*** Narra Meritxell ***

Unos pasos acercándose. 

Abro los ojos inmediatamente parándome de un salto, levanto mis manos para defenderme pero no puedo hacerlo, el hechizo de la soga invisible me envuelve y me deja sin poder moverme. 

Miro a Jeannette acercándose, la maldita hermana de Yaiza con sus manos invocando ese hechizo, apretando y sujetando con firmeza el agarre. 

-¿Es lo mejor que tienes? -le pregunto con burla 

-Oh créeme que solo estoy empezando 

-Llegar atacando mientras tu contrincante está durmiendo no es muy justo de tu parte, es patético en realidad

-Lo patético va a ser cuando tengas que pedirme piedad de rodillas

-Antes muerta que someterme ante ti 

-Si eso es lo que quieres 

Comienza a dibujar un circulo de fuego a mi alrededor, con llamas amarillas y anaranjadas que crecen en segundos cada vez más ardientes las cuales liberan un asqueroso humo negro. 

Los padres de Yaiza salen a nuestro encuentro y forman una camisa de fuerza con ramas de césped, envolviendo a su hija menor, dejándola sin movilidad. 

-¡DESPIERTA MALDITA SEA YAIZA! -le grito desesperada

Ella se levanta de golpe, pero no puede moverse, estás atada y sé que uno de sus padres está creando una alucinación en su cabeza de que es una verdadera camisa de fuerza que la sujeta. 

-¡NO ES REAL! ¡SON SOLO HOJAS! -le grito 

Pero comienzo a sentir como la soga invisible comienza a ajustarse más y más, provocando que el aire salga de mis pulmones y que mis brazos me duelan por semejante fuerza con la que me están aprisionando. 

-¡BASTA! ¡POR FAVOR! ¡NO NOS HAGAN DAÑO! -grita y suplica Yaiza 

-Tranquila mi pequeño angelito -dice la madre de Yaiza -Estamos aquí para salvarte, te sacaremos a ese demonio y te liberaremos de esa chica que te tiene prisionera

-Meritxell no es mala, me ha estado ayudando mucho -dice Yaiza con las lágrimas en los ojos 

¿Acaso está chica nunca deja de llorar? Es patético. 

-Ella te estaba llevando a la rosa, el lugar donde haría que Varsha poseyera tu cuerpo por completo -dice su papá

-Por favor, no vayas a creerles -le digo -Ellos son los que quieren matarte con el pretexto de que Varsha está dentro de ti, solo quieren herirte, no dejes... -pero no puedo seguir porque un grito sale de mi garganta, cuando Jeannette comienza a hacerme rasguños profundos sobre la piel de mis brazos con su magia 

Miro a Jeannette con una furia descomunal y empiezo a concentrar toda mi energía para cerrar mis ojos. 

-¡Cuidado! -Grita su madre pero es muy tarde

Doy un grito liberador mientras rompo el hechizo que me está sujetando, causando un gran estruendo en todo el campo. 

Suelto una ráfaga inmediatamente de rayos morados sobre el cuerpo de Jeannette que recibe directamente y la llevan volando por los aires. 

Giro hacía el padre de Yaiza y lo sostengo con mis rayos purpuras en forma de látigo del cuello para lanzarlo contra su esposa y que ambos caigan al piso formando una zanja sobre la tierra. 

-¡ERES UNA MALDITA DESGRACIADA! -grita Jeannette 

Mientras me deja ver sus rayos amarillos creciendo con gran esmero sobre sus manos. 

Comenzamos con una batalla de poder que hacen rugir todo a nuestro alrededor con los fuertes impactos. 

Recibo una descarga morada por parte de la madre desde la derecha y otra ráfaga de rayos morados a la izquierda por parte del padre sin previo aviso. 

Me revuelco de dolor en el pasto, mientras trato de generar un campo de fuerza, pero me están lastimando tanto que no puedo concentrarme. Poco después se les unen los rayos amarillos de Jeannette y grito con desesperación y rabia. 

-**Audi vocem meam, sequeris mandata mea et oboedies mihi** -conjuro y entro a la cabeza de la madre de Jeannette 

(**Escucha mi voz, seguirás mis ordenes y me obedecerás a mí)

Ella deja de lastimarme y mira a su esposo con crueldad. 

-Acaba con él -digo con firmeza 

La madre de Yaiza no tiene de otra que lanzarse sobre su esposo, atacándolo con mucha habilidad con los rayos morados y purpuras, por otro lado, su esposo solo bloquea y genera campos para protegerse de las agresiones de su esposa. 

Atraigo una ráfaga de vientos inigualables, con la fuerza suficiente de un huracán y lo lanzo contra Jeannette que no tarda en gritar y por más que trata de plantarse con firmeza al césped, termina siendo arrastrada y se estrella contra los troncos de los árboles una y otra vez, partiéndolos por la mitad y provocando estruendorosos sonidos con cada impacto. 

Camino con mucha decisión para terminar con ella de una vez por todas, cuando el hechizo de la madre se ha roto, me giro para verlos y el esposo estaba dándole los recuerdos que han vivido juntos para traerla de vuelta. 

Un grito desgarrador a mis espaldas me hace girar por completo y es cuando veo que Yaiza está levitando a cinco metros del piso, con sangre cubriendo todo su rostro mientras se retuerce como un gusano y escupe sangre por montones. 

Su tía está conjurando un hechizo para que Varsha salga de su cuerpo, está triturando las rosas rojas mientras las baña con su sangre purificada. 

Lanzó una bola de fuego cubierta de llamas moradas, que hacen que impacte en el pecho de la tía, provocando que ruja por el dolor agonizante, mientras las llamas comienzan a quemar su piel, llegando a profundizar hasta los músculos. 

Siento un golpe en la cabeza por una roca, que me hace caer al piso mientras un chorro de sangre corre por la herida. 

Me levanto para mirar a la Jeannette mientras me lanza otra roca gigantesca. 

La detengo en medio del camino y la convierto en polvo sin la menor de las dificultades. 

Golpeo con fuerza el piso y este comienza a formar una grieta, después sujeto cada extremo con el poder de la fuerza de mi energía, abro la fisura convirtiéndola en un gran abertura de por lo menos 20 metros bajo tierra, Jeannette se tambalea y logra sujetarse de una orilla, aferrándose como puede a ella. 

Escucho otro grito desgarrador, al girarme veo que ambos padres están terminando con el conjuro para eliminar a Varsha del cuerpo de Yaiza. 

-**¡SATIS!** -grito mientras extiendo mis brazos y hago que todo lo que sucede alrededor se detenga, como si se congelara el tiempo y nada corriera por su cuenta 

(**¡SUFICIENTE!**)

-Eres muy buena -dice la tía 

-¿Cómo es que está consciente? -le digo con odio 

-Necesitas más que eso para detenerme 

Se gira a su sobrina y lanza su último rayo de liberación justo cuando mi látigo morado se envuelve en su cuello y la punta se encarga de arrancarle la vida a través de los ojos. 

Miro asustada a Yaiza y veo como empieza a convulsionarse con gran violencia. 

Todo a mi alrededor regresa a la normalidad y hay una ráfaga de viento tan poderoso que nos manda a todos a volar por los aires, un humo negro con tonos azulados envuelve el cuerpo de Yaiza y Varsha es desprendida del cuerpo en segundos mientras un rugido me deja aturdida de ambos oídos. 

Poco después desparece liberando otra ráfaga de viento estrepitoso y no deja ni el más mínimo rastro de ella. 

Lo han conseguido, Yaiza está libre de Varsha. 

He fallado. 

He perdido. 

El demonio de pétalos de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora