XLIII

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*** Narra Meritxell ***

Despierto de golpe con una aceleración en el corazón y con una respiración entrecortada. Miro a todos lados y parece ser que estoy dentro de una casa de campaña azul oscuro, con una manta cubriéndome. 

Veo la asquerosa y ridícula ropa que traigo puesta, de color rosa pastel que casi vomito del asco. Reviso mi abdomen y veo que hay una muy ligera casi invisible cicatriz del puñal que me enterré ayer en el bosque. 

-Maldita seas Yaiza, incluso pudiste contrarrestar el maldito veneno que traía la daga 

Me levanto con firmeza, mientras el coraje comienza a correr por mis venas esparciéndose por cada célula en mi ser. 

Voy con paso acelerado hasta los ruidos de personas luchando entre ellas con rayos y fuego a lo lejos. 

No me cuesta nada encontrar ese cuerpo con traje deportivo que luchaba contra una alucinación de una serpiente creada con hojas y rocas. 

Voy hasta donde esta y la tomo del cuello, tirándola al piso y me monto sobre ella para ahorcarla. 

-¡ERES UNA MALDITA PERRA DESGRACIADA! -le grito furiosa 

No duro ni dos segundos cuando alguien mucho más fuerte me quita de encima y me atan con el hechizo de la soga invisible. 

Yaiza tose con dificultad mientras lucha por meter aire a sus jodidos pulmones. 

-¿Pero qué demonios te pasa maldito ser inservible? -me dice Jeannette mientras me da una bofetada que me hace girar el rostro con brusquedad

-¿Es lo mejor que tienes repugnante ser patético de porquería? -le digo mientras la miro con odio 

-Me las vas a pagar maldita desgraciada 

Esta a punto de volver a golpearme cuando su madre sostiene su mano al vuelo reteniéndola. 

Sonrío con suficiencia y solo puedo ver como la rabia de Jeannette se acumula en su mirada. 

-Suéltame, si quiere morir felizmente puedo hacerlo con mis propias manos 

Suelto una carcajada amarga y ella me mira aún más furiosa. 

-Ni siquiera para matarme serías buena, eres un nauseabundo pedazo de ser humano que no tiene ni la más mínima capacidad para defenderse, mucho menos para atacar 

Jeannette se libera del agarre de su madre y me lanza un hechizo que me hace volar por los aires estrellándome con muchísima fuerza sobre uno de los troncos más gruesos del bosque. 

El dolor en mi espalda se vuelve punzante enseguida, pero me pongo de pie con una sonrisa burlona. 

-Aún más patético de lo que creí, inservible, asqueroso e inútil

Jeannette camina amenazante, dispuesta a liquidarme, justo lo que busco que haga. Es tan fácil de manipular y de hacerla enfurecer. 

-Hasta tu inservible hermana es más talentosa que tú -la sigo provocando -Se supone que eres un rango mayor a ella, pero tu habilidad para la magia debe de sentirse avergonzado, ahora entiendo porque no puedes subir de rango, por favor, solo hay que verte para saber que no vales nada 

Jeannette libera fuego ardiente amarillo sobre mi cuerpo y muerdo mis labios con fuerza para soportar el dolor que me estaba consumiendo. 

-Esfuérzate más Jeannette, deja de ser tan inservible por primera vez en tu vida, deja de decepcionar a todos los que te rodean, eres insignificante y lo peor es que lo sabes y te conformas con eso, porque eres una perdedora que acepta ser un bulto lleno de basura sin aspiraciones ni ambiciones  

Ella forma una bola de plasma mientras la libera sobre mi con un grito lleno de poder. El golpe es directo, me quita el aliento y caigo al piso con gran estruendo formando una zanja sobre la tierra. 

-Aún eres repugnante, la magia debe de sentirse avergonzada de que alguien como tu pueda poseerla 

Escucho como hace un látigo de rayos amarillos y es cuestión de segundos para sentirlo sobre mi cuello apretando con fuerza, levantándome del piso con fuerza, la punta del látigo está a punto de entrar en contacto con mi ojo para arrebatarme la vida, cuando el asqueroso hombre que es el progenitor de la bruja patética de Jeannette le lanza un hechizo de ensueño. 

Ella cae en brazos de su madre que la sostiene sin problemas y yo caigo de rodillas en el piso. 

Grito llena de frustración y golpeo el piso llena de rabia. 

-Necesitas más que eso para morirte -dice ese hombre que odio con todo mi ser, el simple hecho de saber que aún respira hace que la sangre me hierva de la rabia 

-¿Tenías que meterte? 

-Ella no hubiera ganado nada

-Claro que no estúpido, solo una muerte en su conciencia, no tengo poderes no puede subir de rango 

-Deja de provocarla -dice el hombre con tranquilidad 

-¿Y si no lo hago? -lo reto con una sonrisa retorcida

-Ambos sabemos como terminará esto 

-Conmigo muerta, justamente lo que busco 

-Créeme que me dedicaré a no dejarte morir por el resto de mi existencia, ese será tu castigo, vivir una vida miserable sin poder, sola y sin la posibilidad de morir jamás

-Ya vi de donde sacó Jeannette la amargura que se carga 

-Eres nuestra única opción, es por eso que estamos aquí y por lo que Yaiza decidió salvarte 

-¿Su única opción para qué?

Aunque sé la respuesta, quiero verlo suplicar, verlo débil. Quiero suplicando por mi ayuda. 

-Para que nos ayudes a terminar con Varsha 

Suelto una carcajada sonora que resuena en gran parte por el bosque. 

-¿De verdad eres tan idiota para creer que yo voy a ayudarles a terminar con Varsha? Bueno ahora estoy segura de donde sacó Jeannette su inteligencia 

Veo el coraje en su mirada, pero se mantiene firme en su lugar. 

-Vas a ayudarnos 

-No 

-Sí lo harás

-No lo haré

-¿Sabes por qué lo harás?

Espero con una sonrisa en el rostro, quiero ver su mejor amenaza. ¿Qué es lo que me pueden quitar si ya no tengo nada?

-¿Por qué? -lo desafío con la mirada penetrante 

-Porque sabes que es lo correcto 

-No puede ser -digo mientras suelto otra carcajada -No puede ser, fue aún peor de lo que esperaba, ¿Cómo puedes estar con alguien así? ¿Acaso no te molesta que no utilice el cerebro? -le pregunto a la mujer que también tiene todo mi odio y desprecio 

-Meritxell... sé que has sido entrenada toda tu vida para esto 

-Estás equivocada, fui entrenada para traer a Varsha a nuestro mundo, no para soportar gente estúpida e incompetente, por favor, señores ¿De verdad creen que voy a hacer algo en contra de Varsha?

-Te necesitamos -dice la madre de Jeannette 

-Pues ese no es mi problema en absoluto 

El demonio de pétalos de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora