito desgarrador. 

Meritxell no tiene el más mínimo problema en esquivarlo y atacarla con una bola de fuego con ardientes llamas purpuras que logran rozar y dejar ardiendo su brazo derecho. 

Jeannette me sujeta de la mano con fuerza y empieza a correr hacía el bosque conmigo. 

-No podemos irnos -le digo agitada mientras veo como Meritxell se enfrenta con rabia a mis padres haciendo que todo nuestro alrededor ruja lleno de ira 

-Papá y mamá se encargaran de ella, no te preocupes, son muy capaces 

Me zafo de su agarre con brusquedad y ella me mira con el ceño fruncido completamente confundida.

-No puedo dejarla sola -digo en susurro 

Pero sé que me ha escuchado perfectamente, su cara de asombro es más que evidente, Jeannette siempre ha sido autentica en sus expresiones es tan clara como el agua que nunca me ha costado trabajo descifrarla. 

-¿Y qué piensas hacer? -me pregunta con un hilo de voz -¿Te enfrentarás a las dos personas que te criaron? ¿Aquellas que te dieron un techo y un plato de comida? 

-No podría enfrentarlos -le digo sincera -Solo soy una bruja primeriza con rayos blancos que con esfuerzo apenas y logra dejar inconsciente a una persona 

-¿Qué tú qué? -pregunta sin aliento 

-Es una larga historia -digo mientras agacho la mirada 

-¿Qué fue lo que hiciste?

-Meritxell me ayudó con todo, no tienes que preocuparte 

-¿Meritxell? -me mira dolida y con el alma partida -¿Por qué ella? Yo soy tu hermana 

-Porque era a la única que encontré -le digo con lágrimas en los ojos 

-Me pediste que confiara en ti, que te dejara con Nina en la biblioteca ¿Por eso llegaste tarde esa vez, verdad?

-Sí 

-¿Y que piensas hacer? ¿Quedarte a vivir con ella? -pregunta con una risa llena de amargura nada propio de ella

-Va a entrenarme 

-Sobre mi cadáver

-Jeannette... entiéndeme, necesito encontrar quien soy realmente -limpio mis lágrimas con el dorso de mi mano y sé que estoy a punto de destrozarla más -Ella es la única que me entiende, la que está en la misma posición que yo, ella lo es todo para mi en este momento 

Veo como le falta la respiración y se doblega de dolor. 

-¿Y yo estoy pintada o qué?

-Sabes que no podrías entrenarme -susurro 

-¿Por qué no? ¿Por qué ella es mucho más hábil y desquiciada que yo? ¿Quieres ser su imitación? ¿Quieres ir por ahí haciendo que el demonio de Varsha se apodere de cuerpos que no le pertenecen? 

-Jeannette, me duele tanto dejarte, tu eres lo único real y bonito que tengo de está vida que no me pertenece 

Ella se acerca y me abraza mientras las lágrimas cubren nuestros rostros con dolor. 

-¿Quieres que te deje ir? -me pregunta con un hilo de voz 

-Sí -susurro 

Se despega y limpia sus lágrimas con brusquedad. 

-Ella te va a destruir, te va a pisotear y va a jugar contigo -dice mientras me mira con tristeza -Pero sé que no me crees, así que tendrás que vivir con las consecuencias de tus acciones, porque ya estoy harta de protegerte del peligro porque cada vez que me descuido por un segundo tu sales corriendo con los brazo abiertos hacía él 

Se da media vuelta y se va. 

-¿Es un adiós definitivo? -pregunto con la voz quebrada y con un nudo en mi garganta 

-Eso dependerá de ti -dice sin dejar de alejarse -Tú eres ahora quien decide, solo recuerda que siempre estaré para ti 

Se pierde entre los árboles y me dejo caer de rodillas por el dolor que crece cada vez más fuerte en mi pecho. 

Escucho un grito desgarrador que me hace volver a la realidad. Meritxell esta sola luchando contra mis padres. 

Me pongo de pie y corro a toda velocidad. 

Cuando llego veo a Meritxell con sus brazos extendidos con un látigo de rayos chispeantes en cada mano sujetando del cuello a mis padres de crianza a metros por arriba del piso, ahogo un grito al ver la mirada de Meritxell tan llena de coraje, de rabia y con esa disposición de llegar hasta las últimas consecuencias sin el más mínimo arrepentimiento.  

-No, no los mates -le digo mientras la tomo del rostro para que me mire 

-Quítate -me ordena con firmeza 

-Por favor, no los mates 

-Quítate Yaiza -dice amenazante 

-Solo bórrales la memoria -le digo sin aliento y con desesperación -Tú no eres una asesina, por favor no los mates 

-No me conoces en lo más mínimo Yaiza -dice con una mirada que me provoca el mayor miedo de mi vida, es la más severa que jamás me ha dedicado 

-Por favor, por favor -suplico 

Ella me mira mientras aprieta con fuerza los cuellos de mis padres que liberan un grito tan atroz por el dolor que sé que los escucharé por el resto de mi vida en pesadillas. 

Me hinco frente a ella.

-Te lo suplico, no los mates, son mis padres -le digo llorando con lágrimas en los ojos completamente desesperada -Por favor, ten piedad 

Meritxell me mira y niega con la cabeza, sé que está luchando con ella misma pero es entonces cuando desaparece los rayos y mis padres caen inertes sobre el piso, completamente inconscientes. 

Me arrastro hasta donde están y compruebo su pulso junto con sus respiraciones que a pesar de ser débiles ahí están. 

Lloro desconsoladamente, quebrantándome, con todo esto superándome en todos los sentidos.

El demonio de pétalos de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora