LIV

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Llego hasta el campamento con el paso firme, veo que hay un revuelo entre los brujos que son fieles a esta causa de ir en contra de Varsha aunque eso grite en todos los sentidos una muerte segura, pero al parecer no quieren entenderlo o simplemente les gusta ese papel de ser los héroes de la historia, lo cual me resulta bastante tonto pero a la vez divertido.

-¿Qué ocurre? -le pregunto a uno de los brujos más jóvenes de poder morado

-Yaiza ha desaparecido

Corro hasta la casa de campaña de Fairuz y la veo completamente alterada junto a su esposo que estaba igual que ella o aún peor.

-¿Dónde está?

Ella me mira con angustia y niega con la cabeza.

-No lo sé, está mañana ya no estaba, pero había un rastro de huellas y estragos de fuego azul

-¿Es enserio? -le pregunto incrédula

-Varsha se la ha llevado -me dice Beaufort

-¿Dónde está Jeannette? -les pregunto con desconfianza 

-No lo sabemos, quizá se llevó a ambas 

-Buen intento -le digo con una sonrisa arrogante -Debo de admitir que casi me lo creo

-¿De qué estás hablando?

-Varsha no actúa así, dejó de ser creíble cuando dijeron que Jeannette también desapareció junto con Yaiza

-¿De que hablas? -dice el padre -Te estamos diciendo...

-Lo que ustedes querían era que yo me preocupara y me lanzara en este preciso momento a la guerra contra Varsha 

Ambos me miran con detenimiento.

-¿Dónde está realmente?

Ninguno dice nada.

-Última vez que lo pregunto -les digo con coraje -Porque si vuelven a ignorarme juro que doy media vuelta y no vuelven a saber de mi

-Se han ido en la noche por voluntad propia, sabían que no íbamos a permitir que fueran a combatir -dice la madre completamente rendida -Solo esperábamos por ti

-¿Y por qué mentirme entonces? ¿Era tan difícil ser honestos?

-Creímos que viajarías mucho más pronto si te decíamos que el demonio las había capturado

-Esas dos chiquillas son unas tontas -les digo con odio -Son tan estúpidas que si Varsha no las mata las mataré yo misma con mis manos

Me doy media vuelta y emprendo el viaje sin mencionar u ordenar algo. Simplemente entienden la indirecta de que no habrá entrenamiento final, palabras de despedida ni ordenes especificas así que empiezan a caminar a mis lados.

-¿Cuál es el plan?

-Sobrevivir y explotar sus poderes contra Varsha, aunque no es difícil adivinar que varios morirán antes de poner un pie sobre el castillo de la Rosa

-¿De que estás hablando?

-Por favor ¿De verdad crees que todos los que le están siendo fiel a Varsha van a estar con la guardia baja? Estarán esperándonos incluso antes de entrar a la zona que rodea al castillo, así que espero que vayan calentando motores y no se olviden de rogar porque ese par de chiquillas inservibles sigan con vida 

Camino con decisión y con el paso firme, pero tan sigiloso para que nadie nos escuchara llegar. 

Con forme nos íbamos acercando el ambiente comenzaba a percibirse distinto, el aire se estaba volviendo más pesado, como si empezara a sentirse una extraña tensión. El olor también me hizo reconocer un ligero olor a rosas. 

-Están aquí -les informo mientras enciendo las palmas de mis manos con las llamas moradas 

Agudizo mi vista y mi oído. 

Escucho un crujido sutil hacia mi derecha y lanzo la primera llama, que impacta contra el hombro de un hombre algo mayor de cabellera blanca y ojos desorbitados. 

-¡BIENVENIDOS AL INFIERNO! -grita con una sonrisa escalofriante mientras mueve sus manos y un fuerte viento empieza a formar un remolino 

-Oh anciano -le digo con burla -Estoy segura de que nunca has estado ahí así que deja de alardear    

Me acerco con paso firme y formo un látigo con mi mano derecha, el anciano libera el tornado sobre mi pero levanto un campo de fuerza cuando está a punto de golpearme lo que causa que se desvanezca y el anciano quede con la guardia baja. 

Giro y envuelvo el látigo sobre su cuello, la punta va a su ojo directamente y ahí es donde termina el primer seguidor fiel de Varsha. 

-Ni siquiera me hiciste sudar -le digo al cadáver sin vida que yace en el piso -Pero el intento es lo que cuenta, claro que si Varsha te hubiera visto... para que te cuento lo que te haría... 

Sigo caminando con el paso firme. 

-Te vez con mucha confianza -me dice la madre de Yaiza 

-¿Qué quieres que te diga? No me asustan los ancianos lo cual es extraño ya que son los que más deben de dominar sus poderes pues los poseen desde hace mucho tiempo, pero ese anciano ni siquiera podía mantener firme su postura de combate 

-Se tambaleo mientras formaba el tornado 

-Uno muy ridículo si somos sinceras, pero fue su mejor esfuerzo ¿Qué se le va a hacer?

-¿No te sientes mal por quitarle la vida?

-No -le digo sin dudarlo y sin el más mínimo arrepentimiento 

-Eso es porque aún estas en trance y tu...

Me detengo en seco y me giro para mirarla a los ojos. 

-¿Tienes idea de a cuantas personas en combate he matado? 

-¿Muchos?

-Más de los que puedes contar -le digo con confianza -No trates de entenderme, no trates tampoco de ser mi terapeuta, puedo asegurarte que no te necesito en lo más mínimo, deja toda esa basura para tus hijitas, créeme ellas si lo necesitan 

-De acuerdo, al parecer eres peor de lo que creí

-Siempre soy peor de lo que las personas creen, realmente te sorprendería llegar a conocerme del todo -le digo con una sonrisa siniestra que la obliga a bajar la mirada 

Sigo mi camino con mi porte natural, sin dejar de agudizar mis sentidos, porque entre más nos acercamos más estoy segura de que el aroma a rosas crece, no quiero ni imaginar como será cuando entre al castillo. 

A lo lejos logro ver unos rayos amarillos resonando contra unos morados. 

-¡Eso es! -grito extasiada -Hemos encontrado a su patético par de hijas, si se dan prisa quizá puedan evitar que las carbonicen 

Ambos padres corren a toda prisa encendiendo las llamas de sus manos, todos los brujos los siguen de cerca mientras mueven lo más rápido que pueden sus piernas una detrás de la otra. 

Mientras yo, me tomo un profundo respiro y sigo caminando con tranquilidad. 

Veinte brujos de rango morado y dos brujas de rango amarillo contra un seguidor de Varsha es más que justo desde mi punto de vista. No me necesitan ahí. 

El demonio de pétalos de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora